Campo de batalla, por Siana Dimitrova. |
La fantasía en español es uno de esos procelosos y peligrosos lugares en los que a los autores patrios más les conviene llegar armados de la cabeza a los pies, como si de un campo de batalla se tratara. Hoy visita el blog uno de esos autores que se está abriendo camino con la fuerza de su palabra, mucha ilusión y una obra de fantasía épica realmente destacable. Se trata del madrileño Tomás Sendarrubias, autor de la trilogía (ya completada) de Las Crónicas del Dios Muerto. Esta saga fantástica formada por Las Cortes de la Tormenta, La Guerra Relámpago y Las Reinas del Trueno nos lleva hasta un mundo de factura medieval donde diversos reinos y personajes se enfrentan entre si, y donde los antiguos dioses desterrados del mundo amenazan con regresar para cambiar todo para siempre. Sendarrubias ha construido una adictiva historia llena de realismo, magia, tramas políticas, batallas, traiciones y giros sorprendentes en un mundo de factura medieval con un trasfondo histórico-social construido con mimo y detalle.
En las reseñas que he enlazado arriba tenéis mi opinión sobre las dos primeras entregas de la saga, pero hoy podéis conocer muchos más detalles de esta fascinante trilogía española gracias a esta entrevista al propio Tomás Sendarrubias. El autor madrileño nos explica con detalle, y de forma muy amena, como descubrió la fantasía, sus autores fetiches, como es escribir una trilogía formada por libros de más de 700 páginas, los entresijos del mundo de Las Crónicas del Dios Muerto, el difícil mundo de la publicación en español o cuáles son sus próximos proyectos. Una lectura muy recomendable, tanto para los que queráis saber más sobre su obra, como para aquellos que estéis iniciándoos en el mundo de la escritura en español.
Reconoces que tu primer
acercamiento al género fantástico fue gracias a la película animada de El Señor
de los Anillos de Ralph Bakshi, y que gracias a ella llegaste a las novelas de
J. R. R. Tolkien y la fantasía. ¿Cuáles fueron los primeros autores que leíste
del género y que te fascinó de ellos? ¿Cuáles te parecen que son tus
principales influencias (incluyendo autores que no sean de la fantasía épica)?
El primer autor de género fantástico que leí fue, como comentas arriba,
Tolkien, y después vino T.H y su saga Camelot, en la que adapta el mito
artúrico tal y como lo había dejado plasmado Thomas Malory en La Muerte de
Arturo. Y con todo esto, un poco antes o un poco después, no sé, estaban la
serie de dibujos de Dragones y Mazmorras, y los librojuegos de los ochenta... Y entonces, llegó la Dragonlance. El primero
de los libros que leí de esta saga (y que curiosamente era el segundo de la
trilogía original, La Tumba de Huma) lo encontré en la biblioteca de la piscina
municipal, y a partir de ahí empecé a leer de forma casi obsesiva toda la saga,
lo que estaba ya publicado y lo que iba saliendo. Supongo que como casi todo el
mundo de mi época, anduve entre la Dragonlance y los Reinos Olvidados. Y lo que
me gustaba de ellos es que todo era épico, todo era posible, y al mismo tiempo,
todo era muy claro... los buenos eran buenos, los malos eran malos... Y los personajes que se movían entre medias,
como podían ser Raistlin en la Dragonlance o Kelenvor Lionsbane en Avatar, eran
la versión literaria de Lobezno, mucha mala leche aparente, pero en el fondo
buen corazón. Luego llegarían Marion Zimmer Bradley, Stephen Lawhead, Michael
Moorcock... pero creo que fuera del mundo Dragones y Mazmorras, el que me dejó
más "tocado" fue Guy Gavriel Kay, en dos de sus trabajos, y por
motivos muy diferentes, la verdad. En Tigana me encontré por primera vez con
una novela histórica pasada por el tamiz de la fantasía, algo a lo que en su
momento no le di toda la importancia que tenía, y que luego resultó muy
evidente cuando me metí a leer Canción de Hielo y Fuego o La Trilogía de los
Match. Había visto a alguien hacer eso antes, y había sido a Guy Gavriel Kay en
Tigana. La otra obra de Kay que me gustaría mencionar es El Tapiz de Fionavar.
La mezcla de mitología artúrica con fantasía épica, personajes de nuestro
mundo, drama, tragedia, romance, aventuras... Los leí cuando estaba acabando el
instituto o empezando la facultad, no tengo la fecha bien ubicada, pero sin
duda ha habido muy pocos libros que haya vivido tan intensamente.
En cuanto a influencias, es una cosa un poco... rara. Podemos hablar de
qué autores considero que he podido aprender algo, aunque tampoco sabría decir
hasta que punto me puedo parecer a ellos o han influido en lo que yo hago.
Dentro de la literatura de fantasía más contemporánea, la verdad es que sí que
hay tres a los que tengo que destacar, y con los que me encontré prácticamente
de forma simultánea: Andrzej Sapkowski, Scott R. Bakker y George R.R Martin.
Fui alternando la lectura de La Saga de Geralt de Rivia, Príncipe de Nada y
Canción de Hielo y Fuego, y puede que sean los libros que más hayan influido en
Las Crónicas del Dios Muerto, pero sobre todo porque cuando los leí fue cuando
me di cuenta de que quería hacer algo así. Al margen del mundo de la fantasía
épica, espero haber aprendido algo de Neil Gaiman, que ha sido siempre un
auténtico fetiche para mí; de Dan Simmons, Clive Barker, Colleen McCullough...
Hasta del sentido dramático de Shakespeare, la poética de Lorca o el sentido de
la tensión de Stephen King cuando se pone a escribir bien... Y no puedo dejar
de lado todo el cómic que he leído, que es mucho. Chris Claremont, Geoff Johns,
Grant Morrison... Así que más que
influencias, espero haber estado a la altura de los profesores que he elegido
tener.
Tu principal obra es la trilogía
Las Crónicas del Dios Muerto, formada por Las Cortes de la Tormenta, La Guerra
Relámpago y Las Reinas del Trueno, que has completado hace poco. Tus tres
novelas nos meten en un complejo mundo de reinos enfrentados, con una larga
historia común previa y diversas culturas. ¿Cómo presentarías esta saga a un
lector que no la conoce y qué elementos destacarías de ella?
Creo que uno de mis amigos, después de leerse Las Cortes de la Tormenta
dio una buena definición del espíritu de la novela, una definición mejor de la
que creo que yo podría haber hecho, y es que La Saga del Dios Muerto podría ser
nuestro siglo XVI con elfos y magia. Me hizo mucha gracia, y además, me pareció
muy acertada. Las Crónicas del Dios Muerto transcurren en un lugar llamado El
Mundo, en un continente al que llaman simplemente Occidente, y que está
dividido en una serie de regiones o "naciones" que en muchas
ocasiones se enfrentan entre sí por temas políticos y territoriales. El Imperio
de Haavgaard es la más poderosa de estas estructuras políticas, y al mismo
tiempo quizá la más frágil, ya que su estabilidad se asienta sobre un
equilibrio poco seguro entre seis familias, dos de las cuales, los Acheron y
los Drakenberg, se enfrentan por las ambiciones de sus respectivos dirigentes,
el Emperador Franz Acheron y el Margrave Kade Drakenberg. Allesyr y Llyr son
dos reinos vecinos al Imperio y con un secular enfrentamiento entre ellos. Los
herederos de ambas monarquías son algunos de los protagonistas de las novelas,
ya que se verán enredados no solo en las intrigas de sus padres, sino en los
propios lazos del destino y la historia, contra los que muchas veces tienen que
luchar para definir quienes son en realidad cada uno de ellos. Además, en Allesyr
viven los restos de un antiquísimo pueblo no humano, los Sidhri, que en un
tiempo pasado dominaron buena parte de Occidente, pero que ahora se han visto
reducidos a casi un vestigio... pero que planean recuperar al menos parte de su
poder. Por último, hay otras tres entidades políticas importantes: la Liga de
Ciudades Libres de Montgiscard, formada por una serie de ciudades-estado de
corte renacentista, el matriarcado de Slavyr, salvajes jinetes de las llanuras
que amenazan al propio Imperio, y el gigante de Troika, una espada que pende
amenazante sobre el resto de Occidente. Pero el principal punto de conflicto en
la trilogía no es político, sino cultural, ya que lo que se enfrentan son dos
formas de ver la propia existencia, y que se encarnan en la Fe y la Ciencia.
Hace aproximadamente cuatrocientos años, uno de los Diez Dioses fue asesinado,
y desde ese momento, los nueve dioses restantes abandonaron el Mundo y a sus
fieles, que se han transformado con el tiempo en los llamados Atribulados, los
seguidores del Dios Muerto. Y cuando los dioses desaparecieron, se llevaron con
ellos la magia, el poder de la Exaltación. Pero hay atisbos de que los dioses
pueden volver, y con ellos la magia... y eso hace que el cisma entre Fe y
Ciencia se vaya haciendo cada vez mayor.
Y creo que esto último es lo que yo destacaría de la historia, el conflicto entre formas de entender el propio mundo... junto a unos personajes que no sé qué tal se verán desde fuera, pero a los que desde dentro yo les he cogido cariño.
Y creo que esto último es lo que yo destacaría de la historia, el conflicto entre formas de entender el propio mundo... junto a unos personajes que no sé qué tal se verán desde fuera, pero a los que desde dentro yo les he cogido cariño.
Una historia tan extensa y rica
en detalles no puede ser flor de un día. ¿Cómo se originó esta historia en tu
mente? ¿Cuándo empezaste a construir este mundo, sus personajes y sus
historias?
Bueno, no ha sido algo inmediato, desde luego. Supongo que empezó a tomar
forma entre 2010 y 2011, fue por entonces cuando empecé a querer contar algo, y
en principio, la idea es que fuera una novela histórica sobre Enrique VIII.
Estuve documentándome sobre la época, sobre los personajes de la corte que iban
más allá del propio rey y sus esposas, y empecé a ir hacia atrás, hacia la
Guerra de las Rosas, y hacia los Plantagenet... Y de pronto todo me parecía
enorme, inalcanzable. No quería que se me escapara ningún detalle. ¿Quiénes
eran los caballeros del rey? ¿Quién le acompañaba mientras dormía? ¿Quiénes
eran los amigos de infancia de Ana Bolena? ¿Cuál era la verdad tras la
infidelidad de Catherine Howard? Me estaba metiendo en un charco inmenso, pero
entonces, como he dicho antes, aterrizaron en mis manos Sapkowski, Bakker y Martin.
Y con ellos, el recuerdo de Tigana y Guy Gavriel Kay. Fue entonces cuando me di
cuenta de que no me hacía falta contar la historia de Enrique VIII, no me hacía
falta una historia sobre los Tudor, no necesitaba contar una historia sobre
nuestro mundo. Podía crear mi propio mundo, y llenarlo con todo lo que
necesitara. Así que en 2012 tenía aproximadamente ya trazadas las grandes
líneas maestras que iba a seguir, la mayoría de los personajes, la geografía,
etc.
Las tres novelas de tu saga conforman
una vasta y compleja historia. ¿Te ha llevado mucho tiempo finalizar la
escritura de cada una de ellas? ¿Has tenido que sacrificar mucho tiempo para
dedicarlo a construir este mundo fantástico?
En tiempo de escritura como tal, cada novela me ha llevado
prácticamente un año. Quizá algo menos la primera, quizá algo más la tercera,
por aquello de que tiene más páginas, pero en ese sentido he sido bastante
regular. Luego está el tiempo de revisión, el de lectores beta... y bueno, un
tropezón editorial con la primera parte, donde pagué la novatada del autor
primerizo, así que esperé a mover la segunda parte a que los derechos de la
editorial sobre la primera se hubieran extinguido, pero bueno, me siento
bastante orgulloso de haber sido capaz de terminar toda la historia en un
tiempo razonable.
El tiempo... bueno, ha sido una inversión, la verdad. Por suerte, de siempre he contado con el apoyo y la comprensión de todo el mundo que he tenido a mi alrededor, mis padres, mis amigos, sobre todo mi pareja, así que parece que se hace menos difícil invertir parte del tiempo "libre" en escribir. Y la verdad es que me he divertido mucho haciéndolo, y he tenido la sensación en muchos momentos de que todo era bastante fluido.
El tiempo... bueno, ha sido una inversión, la verdad. Por suerte, de siempre he contado con el apoyo y la comprensión de todo el mundo que he tenido a mi alrededor, mis padres, mis amigos, sobre todo mi pareja, así que parece que se hace menos difícil invertir parte del tiempo "libre" en escribir. Y la verdad es que me he divertido mucho haciéndolo, y he tenido la sensación en muchos momentos de que todo era bastante fluido.
Sin duda tus novelas destacan
por su detallismo y su cuidado telón de fondo histórico, muy rico y minucioso.
Desde las comidas, las ropas a los detalles artísticos, filosóficos o bélicos
(todo lo que podemos englobar dentro del término worldbuilding). Tu formación
de historiador medievalista se filtra claramente en tu obra, y me parece que te
ha ayudado a darle mucha más profundidad a
la historia y las culturas de tu mundo imaginario. ¿Surgió de una forma
natural? ¿Querías que el mundo del Dios Muerto contara con la mayor profundidad
posible para que pareciera real a ojos del lector?
Esto forma parte de la obsesión por el detalle de la que hablaba antes.
Detrás de todo el entusiasmo que le he dedicado siempre a la fantasía, como has
dicho hay un historiador, aunque sea de espíritu y formación que no de oficio,
y para tenerle contento, el mundo que iba a crear tenía que ser lo más real
posible. Quería que mis personajes hablaran de filosofía, de arte, de
literatura, y para eso, tenía que haber filósofos, artistas y escritores. En
nuestro mundo hay diferencias entre la obra de Rafael y la de Tiziano, por
ejemplo, y si vas a poner a dos personajes a conversar en una galería de arte,
los cuadros de los que hablan también tienen que tener esas diferencias. Y lo
mismo pasa con la comida o la ropa. En Las Cortes de la Tormenta, la mayoría de la acción transcurre entre
Llyr, Allesyr y el Imperio, y con algunas diferencias climáticas, son los tres
entornos más parecidos culturalmente de Occidente, pero en según fui avanzando
en las novelas, fui ampliando el mundo. Styria, por ejemplo, forma parte del
Imperio, pero está muy lejos de Heddemburg o Término, su clima es mucho más
cálido, y su forma de vivir mucho más orientada al mar. La mesa de uno de los grandes
mercaderes de Acquaviva, que quiere impresionar a sus comensales con platos
traídos de cada uno de los puntos del mundo conocido y al que no le importa
despilfarrar en... yo que sé, lenguas de golondrina, no puede tener nada que
ver con lo que come un cazador en las llanuras de Slavyr. Y no sólo es algo
descriptivo, creo que también hay un peso dramático y narrativo. Según avanza
la trama, las circunstancias cambian, y cosas que eran fáciles de conseguir se
convierten en auténticos tesoros. Cuando las cosechas de uva arden, el vino es
un auténtico tesoro. Y bueno, el haber estudiado historia y haber leído mucho
sobre ello ha sido un factor determinante a la hora de proyectar este mundo y
darle la profundidad que consideraba necesaria.
También cabe destacar que en tu
historia incluyes personajes no normativos o sociedades guerreras de tipo
matriarcal, lo que aporta un soplo de aire fresco a un mundo de estilo medievalizante.
¿Querías así alejarte de la mayoría de mundos fantásticos, demasiado apegados a
la Edad Media europea?
¡Yo estoy muy apegado a la Edad Media Europea! :) Pero sí, a ver. Esto
supongo que te lo tengo que contestar en dos partes. Por un lado, aunque la
base que utilicé para El Mundo fuera nuestra propia historia, quería que fuera
una inspiración, no un calco. De ahí esas sociedades guerreras matriarcales,
por ejemplo, como es el caso de los jinetes de las llanuras de Slavyr,
dirigidos por una Tsarika y un consejo de mujeres sabias y guerreras, o las
ciudades de Troika, gobernadas por una sociedad trinitaria (tres ciudades
importantes, tres gobernantes en cada una de ellas), y cuyos gobernantes no
reinan en su nombre, sino en el de la máscara y el color que utilizan. Y sobre
los personajes no normativos, si empiezo a decirte que se trata de una
reivindicación o algo parecido, te estaría engañando y me estaría poniendo unas
medallas que no me corresponden. Se trata sólo de que era lo natural, lo que
esta historia en concreto requería. En las novelas hay conflictos entre
visiones del mundo, entre naciones, pero también dentro de los propios
personajes. Por ejemplo Aethyr, el heredero de Allesyr, se encuentra con muchos
desafíos durante la historia, y el más pequeño de ellos no es aprender a
entenderse a sí mismo. Le han preparado para gobernar, pero no para ser quién
es de verdad o para entender lo que siente, y esa tensión se traslada a la
trama, y le hace tomar decisiones que de otro modo no tomaría. Y además, creo
que la normalización pasa precisamente por esto, porque no haga falta hacer un
esfuerzo crear estos personajes, ni ponerles en situaciones forzadas. Si no
somos capaces de leer en una novela de fantasía cómo dos hombres se besan sin
que eso sea algo llamativo, ¿cómo vamos a poder verlo por la calle sin que sea
algo llamativo?
Se suele decir que los autores
tienen claro el inicio y el final de sus libros o sagas, y que es por el camino
intermedio donde surgen muchas desviaciones. ¿Es así en tu caso? ¿Hasta que
punto tenías claro el desarrollo de tu saga del Dios Muerto? ¿Hubo muchas
sorpresas y giros que no esperabas durante su escritura?
La historia ha dado vueltas y revueltas. Como tú mismo dices, tenía
claro desde dónde arrancaba y tenía claro hasta donde quería llegar. Bueno, y
varios momentos del corazón de la historia, claro. En mi caso, además, esto era
más sencillo, ya que como he comentado antes y como tú mismo señalaste cuando
comentaste la primera de las novelas en el blog, he trabajado sobre una base
histórica, y había un camino ya marcado que podía seguir. Luego simplemente he
tenido que ver en qué puntos me apartaba de ese camino y elegía mis propias
bifurcaciones. Pero siempre había pensado que lo que se suele decir de que los
personajes cobran vida y muchas veces se revuelven contra las decisiones del
autor era una exageración... hasta que los he tenido en mis manos y se han
negado a morir, o se han negado a vivir, o han aparecido de pronto y han dicho
"eh, aquí estoy yo, y me voy a quedar con esta parte de tu historia".
Y puedo poner ejemplos, con nombres y apellidos, aunque voy a intentar hacerlo
sin spoilers. Tenía previsto que uno de los personajes principales de Las
Cortes de la Tormenta, muriera hacia la mitad del primer libro, pero después de
una charla al respecto con mi pareja, decidí darle una oportunidad e incluirle
en una nueva trama... Y su evolución me sorprendió incluso a mí. Viktor Zweig,
el embajador imperial en Allesyr, se presenta hacia la mitad del primer libro,
y tenía previsto que fuera un personaje prácticamente casual. Nada, se negó a
desaparecer, y de hecho, cogió tanto peso en la historia que sin duda es uno de
los protagonistas. Y también me ha pasado lo contrario. Tenía grandes planes
para uno de los personajes femeninos más fuertes de la primera parte, y sin
embargo, según avanzaba la historia, me di cuenta de que iba perdiendo fuelle,
y de hecho, pasa a un discreto segundo plano hasta el tercer libro.
Y la verdad es que es una sensación muy divertida. Me he encontrado de pronto mirando a algunos personajes y pensando "eh, ¿de verdad vas a hacer eso?". Y tras darle un par de vueltas, decir "adelante, vamos a ver qué pasa ahora".
Y la verdad es que es una sensación muy divertida. Me he encontrado de pronto mirando a algunos personajes y pensando "eh, ¿de verdad vas a hacer eso?". Y tras darle un par de vueltas, decir "adelante, vamos a ver qué pasa ahora".
Has recurrido a la autoedición para
publicar tu saga y debo decir que el resultado es excelente, una sencilla edición
en tapa blanda pero de apariencia sumamente profesional. ¿Cuentas con la ayuda
de mucha gente la hora de revisar/corregir errores del manuscrito y para preparar
la maquetación final de tus novelas? ¿Qué es lo que te decidió a la lanzarte a
la autoedición de novelas tan extensas?
Te voy a contestar en orden inverso para ponerlo todo en cronología.
Cuando tenía terminado el primer volumen, Las Cortes de la Tormenta, me hice
con un listado de editoriales y empecé a contactar con ellas, por si estaban
interesadas. Realmente tampoco tenía mucha más idea de qué hacer ahora que
tenía ya el libro terminado, y vaya, di con una que se mostró interesada. La
verdad es que fue muy emocionante, ¡se habían interesado por la novela! En
aquellos tiempos yo colaboraba con una página de fanfic sobre comics,
Marveltopia, y el editor, que tenía cierta experiencia, me comentó que no tenía
muy buenas referencias sobre esa editorial. Pero en fin, pensé que hay de todo
en la viña del señor, y que quería probar. Pero fue un desastre, de verdad.
Hicimos una presentación en Madrid, donde la presentadora, que no se había
terminado de leer la novela (la había leído en diagonal, fue una gran frase),
llevó una caja con los libros y los vendía mientras yo firmaba... y no volví a
saber nada de ellos salvo de forma eventual, cuando les pedí copias de prensa
que no enviaron y cuando reclamé porque había amigos que estaban pidiéndolo en
Casa del Libro (estaba en su catálogo) y les decían que estaba descatalogado. Decidí
no presentarles la segunda parte, y rechacé la ampliación de contrato que me
ofrecieron. Le di algunas vueltas, y alguien me habló de la existencia de
Createspace, eché un ojo... Y bueno, ahí están los tres libros. Realmente no
valoré que fueran novelas extensas o no, sino que era una forma sencilla de poner
los libros en circulación y sin intermediarios. No porque esté en contra de los
intermediarios si estos cumplen con sus funciones, es simplemente que mi
experiencia con ellos no ha sido buena.
Sobre el trabajo en el libro físico, he tenido la ayuda de varios lectores beta que me han ayudado a valorar la novela (mi pareja por ejemplo ha leído cada uno de los capítulos según lo terminaba de escribir para darme una primera impresión en caliente), y también a encontrar erratas, aunque la corrección como tal la he hecho yo personalmente. Y es la peor parte de escribir, de verdad. Por lo menos a mí se me ha hecho muy aburrido, la verdad es que cuesta. El mapa que acompaña los libros y las ilustraciones de las tres portadas son obra de Pedro García, amigo y compañero de muchas tardes de rol, que ha hecho un trabajo estupendo que salta a primera vista. Y para algo tan complicado como es la maquetación, que era probablemente mi mayor preocupación, tuve la suerte de conocer a Miguel Ángel Pedrajas, que se encargó de la maquetación de un trabajo conjunto en el que participé hace un par de años de la mano de Álvaro Loman, un homenaje a Terry Pratchett titulado Para el Maestro¸ y tiene todo el mérito de haberle dado la forma que tienen a los tres libros de la saga.
Sobre el trabajo en el libro físico, he tenido la ayuda de varios lectores beta que me han ayudado a valorar la novela (mi pareja por ejemplo ha leído cada uno de los capítulos según lo terminaba de escribir para darme una primera impresión en caliente), y también a encontrar erratas, aunque la corrección como tal la he hecho yo personalmente. Y es la peor parte de escribir, de verdad. Por lo menos a mí se me ha hecho muy aburrido, la verdad es que cuesta. El mapa que acompaña los libros y las ilustraciones de las tres portadas son obra de Pedro García, amigo y compañero de muchas tardes de rol, que ha hecho un trabajo estupendo que salta a primera vista. Y para algo tan complicado como es la maquetación, que era probablemente mi mayor preocupación, tuve la suerte de conocer a Miguel Ángel Pedrajas, que se encargó de la maquetación de un trabajo conjunto en el que participé hace un par de años de la mano de Álvaro Loman, un homenaje a Terry Pratchett titulado Para el Maestro¸ y tiene todo el mérito de haberle dado la forma que tienen a los tres libros de la saga.
Hace poco que se publicó Las
Reinas del Trueno, tercer y último volumen de la saga del Dios Muerto. ¿Cómo te
sientes después de haber concluido la publicación de una historia que te habrá
acompañado durante tanto tiempo? Y ¿nos puedes adelantar si ya estás trabajando
en alguna nueva novela fantástica o algún otro proyecto?
Ufff, pues es una sensación rara. Por un lado, está el orgullo de mirar
los tres libros juntos y decir "ey, sois mis chicos, sois mi
historia". Pero por otro lado es como haber terminado un viaje, con la
sensación agridulce de haberlo pasado muy bien, pero ser consciente de que se
ha terminado.
Y como soy una mente inquieta, claro que estoy con otro proyecto. O proyectos. Depende del día. Cuando terminé la novela, tenía tres ideas en mente, y como no me decidía por cual arremeter, las puse en mi facebook y lo sometí a votación. Empecé a trabajar un proyecto de nuevo fantástico (la cabra tira al monte, ¿no?), en el que mezclaba un mundo oriental con magia y western, pero la historia comenzó a enrevesarse, y quería hacer algo más corto, que no me llevara de nuevo tres libros y más de dos mil páginas, así que he aparcado temporalmente esa historia y estoy escribiendo algo más... comedido, que espero poder dejar en un único libro de unas trescientas o cuatrocientas páginas como mucho y que sea autoconclusivo, aunque posteriormente pueda escribir más historias en ese mundo. Te adelanto, que hay confianza, la historia se desarrolla en Nueva Orleáns, en 1882, en nuestro mundo... más o menos, porque veinte años atrás ocurrió un evento que ha llenado la Tierra de magia, de elfos, hadas y dragones... Y con este panorama como trasfondo, hay que investigar un asesinato...
Pero bueno, mientras el cuerpo y la mente aguanten, una de las ideas que tengo en mente es volver al mundo de Las Crónicas del Dios Muerto, con una nueva historia independiente de la saga anterior, y que ocurriría unos veinte años después del final de Las Reinas del Trueno.
Ideas tengo muchas, sólo necesito que me toque el Euromillón para poder dedicarme plenamente a ellas... :)
Y como soy una mente inquieta, claro que estoy con otro proyecto. O proyectos. Depende del día. Cuando terminé la novela, tenía tres ideas en mente, y como no me decidía por cual arremeter, las puse en mi facebook y lo sometí a votación. Empecé a trabajar un proyecto de nuevo fantástico (la cabra tira al monte, ¿no?), en el que mezclaba un mundo oriental con magia y western, pero la historia comenzó a enrevesarse, y quería hacer algo más corto, que no me llevara de nuevo tres libros y más de dos mil páginas, así que he aparcado temporalmente esa historia y estoy escribiendo algo más... comedido, que espero poder dejar en un único libro de unas trescientas o cuatrocientas páginas como mucho y que sea autoconclusivo, aunque posteriormente pueda escribir más historias en ese mundo. Te adelanto, que hay confianza, la historia se desarrolla en Nueva Orleáns, en 1882, en nuestro mundo... más o menos, porque veinte años atrás ocurrió un evento que ha llenado la Tierra de magia, de elfos, hadas y dragones... Y con este panorama como trasfondo, hay que investigar un asesinato...
Pero bueno, mientras el cuerpo y la mente aguanten, una de las ideas que tengo en mente es volver al mundo de Las Crónicas del Dios Muerto, con una nueva historia independiente de la saga anterior, y que ocurriría unos veinte años después del final de Las Reinas del Trueno.
Ideas tengo muchas, sólo necesito que me toque el Euromillón para poder dedicarme plenamente a ellas... :)
Muchas gracias por tu tiempo y
tu atención, Tomás.
Muy buena entrevista, sí señor. Lástima el tema de la editorial, ver cómo te la "juegan" con algo que te ha costado tanto tiempo y en lo que tenías tanta ilusión debe ser una putada enorme. Eso de que si quieres que algo salga bien tienes que hacerlo tú mismo viene al pelo en este caso.
ResponderEliminarPor mi parte, después de la estupenda reseña colgada hace unos días, y teniendo en cuenta que me encantan los mundos con un lore inmenso; tengo previsto meterme en el primer libro en cuanto acabe la lectura que tengo entre manos.
Hola!
ResponderEliminarQuería preguntar: ¿a cuál de los libros de los que bebe (Príncipe de Nada. Canción de hielo y fuego...etc) se parece más?
Gracias!
Que difícil! Supongo que más a Canción de Hielo y Fuego, en cuanto a los conflictos políticos, aunque visto desde dentro es complicado de decir. Gracias por el interés!
ResponderEliminarGracias por responder!
ResponderEliminarEstoy interesado en la trilogía pero es que los autores españoles de fantasía no me suelen gustar mucho (lo siento si resulto impopular) y eso me echa para atrás.
Eso y que una de las fuentes de las que bebe es Príncipe de Nada que no me gustó demasiado por eso mi interés en preguntar a que estilo se parece.
Un saludo!
Para gustos los colores, ¿no? De todas formas, me alegra que te llame la atención. :) ¡¡Muchas gracias!!
EliminarPues en autores españoles te animaría a leer la Espada de Fuego de Javier Negrete o el Nigromante de Carlos Sisi, quizás cambien tu opinión...
EliminarLa verdad que debe ser jodido para los escritores de fantasía vivir aquí. No parece que haya mucho interés de las editoriales. Por el comentario del euromillon, voy a suponer que no se puede vivir de escribir fantasía. Y es una lastima porque es mi genero favorito y apenas se producen sagas asi.
ResponderEliminarIntentare hacerme con una copia, una vez acabe todo lo que tengo pendiente (que no es poco)
Saludos y suerte!
Entre esta entrevista y las reseñas tan positivas que se publicaron hace poco sobre el primer y segundo libro me voy a animar a leerlos en cuanto pueda. Un saludo a Tomás Sendarrubias.
ResponderEliminar¿Alguien sabe si esta disponible en formato digital y donde comprarlo?.
ResponderEliminarCompré los dos volumenes anteriores en digital y tengo ganas de completar la trilogia. Libros que recomiendo mucho. Una vez te haces con los nombres y lugares la historia no tienen nada que envidirle a la literatura fantastica de autoresextranjeros.si algiuien tiene dudas animarse, no os decepcionará.Felicitaciones a Tomás por la hitoria y como la cuenta.