-A un trago de leche de cabra.
-¿Qué?
-Dicen que es bueno para hacer la digestión.
-Siempre había oído que tenías el corazón de piedra, aunque jamás hubiera supuesto que fueses tan fría que quisieras invitarme a un trago de leche, ¡maldita sea! Sólo un trago más de ese licor añejo de uva. Un trago, un trago, un trago. Sólo uno más y se terminará.
-¡Oh, ya se ha terminado! ¿Cuánto has estado borracho esta vez?
-Me parece que era verano cuando comencé a darle a la botella. ¿En qué mes estamos?
-Seguro que no estamos en el mismo año. ¿Cuánto dinero te has gastado?
-Todo lo que tenía y más. Me sorprendería que aún quedara en el mundo alguna moneda que no haya pasado por mi bolsa en uno u otro momento. Pero creo que he vuelto a quedarme sin fondos, así que, si has cambiado dinero y tienes algo suelto para gastar...
Nicomo Cosca, infame soldado de fortuna, en La mejor venganza de Joe Abercrombie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario