El arranque de este cuarto capítulo lo abre un poema dedicado a los Abrasapuentes, que ha sido escrito nada menos que por Toc el Joven. Recordemos que dicho personaje acompañó a Pale a Ganoes Paran en el capítulo previo. Una vez más, Erikson juega en su novela a ir incluyendo metarreferencias cruzadas, donde los mismos protagonistas de la historia también pueden aparecer como creadores de textos o poemas dentro de este mismo mundo. Una forma más de añadir profundidad a esta rica realidad y de hacernos sentir que está viva más allá de lo que se nos cuenta, con niveles más profundos que se van desplegando conforme avanzamos. También es sintomático que, en este capítulo que marcará la partida de los Abrasapuentes hacia su peligrosa misión en Darujhistan, tengamos este poema que nos recalca su pasado cargado de heridas y su firme voluntad.
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Pale, por Chris Moore (el ilustrador de la portada original de Los jardines de la luna ha fallecido hace unos días, aquí este homenaje a su icónica ilustración). |
REUNIÓN DE LOS ABRASAPUENTES
El inicio del capítulo cuatro nos lleva a una reunión de VELAJADA con WHISKEYJACK y sus Abrasapuentes. Todos ellos han puesto en marcha su plan para tratar de descubrir “quién en el Imperio nos quiere muertos”. El problema es que tienen que confiar en Mechones, que es su agente escondido y que está siguiendo el rastro en sentido inverso, pero del que todos temen que esté loco.
“Pues claro que está loco”, manifiesta BEN el Rápido. Mechones es un mago cuya consciencia ha sido transferida a una marioneta y que está recurriendo al poder del Caos para tratar de no ser detectado en las sendas. Todo ello le está haciendo “más poderoso y más peligroso”. Y es que el problema del Caos es, como su nombre nos deja intuir, que es un poder caótico y malsano, que puede infectar a todo aquel que abusa de él. Y las consecuencias nunca son buenas.
En cualquier caso, todos quieren tener claro quién es su enemigo: si solo Tayschrenn (del que no tienen dudas de que mató a los magos compañeros de Velajada y que sabía que los túneles sepultarían a los Abrasapuentes) o si la mismísima emperatriz también “está en el ajo”. Aunque Velajada teme enfrentar directamente al mago supremo, los Abrasapuentes parece que solo quieren lograr su caída en desgracia en el Imperio. Algo que solo sería posible de lograr si el mago supremo ha actuado por su cuenta.