Razones para leer Malaz, el Libro de los Caídos

Cuando en la década de los noventa el escritor Steven Erikson se dedicó a recorrer, en compañía de su amigo de universidad Ian C. Esslemont, las sedes de diversas productoras cinematográficas de Canadá para ofrecerles el guión de una película surgida de interminables partidas de rol y ambientada en un mundo fantástico (algo que con el tiempo acabaría convirtiéndose en la novela Los jardines de la Luna) fue rechazado de una forma rotunda. "¡Maravilloso, único! Pero aquí en Canadá, la verdad es que no tenemos los fondos suficientes para financiar esas cosas. Inténtenlo con algo... más simple. Algo menos... ambicioso", fueron las palabras de los productores cortos de miras que sellaron el destino de una película que tuvo la osadía de tratar de ver la luz antes del 'boom' fantástico provocado por el éxito de la adaptación al cine de El Señor de los Anillos.

Gracias a aquel rechazo a principios de la década de 1990 hoy en día los lectores podemos disfrutar de una de las sagas fantásticas más entretenidas y osadas del género: Malaz, el Libro de los Caídos. El canadiense Steven Erikson no se dejó amilanar por la falta de ambición, y al ver que su trabajo no podría ser llevado a la pantalla se decidió a darle vida él mismo en una serie de novelas donde no tendría que recortar en personajes ni tramas por culpa del presupuesto, donde los escenarios serían tan espectaculares como sus palabras fueran capaces de plasmar, donde no había límite de tiempo para desarrollar escenas, y donde el lector tendría una parte importante de trabajo a la hora de rellenar los huecos de la historia (curiosamente, algo muy parecido a lo que por la misma época llevó a George R. R. Martin a lanzarse a escribir su Canción de Hielo y Fuego).

Erikson terminó su saga de Malaz en 2011 con la publicación del décimo libro de la saga, pero el canadiense siguió expandiendo su universo literario con otras cinco novelas cortas protagonizadas por un par de secundarios de Malaz y ahora está embarcado en la escritura de una trilogía que sirve de precuela para explicar los conflictos originados en el reino ancestral de Kurald Galain, centenares de miles de años antes de Los jardines de la Luna.
Por si fuera poco, su compañero Ian C. Esslemont escribió por su cuenta la saga paralela de seis novelas titulada Malaz el Imperio (por desgracia, interrumpida en español, donde se quedó en el cuarto volumen y que por ahora no hay anuncio de vaya a recuperarse) que se entrecruza con la de Erikson y sirve para explicar algunos de los sucesos de los libros de este. [Tenéis más detalles sobre la interconexión de las dos saga y su orden recomendado de lectura en esta entrada]. Juntos han creado un universo complejo y lleno de detalles que obliga a la relectura, a fijarse en la más mínimas referencias para establecer ciertas conexiones y que hace disfrutar al lector en cada uno de sus kilométricos volúmenes.

Si todavía no habéis empezado a leer el Libro de los Caídos, si aún no habéis caído presos del hechizo de Malaz, o no sabéis nada de la saga aquí os dejo una serie de puntos a tener en cuenta para decidiros. Son los principales puntos fuertes de la saga de diez libros escritos por Steven Erikson y que os pueden ayudar a entender mejor esta enrevesada saga.
¿Por qué deberíais leer Malaz, el Libro de los Caídos?

-PORQUE NO ES UNA SAGA QUE LE PONGA LAS COSAS FÁCILES AL LECTOR. Si hay algo en que todo los lectores de Malaz están de acuerdo es que el arranque de Los jardines de la Luna es como una patada en el culo del lector. Sin ninguna compasión, Steven Erikson nos lanza en medio de un complejo y enrevesado mundo sin explicaciones previas ni aclimatación de ningún tipo. El propio autor reconoce que nos suelta "sin paracaídas" en medio de un conflicto que lleva milenios gestándose, con multitud de razas, sociedades, culturas y mundos mágicos de los que apenas se molesta en darnos una explicación medianamente clara.
¿Queréis un mundo donde el autor os acompañe de la mano explicándoos a cada paso lo que estáis viendo, lo que está pasando? Entonces esta no es vuestra saga. En Malaz tendrás que estar atentos a cada mínimo detalle de la trama y  nunca se os dará nada masticado (de hecho la mitad del tiempo tendrás la sensación de que entre bambalinas ocurre algo que no entiendes del todo), pero a la larga el lector activo verá su atención gratamente recompensada.
Si, es cierto que al principio de Los jardines de la luna la sensación de estar absolutamente perdido es muy grande, pero perseverad. Os aseguro que conforme las páginas avancen empezaréis a sumergiros en la enrevesada y compleja lucha de poderes que se lleva desarrollando en el mundo de Malaz desde hace millones y millones de años.

Anomander Rake, portador de Dragnipur. Un tiste andii y una espada con las que no hay que cruzarse.

-POR LA HABILIDAD PARA REUNIR GRUPOS DE PERSONAJES INOLVIDABLES. Sin duda otro de los grandes fuertes de la saga son los impresionantes grupos de personajes que se reúnen en cada novela. Hay personalidades que destacan desde el mismo comienzo de la saga (Whiskeyjack, Anomander Rake, Cotillion, Ben el Rápido, Violín, Kalam Mehkar, Karsa Orlong, Lástima/Apsalar...) pero es cuando dos o más de estos personajes empiezan a interactuar, a cruzarse en sus diversas tramas y a embarcarse en largos viajes, cuando empieza el verdadero espectáculo en Malaz.
Hacía mucho que no encontraba a un autor capaz tan hábil como Steven Erikson para encontrar el contrapunto perfecto entre diversos personajes y para sacar el máximo de ellos. A través de sus jugosas conversaciones lograremos conocerlos mejor, sin necesidad de los largos monólogos interiores que tanto abundan en otras novelas (aunque el canadiense también se maneja de una forma inteligente con estos últimos). Además las largas odiseas en las que se embarcan en cada uno de los libros permite que los destinos de unos y otros personajes se entrecrucen continuamente, formándose interesantes alianzas y enemistades a lo largo de la trama, todo ello al servicio del espectáculo y la acción.

-POR SUS MAGNÍFICOS DIÁLOGOS. Esto es una consecuencia del punto anterior: Erikson tiene una capacidad casi natural para exprimir al máximo las conversaciones entre personajes. Malaz logra que cada intercambio dialéctico se convierta en algo memorable, con una mezcla de información, profundidad, filosofía y humor que es difícil de encontrar en otros libros del género. Gracias a esto los viajes en Malaz nunca se hacen aburridos, y es fácil dejarse llevar durante páginas enteras solo escuchando hablar a los Abrasapuentes, a Icarium y Mappo, Lady Envidia y sus acompañantes, Karsa Orlong y los toblakai, a los Cazahuesos, los hermanos Beddict (¡Tehol y Bicho son muy grandes!), y un larguísimo etcétera. (¡Ah, y en ocasiones no hace falta ni siquiera que sean diálogos porque ahí tenemos como ejemplo los interminables monólogos de Kruppe o Iskaral Pust!)

-POR LA MAGNITUD DE LOS CONFLICTOS NARRADOS. En Malaz todo es de una proporción descomunal: desde la misma intervención en los asuntos mundanos de los Ascendientes (el equivalente a los dioses en el mundo de Erikson) hasta el hecho de que el punto de partida de todos los conflictos tenga un origen milenario. Pero no os equivoquéis: aquí todo esta muy igualado desde el momento en el que los mismo mortales pueden hacer tambalearse el poder de los Ancestrales o incluso matarlos. Nadie ni nada es intocable en el mundo malazano.
La pasión del arqueólogo Erikson por las culturas y civilizaciones antiguas, por el peso de la historia y sus consecuencias sobre los que pueblan el mundo en la actualidad, queda perfectamente reflejado por la multitud de civilizaciones diferentes que conocemos en Malaz. Decenas de razas en conflicto, mil visiones diferentes de la vida, ocho gigantescos continentes donde diversos reinos e imperios de todo tipo pugnan por imponerse... o simplemente luchan por sobrevivir. Malazanos, rhivi, tlan i'mass, tiste andii, tiste edur, toblakai, trell, daru, jaghut, letherii... la nómina de habitantes de este universo parece no tener fin (lo que por supuesto repercute en beneficio de la sorpresa y el continuo sentido de la maravilla del lector).
Asimismo asistimos a un asombroso despliegue mágico a través del poder de las diversas sendas (un misterio igual de enrevesado que la trama y del que el lector poco a poco irá conociendo más detalles). La hechicería y la magia en Malaz nos aseguran una espectacularidad grandiosa en cada conflicto, y siempre con consecuencias terroríficas para la supervivencia de muchos de los personajes. Y eso nos lleva a...

-POR LA ÉPICA DE LAS BATALLAS. Si la magnitud de la trama es apabullante, lo mismo se puede decir de todos y cada uno de los enfrentamientos bélicos que ocurren. En Malaz no todo es magia, y en más de una ocasión el destino de los personajes se decide en el burdo choque de los aceros. Nombres como Pale, la Cadena de Perros, Capustan, Coral Negro, Y'ghatan o Letheras (por mencionar solo unas pocas de las grandes batallas de la saga de Erikson) quedarán grabadas en vuestra memoria con un solo adjetivo: ÉPICO.
Erikson sabe juntar con maestría todos los ingredientes necesarios para dejar sin respiración al lector: personajes que se juegan la vida en cada página, ejércitos de tamaños desproporcionados lanzados a la lucha, asedios en los que se juega el destino de todo un mundo, criaturas sacadas de las pesadillas más oscuras, ... Todo esto narrado a un ritmo impresionante, sobre todo en los tramos finales de todas las novelas. Erikson siempre junta en el último tercio las diversas tramas que ha ido desarrollando y logra hilvanarlas en una montaña rusa de acción, sentimientos y revelaciones que nunca dejan indiferente.

-PORQUE NO HAY ROLES DE GÉNERO. ¿Cansados de fantasías cortas de miras que se limitan a reproducir (o copiar burdamente) estructuras sociales, mentales y culturales dignas del más oscuro medievo?  En Malaz el Libro de los Caídos se acaba de un plumazo con los estereotipos que se limitan a trasladar entornos medievales a mundos de fantasía. Erikson clava una espada directamente en el corazón de estas rancias propuestas y nos lleva a un mundo donde hombres y mujeres están en igualdad de condiciones, y cualquiera de ellos puede ser un soldado, un asesino, un poderoso hechicero o el más despiadado ascendiente. Su amplia galería de protagonistas está copada de hombres y mujeres que no se reparten roles por razón de su sexo, sino por sus habilidades, capacidades o ambiciones. Y gracias a la magia de las sendas se crea un universo fantástico "sin sesgo de género", que hace que no se imponga una estructura de poder basada en el género.

-POR LA INFANTERÍA MALAZANA. Nunca encontraréis un grupo más aguerrido, más fiel, más osado... y más loco. Los 'marines' malazanos son de una pasta especial, capaces de lanzarse al encuentro de Ancestrales, magos, demonios y cualquier otra fuerza enemiga armados solo con sus espadas y sus ballestas reglamentarias. Claro que eso no es todo, porque con un puñado de municiones moranthianas (unos cuantos malditos y fulleros nunca vienen mal) es posible abrirse un camino de sangre y fuego por la misma garganta del Embozado. Lo que yo os diga, épica con mayúsculas.
Pero Erikson, que ha mamado la fantasía oscura y descarnada de sagas como La Compañía Negra de Glen Cook, sabe que el lector moderno está cansado de la épica luminosa y buenista. Por eso los soldados malazanos son tipos descreídos, que están de vuelta de todo y que saben que están metidos en la mierda hasta el cuello y lo único que pueden hacer en un mundo tan complejo es preocuparse de salvar la vida del soldado que está a su lado (el mismo tipo que se juega la vida por ellos). La visión del mundo de los soldados malazanos, ente irónica y cargada de humor negro, pero sobre todo profundamente y descarnadamente realista, es uno de los elementos que más se disfruta de la saga.

Engendro de Luna (por InvisibleFrame).

-POR LO INESPERADO. ¿Queréis giros de guión inesperados? ¿Queréis revelaciones que os dejarán con la mandíbula desencajada y os harán replantearos todo lo que habéis leído? ¿Queréis sufrir acompañando a decenas de personajes principales que se juegan la vida a cada momento? El Libro de los Caídos os asegura todo eso y más; el nombre de la saga lo deja bien claro porque durante el camino recorrido en las diez novelas de Erikson serán muchos los que caerán.
Malaz no es un sitio seguro: batallas, enfrentamientos mágicos, alianzas inestables, traiciones, emboscadas, sendas plagadas de peligros, rebeliones, tiranos que solo buscan la destrucción, razas enfrentadas a muerte, enemigos terribles que aparecen de pronto... pero todo ello con el punto de mira puesto en personajes profundamente humanos (a pesar de que en ocasiones pertenezcan a razas muy alejadas de nosotros), y donde lo peor y lo mejor de la condición humana será puesto a prueba en cada novela. Solo los más fuertes y los más capaces seguirán adelante, para hacer frente a la más terrible de las amenazas... pero eso será mejor que lo comprobéis por vosotros mismos.

-PORQUE NOS HACE REFLEXIONAR SOBRE NUESTRA PROPIA REALIDAD. No os dejéis engañar: aunque la saga de Erikson nos traslada a lo que nos puede parecer un universo ficticio muy lejano, el arqueólogo y antropólogo canadiense tiene los pies firmemente asentados en nuestra realidad diaria. A través de las diversas novelas de su decalogía Erikson es capaz de examinar con ojo crítico y certero diversas estructuras de poder (político, religioso o económico) así como las moralidades imperantes en la sociedades para desnudarlas antes nuestros ojos. El autor pondrá en la palestra las flaquezas, las dobles morales, las imperfecciones o (directamente) las vilezas de los que detentan el poder y los que lo sufren, de los que imponen su voluntad y los que la cumplen, de los que crean las reglas morales o religiosas y los que las acatan.

Y, sin duda, lo más importante de todo esto: Erikson no escribe su saga para sentar cátedra o imponer al lector su opinión personal. El escritor, con su crítica mordaz y descarnada, se limita a desnudar todos estos elementos de sus oropeles para dejar que sea el lector el que saque sus propias conclusiones. Os aseguro que en ninguna otra saga fantástica vais a reconocer tantos elementos de nuestra realidad, ni los vais a ver tan puestos en entredicho como en el Libro de los Caídos.

-PORQUE ESTÁ CONCLUIDA. Último, pero no menos importante, es que la saga de Steven Erikson está cerrada. En un mundo literario donde las sagas y trilogías fantásticas se alargan hasta lo insufrible para el sacrificado lector, el autor canadiense sin embargo brilla por su rapidez creativa y en febrero de 2011 publicaba The Crippled God, décimo volumen con el que quedaban cerradas todas las tramas del Libro de los Caídos.
La tortuosa historia de su publicación en español, en cambio, ha hecho que todavía no la tengamos concluida en nuestro idioma. Cuando parecía que nunca lo iba a estar, tras quedar suspendida (una segunda vez) en su séptimo volumen, la suerte para los malazanos parece haber cambiado para mejor ya que el sello fantástico Nova ha recuperado la saga de Steven Erikson, reeditándola desde su primer libro al tiempo que nos trae los últimos tres entregas de la saga. Cumpliendo estos planes de publicación, 2020 ha visto la salida en español El Dios Tullido, décimo y último volumen de la saga.

COMPARTIR en