SINOPSIS: Una fuerza aterradora ha surgido en el continente asolado de Genabackis. Como una marea de sangre corrompida, el Dominio Painita cruza el continente como lava hirviente que consume a todos los que no escuchan la palabra de su profeta, el Vidente Painita. En su camino se interpone una alianza incómoda: la hueste de Dujek Unbrazo y los veteranos Abrasapuentes de Whiskeyjack, junto con antiguos adversarios: el caudillo Caladan Brood, Anomander Rake y sus tiste andii. Superados en número y desconfiando de todo y de todos, deben hacer llegar el mensaje a cualquier posible aliado, incluyendo las Espadas Grises, una hermandad mercenaria que ha jurado defender a toda costa la ciudad sitiada de Capustan.
Pero son más los clanes antiguos que se están reuniendo. Los t'lan imass se alzan para responder a una antigua llamada primitiva. Algo maligno amenaza este mundo: las sendas están envenenadas y abundan los rumores sobre un dios que se ha deshecho de sus cadenas y está empeñado en vengarse...
RESEÑA: Que la saga Malaz el Libro de los Caídos no es una lectura fácil ni sencilla es algo que no me canso de repetir... pero al mismo tiempo señalando siempre que es una de sus grandes fortalezas, y lo que la convierte en una de las apuestas más originales, atrevidas y potentes de la fantasía moderna. Steven Erikson se aleja de los convencionalismo para construir una historia compleja, llena de matices y alejada de las respuestas fáciles y rápidas. Malaz es una carrera de fondo poblada de grandes momentos emocionantes, personajes que no dejan indiferentes y un trasfondo que no hace más que empequeñecer al lector ante el grandioso espectáculo épico que se desarrolla ante sus ojos.
Sin duda Memorias de hielo es la muestra perfecta de todo lo que es Malaz. Siempre digo que es mi libro favorito de la saga, el más redondo y potente (quizá solo Mareas de medianoche esté a su altura en mi ranking personal) y desde luego es fácil comprobarlo a lo largo de su más de 1180 páginas. Un grandioso mosaico que muestra las cartas desde el mismo inicio, con un prólogo ambientado unos 298.665 años antes de la actualidad y que nos retrotrae hasta las guerras de t'lann imass y jaghut, que nos lleva a ser testigos de las consecuencias de la caída de un dios y que muestra que la semilla ancestral de cualquier conflicto puede yacer enterrada eones antes de despertar de nuevo.
Este tercer libro de la saga nos trae de vuelta al continente de Genabackis, apenas un mes después de los sucesos finales de Los jardines de la Luna. El ejercito malazano ha sido declarado en rebeldía por la Emperatriz Laseen (que está bastante ocupada tratando de controlar la rebelión en Siete Ciudades, tal y como vimos en Las puertas de la Casa de la Muerte), y por lo que Dujek Unbrazo, Whiskejack y compañía ahora se preparan para unir fuerzas con sus antiguos enemigos (Anomander Rake, Caladan Brood y el siniestro Kallor) para enfrentarse a una amenaza todavía más temible: el despiadado Vidente Painita y sus fanáticas legiones. Eso si las respectivas desconfianzas no acaban con tan inestable alianza...
Sin duda Memorias de hielo es la muestra perfecta de todo lo que es Malaz. Siempre digo que es mi libro favorito de la saga, el más redondo y potente (quizá solo Mareas de medianoche esté a su altura en mi ranking personal) y desde luego es fácil comprobarlo a lo largo de su más de 1180 páginas. Un grandioso mosaico que muestra las cartas desde el mismo inicio, con un prólogo ambientado unos 298.665 años antes de la actualidad y que nos retrotrae hasta las guerras de t'lann imass y jaghut, que nos lleva a ser testigos de las consecuencias de la caída de un dios y que muestra que la semilla ancestral de cualquier conflicto puede yacer enterrada eones antes de despertar de nuevo.
Este tercer libro de la saga nos trae de vuelta al continente de Genabackis, apenas un mes después de los sucesos finales de Los jardines de la Luna. El ejercito malazano ha sido declarado en rebeldía por la Emperatriz Laseen (que está bastante ocupada tratando de controlar la rebelión en Siete Ciudades, tal y como vimos en Las puertas de la Casa de la Muerte), y por lo que Dujek Unbrazo, Whiskejack y compañía ahora se preparan para unir fuerzas con sus antiguos enemigos (Anomander Rake, Caladan Brood y el siniestro Kallor) para enfrentarse a una amenaza todavía más temible: el despiadado Vidente Painita y sus fanáticas legiones. Eso si las respectivas desconfianzas no acaban con tan inestable alianza...
Mientras tanto en primera linea de la invasión painita se encuentra la ciudad de Capustan, donde los mercenarios Espadas Grises se preparan para organizar una defensa desesperada. Con un gigantesco ejército a sus puertas, toda resistencia parece una locura y condenada al fracaso, y más aún cuando la propia ciudad es un avispero de envidas y luchas intestinas.
Al mismo tiempo diversos viajeros se acercan desde distintos puntos hacia los límites del Dominio Painita, y se verán involucrados sin quererlo en la violenta guerra que está a punto de estallar. Entre estas fuerzas se encuentran también los ejércitos inmortales de los t'lann imass, convocados después de milenios de existencia para una reunión que podría cambiar el mundo.
Con estas ligeras pinceladas uno puede hacerse una idea la multitud de tramas que maneja Erikson en esta nueva entrega, convirtiendo su lectura en un carrusel imparable. Y es que a los personajes que ya conocimos en la primera novela de la saga, se añaden ahora un buen puñado de nuevos rostros que nos ofrecen una completa visión de todas las facetas de la brutal y despiadada guerra contra el Dominio Painita. Una lucha épica, cargada de grandiosos momentos de acción y combate, de sacrificio y supervivencia, pero que al mismo tiempo se aleja de las habituales confrontaciones de la fantasía para mostrarnos el verdadero rostro de las víctimas de los conflictos: la población civil, de todos y cada uno de los bandos, convertida en la carne de cañón y en los sufridores de todo tipo de miserias.
El corazón del libro, la defensa desesperada de Capustan, no puede dejar indiferente a nadie y es fácil ver la influencia de la guerra moderna en la lucha calle a calle y entre escombros que protagonizan los Espadas Grises y sus aliados, y que nos describe con envidiable pulso ese historiador convertido en narrador que Erikson. El lector no puede dejar de sentir correr más de un escalofrío por su espalda al visualizar en la fantástica Capustan el reflejo de mil conflictos reales, de Stalingrado a Alepo. Nunca la fantasía se había convertido en una denuncia tan clara de la despiadada bestia que es siempre la guerra.
Al mismo tiempo el lector que avanzó fascinado en Los jardines de la Luna y se estremeció con Las puertas de la Casa de la Muerte, ahora puede empezar a ver como encajan las piezas del puzle creado por Erikson. Con pulso firme y gran consistencia el autor canadiense sigue desentrañando los misterios y secretos de su particular universo fantástico, al tiempo que siembra con cuidado las semillas de los siguientes pasos de la saga. Resulta fascinante ir descubriendo el mimo con el que Erikson ha logrado colocar ligeros indicios y sugerencias de lo va a ocurrir más adelante en su decalogía, y que solo en posteriores relecturas relumbran con el brillo de potentes diamantes en la oscuridad. Memorias de hielo está lleno de pequeñas frases o referencias que solo cobrarán sentido pleno para el lector una vez que haya avanzado mucho más en la saga del Libro de los Caídos.
Al mismo tiempo diversos viajeros se acercan desde distintos puntos hacia los límites del Dominio Painita, y se verán involucrados sin quererlo en la violenta guerra que está a punto de estallar. Entre estas fuerzas se encuentran también los ejércitos inmortales de los t'lann imass, convocados después de milenios de existencia para una reunión que podría cambiar el mundo.
Con estas ligeras pinceladas uno puede hacerse una idea la multitud de tramas que maneja Erikson en esta nueva entrega, convirtiendo su lectura en un carrusel imparable. Y es que a los personajes que ya conocimos en la primera novela de la saga, se añaden ahora un buen puñado de nuevos rostros que nos ofrecen una completa visión de todas las facetas de la brutal y despiadada guerra contra el Dominio Painita. Una lucha épica, cargada de grandiosos momentos de acción y combate, de sacrificio y supervivencia, pero que al mismo tiempo se aleja de las habituales confrontaciones de la fantasía para mostrarnos el verdadero rostro de las víctimas de los conflictos: la población civil, de todos y cada uno de los bandos, convertida en la carne de cañón y en los sufridores de todo tipo de miserias.
El corazón del libro, la defensa desesperada de Capustan, no puede dejar indiferente a nadie y es fácil ver la influencia de la guerra moderna en la lucha calle a calle y entre escombros que protagonizan los Espadas Grises y sus aliados, y que nos describe con envidiable pulso ese historiador convertido en narrador que Erikson. El lector no puede dejar de sentir correr más de un escalofrío por su espalda al visualizar en la fantástica Capustan el reflejo de mil conflictos reales, de Stalingrado a Alepo. Nunca la fantasía se había convertido en una denuncia tan clara de la despiadada bestia que es siempre la guerra.
Al mismo tiempo el lector que avanzó fascinado en Los jardines de la Luna y se estremeció con Las puertas de la Casa de la Muerte, ahora puede empezar a ver como encajan las piezas del puzle creado por Erikson. Con pulso firme y gran consistencia el autor canadiense sigue desentrañando los misterios y secretos de su particular universo fantástico, al tiempo que siembra con cuidado las semillas de los siguientes pasos de la saga. Resulta fascinante ir descubriendo el mimo con el que Erikson ha logrado colocar ligeros indicios y sugerencias de lo va a ocurrir más adelante en su decalogía, y que solo en posteriores relecturas relumbran con el brillo de potentes diamantes en la oscuridad. Memorias de hielo está lleno de pequeñas frases o referencias que solo cobrarán sentido pleno para el lector una vez que haya avanzado mucho más en la saga del Libro de los Caídos.
Y como si no la novela no fuera lo suficientemente épica, el último tramo de la novela vuelve a montar al lector en una imparable montaña rusa de emociones y acción. El asalto final al corazón del Dominio Painita es de esos grandes momentos que nos regala la saga malazana, con todo lo que uno puede pedirle a un gran libro de fantasía: sufrimiento, sacrificio y pérdida cobran todo su sentido en las páginas finales y Erikson hace volar por los aires nuestros corazones sin ninguna piedad. Tras terminar la lectura de esta novela creo que estaréis conmigo en que los tres primeros libros de Malaz pueden aparecer perfectamente en el podio de lecturas imprescindibles del género fantástico.
Memorias de hielo es la prueba de lo grandioso y apabullante que es el universo de Malaz. Con gran cuidado Erikson va montando un campo de batalla donde enfrenta destinos y voluntades, donde nos hace ser testigos de una lucha desesperada y sacrificios descomunales, y todo con el fin de elevar la épica a elegía y dejar al lector absorto ante su narración. El escritor canadiense vuelve a mezclar con gran acierto la sensación de la maravilla que desprende su complejo y fascinante universo, con unos personajes realistas que el lector siente verdaderamente cercanos. Una lectura densa y extensa, que por ello mismo recomiendo ir degustando a paso pausado para poder sacarle todo su jugo. Todo ello se puede disfrutar, una vez más, gracias a la cuidada edición de Nova que se mantiene a la altura de las enormes cotas de épica de esta saga, y de la que el lector ya habrá empezado a captar el poso profundo de lo que significa enfrentarse a las páginas del Libro de los Caídos.
VALORACIÓN 10/10
FICHA
Memorias de hielo (Malaz, el Libro de los Caídos 3)
Steven Erikson
Nova
Tapa dura con sobrecubierta, 1184 páginas
Traducción de Marta García Martínez
Corrección de estilo de Alexander Páez