miércoles, 18 de noviembre de 2015

Malaz: génesis e historia del universo de Steven Erikson e Ian C. Esslemont (1)

No hace falta pasar mucho tiempo entre las páginas de la primera novela de Malaz: el Libro de los Caídos para darse cuenta de que lo que se tiene entre manos es una arriesgada propuesta fantástica donde la complejidad, la diversidad de tramas y conflictos, el amplio reparto de protagonistas y la multiplicidad de localizaciones, por no hablar de su (a primera vista) incomprensible sistema 'mágico', pueden apabullar al lector.
La historia que nos presenta Steven Erikson es un abigarrado y barroco mosaico de personajes, razas e intereses donde se mezcla la épica, la magia, el humor, la historia y la arqueología. Pero es que el universo malazano no se acaba en los diez libros del canadiense, porque su compatriota Ian C. Esslemont desarrolló aún más este enrevesado mundo con seis novelas más en la saga conocida como El Imperio.
¿Cómo surgió esta compleja propuesta de fantasía épica? ¿Cómo dos desconocidos canadienses pudieron dar a luz una saga que destaca por su audacia narrativa y sus imprevisibles giros?


Curiosamente, la creación del universo malazano tuvo poco que ver con la literatura fantástica. En 1981 Steve Rune Lundin (verdadero nombre de Steven Erikson) e Ian C. Esslemont eran dos jóvenes universitarios canadienses que dedicaban gran parte de su tiempo a disfrutar de los juegos de rol a través de una versión modificada de 'Dragones y Mazmorras'. Sin embargo, no lo disfrutaban al máximo al considerar que era demasiado simplista. Desde su punto de vista, el modo de juego tradicional (matar monstruos para lograr botín) era excesivamente plano, y en sus partidas empezaron a darle mayor importancia a temas como quienes eran estos monstruos, un mayor peso a la historia de fondo de los personajes o la elaboración de campañas de estilo trágico que hacían mucho más satisfactorio y pleno el juego.
Los dos genios: Steven Erikson e Ian C. Esslemont.
Para 1986 ambos ya habían abandonado Dragones y Mazmorras, y se habían pasado al sistema de juego GURPS de Steve Jackson donde empezaron a consolidar un mundo de creación propia para desarrollar sus campañas. Conforme jugaban el trasfondo empleado se hacía más rico y enrevesado, dando lugar a un amplio mundo habitado por multitud de razas ancestrales, donde los conflictos se entrelazaban, y dominado por un joven y pujante poder humano: el Imperio de Malaz. Las bases del universo literario ya habían sido puestas.

Hay que tener en cuenta que tanto Erikson como Esslemont eran estudiantes de arqueología, con un profundo conocimiento de los ciclos que dominan la historia humana donde las civilizaciones se suceden unas a otras durante siglos, construyéndose los nuevos y pujantes imperios sobre la base de los caídos. Ambos aplicaron lo que sabían al mundo ficticio que estaban construyendo, dotándolo así de unas grandes dosis de realismo y profundidad histórica.
Para 1987 el universo de Malaz había sobrepasado con creces los límites del juego de rol. Erikson y Esslemont habían desarrollado junto un complejo y rico mundo, y los dos amigos sentían que podían escribir una historia de ficción tomándolo como base. Steven Erikson habla así de esta idea en el prólogo revisado de Los jardines de la Luna:
[...] los dos conservamos las notas de nuestro mundo inventado, construido durantes horas y horas de juego. Teníamos una historia tremenda preparada, material suficiente para veinte novelas y el doble de películas. [...] El mundo malazano estaba ahí, en cientos de mapas dibujados a mano, en páginas y más páginas de apuntes, en hojas de personaje tipo GURPS, en planos de construcción de edificios, bocetos y todo lo que se te ocurra.
El mérito de la primera novela malazana recae sobre Ian C. Esslemont que por aquella época acabó la primera versión de La noche de los cuchillos, una novela corta centrada en un suceso clave de este amplio universo ficticio: el asesinato del Emperador Kellanved una noche de tormenta en la propia capital imperial de la ciudad de Malaz. Sin embargo, los intentos de vender la novela a alguna editorial canadiense no dieron ningún fruto.


A pesar de este poco prometedor inicio Esslemont decidió perseverar y se puso a escribir una segunda novela mucho más extensa y desarrollada que llevaría por título El retorno de la Guardia Carmesí. La historia se desarrolla unos años después de su primera obra malazana y tiene por tema central la guerra civil que envuelve al propio Imperio de Malaz. A pesar de sus esfuerzos, nadie se interesó tampoco por esta nueva obra.
Debido a este poco éxito con las editoriales Steven Erikson convenció a su amigo de universidad de optar por un nuevo enfoque y desarrollar el mundo de Malaz en el formato audiovisual. Ambos se centraron entonces en la escritura del guión de una película fantástica, un proyecto que el propio Erikson recuerda así:
El esquemático esbozo inicial de Los jardines de la Luna cobró vida por primera vez en un juego de rol. El primer boceto fue un largometraje escrito por los dos creadores del mundo malazano, Ian C. Esslemont y yo.
El guión original estaba centrado en las desventuras de un grupo de habituales de la Taberna del Fénix, en la ciudad libre de Daruhjistán (una pequeña parte de la trama de lo que luego sería Los jardines de la Luna). 
El guión tenía tres actos que transcurrían todos en Daruhjistán. Los principales sucesos eran la guerra asesina en los tejados y el explosivo gran final del festejo. No había prácticamente nada más. Ni antecedentes, ni contexto, ni presentación real de los personajes. Era, en realidad, mucho más parecido a En busca del Arca Perdida que a El león en invierno.
Como podéis comprobar todo el tema de la conquista malazana de Genabackis quedaba en un discreto segundo plano, centrándose más en narrar una aventura de acción con las luchas de los asesinos en los tejados nocturnos de Daruhjistan y un "explosivo" tramo final.
Daruhjistan (por Blazemalefica).
Erikson y Esslemont, llenos de ilusión y optimismo, se dedicaron a recorrer las sedes de las productoras canadienses, pero el proyecto se encontraría con las misma puertas cerradas que las novelas de Esslemont. Así recuerda Erikson las respuestas que recibieron:
"No hacemos películas de fantasía porque son un asco. Es un género muerto. Implica disfraces, y las pelis de disfraces están tan pasadas como las pelis del oeste". Todo esto fue antes de que un giro brusco por parte de las compañías de producción les hiciera tragarse ese cliché, mucho antes de que El Señor de los Anillos llegase al cine.
En otros sitios se mostraron mucho más ilusionados, pero la respuesta fue exactamente la misma:
"¡Maravilloso! ¡Único! Muy divertido, muy oscuro... pero aquí, en Canadá, la verdad es que no tenemos los fondos suficientes para financiar estas cosas. Buena suerte". A eso le seguía una especie de consejo que solía ser lo más devastador de todo: "Inténtelo con algo... más simple. Algo más parecido al resto de las cosas que se ven por ahí. Algo menos... ambicioso".
Salíamos de las reuniones sintiéndonos frustrados, descorazonados y confusos. ¿De verdad acabábamos de escuchar como nos invitaban a ser mediocres? La verdad es que sonaba así.
Después de esta experiencia los amigos compartían una profunda desilusión. La situación parecía haber quedado en un punto muerto, donde nadie se interesaba por las novelas escritas por Esslemont ni por el guión escrito de forma conjunta. ¿Quedaría todo el complejo y rico universo de Malaz olvidado en el fondo de un cajón?

Continúa en la SEGUNDA PARTE.



4 comentarios:

  1. Algún día tendré que darle una segunda oportunidad a Malaz. El año pasado empecé Los jardines de la luna y lo abandoné más o menos a las cien páginas. Y me dio rabia que no me enganchara así que ¡habrá que volver a intentarlo!

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    1. Hola! Suele pasar, el primer libro es una lectura dificil, la sensación de estar continuamente perdido es abrumadora y pasan las páginas y sigues si entender que quieren los personajes o que buscan... pero compensa más adelante. A partir del segundo libro es una saga que crece mucho y se disfruta una barbaridad. Seguro que si le das una segunda oportunidad te enganchará.
      Saludos! :)

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  2. Se sabe algo del octavo libro?

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    1. Nada todavía, pero que salga en noviembre es casi imposible. Un nuevo retraso... :(

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