SINOPSIS: En una época fabulosa olvidada por la Historia, las Islas Elder, situadas en el golfo de Vizcaya frente a las costas de la antigua Galia, aún no habían sido reclamadas por las aguas. En ellas medraban hombres y toda suerte de criaturas mágicas. Casmir, monarca de Lyonesse, conspira contra sus vecinos con la dedicación y entrega propias de la realeza.
Hasta que un día, sus meticulosos y bien trazados planes topan con un obstáculo inesperado: la tozudez e ingratitud de su hija, la princesa Suldrun. La trilogía de Lyonesse es una de las cumbres en la extensa producción de Jack Vance, destacado cultivador de la fantasía y la ciencia ficción, géneros en los que ha desarrollado un estilo único, meticuloso en las descripciones, irónico hasta la socarronería y barroco en su presentación de mundos y sociedades tan extrañas como apasionantes.
RESEÑA: La Trilogía de Lyonesse, obra escrita por el célebre autor californiano Jack Vance entre 1983 y 1990, acaba de ser reeditada por ediciones Gigamesh en un cómodo estuche recopilatorio que nos trae de vuelta esta historia que mezcla la fantasía feérica con la historia europea, narrada en un tono que recuerda a las clásicas aventuras del mito artúrico. Vance nos lleva hasta las míticas Islas Elder, un antiguo reino que actualmente se encuentra sumergido pero que en los siglos V-VI d.C. se alzaba en las aguas del golfo cantábrico, entre España e Inglaterra.
En la primera novela de esta trilogía, El jardín de Suldrun, nos encontramos con unas islas que están divididas entre diez reinos que conviven en una frágil paz que en cualquier momento puede convertirse en guerra abierta para hacerse con la supremacía. Las dos principales fuerzas son el sureño reino de Lyionesse, donde gobierna el ambicioso y duro rey Casmir, y el reino norteño de Dahaut. El sueño de Casmir de poder dominar todas las Islas Elder pasa por conseguir un matrimonio ventajoso para su hija primogénita, la independiente y rebelde Suldrun.
Suldrun es una joven poco dispuesta a dejarse llevar por los convencionalismos y la encorsetada vida de la corte de Lyonesse, por no mencionar que desde bien pequeña cruza su vida con el mundo sobrenatural feérico. Todo ello la convertirá un una constante oposición a los fríos planes de su padre, y la llevará a iniciar un camino que cambiará el destino de los reinos de las Islas Elder. Sus elecciones harán que entren en juego las ambiciones de señores como el retorcido Faude Carfilhiot, o que conozca al decidido príncipe Aillas de Troicinet.
El mundo que recrea Jack Vance, con toques poéticos y realistas, mezcla de una forma muy natural la fantasía y la historia. Las Islas Elder viven en esa misma Alta Edad Media mítica en la que se sitúa la leyenda artúrica (de hecho el propio autor señala la relación con Arturo que tiene su mundo imaginario), con la que comparte numerosos elementos como los caballeros, las justas, las princesas, los magos, los grandes viajes en pos de alguna misión, y la constante presencia e intervención de los seres feéricos del mundo céltico.
Los habitantes de las Islas Elder están acostumbrados a cruzar sus pasos con hadas, duendes, trolls y ogros, a que los magos hagan acto de presencia para trastocar todo a su antojo, o a que cualquier persona cargue a cuestas con una terrible maldición. En las islas imaginadas por Jack Vance la cristianización apenas ha empezado, y los antiguos dioses (tanto romanos como célticos, egipcios o fenicios) comparten adoración con seres sobrehumanos, tan físicos que cruzan sus pasos con los protagonistas cada dos por tres e interviniendo en sus vidas (aunque no siempre para bien).
Con un estilo que se mueve entre lo realista, lo oscuro, lo fantasioso y lo cómico, Jack Vance recrea una historia con toques de narración oral, con personajes que entrecruzan sus rumbos y sus aventuras, y donde los héroes de una historia son los villanos en otra. Y es que El jardín de Suldrun también nos recuerda a los antiguos ciclos de leyendas artúricas o las sagas nórdicas debido a su mismo desarrollo, donde el papel protagonista se va distribuyendo entre varios personajes relacionados a lo largo del tiempo.
En ocasiones se echa en falta una mayor profundización en la psicología interna de los personajes (numerosos secundarios apenas están dibujados ligeramente) y un desarrollo más cuidado de algunas escenas que se resuelven atropelladamente en unas pocas lineas. Pero la novela logra que su mayor punto fuerte sea la ambientación, un mundo medieval tan asombroso como deslumbrante, con un tono que en ocasiones lleva al lector de lo naíf a lo más oscuro casi sin darse cuenta.
El jardín de Suldrun es una imaginativa aventura donde la historia y la las leyendas se cogen de la mano de forma satisfactoria. El tono medieval de las Islas Elder se entrelaza con la mitología céltica del norte europeo para meternos en la piel de distintos habitantes de este mundo isleño que simplemente luchan por sobrevivir, por cobrarse venganza o para hacerse con el dominio sobre todos los reinos. Con un importante peso de lo sobrenatural o lo mágico, Jack Vance crea una 'road-movie' medieval donde los protagonistas no pueden dejar de avanzar tratando de alcanzar sus destinos, aunque muchas veces cada paso adelante solo los haga retroceder en sus ambiciones o sus deseos. Una primera entrega de la Trilogía de Lyonesse que se puede leer como obra independiente, o como puerta de entrada a lo que sin duda promete desarrollarse con más profundidad en los siguiente tomos.
VALORACIÓN 7/10
FICHA
El jardín de Suldrun (Trilogía de Lyonesse, 1)
Jack Vance
Gigamesh
420 páginas
Estuche recopilatorio de la trilogía 24 euros