SINOPSIS: Deslizándose entre las sombras bajo la cama, o a través de un armario, o por madrigueras de conejos... los niños siempre han sabido acceder a mundos mágicos. Pero ¿qué ocurre cuando regresan y no consiguen adaptarse y no son aceptados por sus familias? Eleanor West tiene un internado que acoge a estos niños que quieren volver a su mundo de fantasía. Pero con la llegada de Nancy algo cambia en el internado y pronto tendrán que enfrentarse a una tragedia por sí mismos.
RESEÑA: ¿Qué ocurre con aquellos niños y niñas que atraviesan puertas mágicas, puertas que llevan a mundos más allá de nuestra realidad y dónde desaparecen durante un tiempo? ¿Y que hacen una vez que regresan al mundo real? ¿Qué habrá sido de Alicia después de su regreso del País de las Maravillas? Con este interesante planteamiento Seanan McGuire nos lleva hasta un particular internado donde estos jóvenes intentan darle sentido de nuevo a sus vidas, y mucho mas importante todavía: cómo volver a abrir de nuevo esas puertas.
La 'Residencia para niños descarriados de Eleanor West' es un refugio para todos aquellos incomprendidos, todos aquellos "niños perdidos" que se sienten fuera de lugar en un mundo que ha perdido todo su brillo después de descubrir los asombrosos u oscuros mundos mágicos que se esconden en los huecos de la realidad. Con un puñado de protagonistas a cuál más llamativo y peculiar (desde los niños hasta los propios adultos), McGuire nos presenta una historia de autodescubrimiento y de aceptación.
Con un tono que mezcla lo cómico, lo trágico y lo oscuro, McGuire escribe una historia llena de esperanza, con un elenco principalmente femenino y donde la despiadada realidad pondrá en jaque los sueños de sus protagonistas. La autora californiana nos presenta diversos "mundos portal" a través de breves pinceladas, cada uno con su particular forma de transformar la realidad y al los niños que acaban en ellos... y no siempre para bien.
Sin duda el principal punto fuerte de la obra son sus diversos protagonistas: la descarriada Nancy, la hiperactiva Sumi, el carismático Kade o la cariñosa Eleanor West. Todos ellos se ganan al lector por sus peculiaridades y su forma de ver el mundo real, perdidos en una realidad que ya no los atrae lo más mínimo. Sin embargo, no puedo decir lo mismo de la historia policíaca que funciona como motor de la historia y que no ha acabado de engancharme del todo.
Con Cada corazón, un umbral nos encontramos con un relato sobre lo que nos hace diferentes pero también sobre lo que nos une, con un mensaje optimista y lleno de luz que nos empuja a seguir adelante. Un grupo de niños y adultos poco convencionales tienen que aprender a dejar atrás su pasado y averiguar como tratar de regresar al lugar donde encontraron la felicidad, donde encajaban, y para ello tienen que apoyarse unos en otros. Aunque la historia "policíaca" que se convierte en el corazón de la trama no me ha enganchado la presentación y desarrollo de los protagonistas se gana al lector desde la primera página. Una novela corta con una historia autoconclusiva, aunque la escritora norteamericana ya ha publicado en inglés dos entregas más en este particular universo de mundos mágicos y niños perdidos.
Con Cada corazón, un umbral nos encontramos con un relato sobre lo que nos hace diferentes pero también sobre lo que nos une, con un mensaje optimista y lleno de luz que nos empuja a seguir adelante. Un grupo de niños y adultos poco convencionales tienen que aprender a dejar atrás su pasado y averiguar como tratar de regresar al lugar donde encontraron la felicidad, donde encajaban, y para ello tienen que apoyarse unos en otros. Aunque la historia "policíaca" que se convierte en el corazón de la trama no me ha enganchado la presentación y desarrollo de los protagonistas se gana al lector desde la primera página. Una novela corta con una historia autoconclusiva, aunque la escritora norteamericana ya ha publicado en inglés dos entregas más en este particular universo de mundos mágicos y niños perdidos.
VALORACIÓN
Cada corazón, un umbral (Niños descarriados, 1)
Seanan McGuire
Runas
Traducción de María Pilar San Román
Tapa dura, 192 páginas
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