lunes, 1 de febrero de 2021

Reseña: La guerra de la amapola, de Rebecca F. Kuang

SINOPSIS: La Segunda Guerra de las Amapolas ha dejado Nikan desolada. Rin, huérfana de guerra, vive con los Fang que la fuerzan a trabajar en el negocio familiar. Su único posible futuro es un matrimonio concertado con algún vejestorio.
Pero Rin no piensa aceptarlo.
El Keju es su gran oportunidad, un examen nacional que le permitirá ingresar en la más prestigiosa academia militar de Nikan, en Sinegard. Donde podrá aprender y entrenar capacidades físicas y espirituales. Pues, aunque la guerra terminó hace solo unos años, la Federación de Mugen aún acecha al otro lado del mar y su sed de sangre no hace más que crecer.


RESEÑA: En 2018 debutaba en el género fantástico la joven Rebecca F. Kuang y en apenas tres años la autora chino-estadounidense ya ha sido capaz de completar la que es su primera trilogía. Se trata de la saga de la Guerra de las Amapolas que se inicia con esta The Poppy War que la editorial Orok nos trajo en español a finales del pasado 2020 (y que la editorial Hidra ha recuperado en 2023 para publicar la saga completa). Desde luego las sensaciones que deja la obra son las de una novela debut destacable, que mezcla de forma fresca y ágil la novela de aprendizaje con el grimdark más despiadado, todo ello con un mundo de inspiración oriental como sugerente telón de fondo donde dioses y magia pugnan por regresar al primer plano. Una primera entrega que sienta las bases para la saga y con un final abierto, pero que tiene la suficiente independencia como para leerse de forma individual.
La joven Rin es una chica de 16 años, huérfana de guerra adoptada por unos criminales de baja estofa que se lucran con la venta del opio. Como si no fuera suficiente con que sus 'padres' la hagan trabajar hasta la extenuación, su futuro destino tampoco es nada halagüeño. Rin acabará convertida en la pareja de algún acaudalado hombre, mucho mayor que ella, en un matrimonio de conveniencia. Como Rin no está dispuesta a aceptarlo, se prepara para escapar de la única manera que se le ocurre: presentarse al exigente Keju, el gran examen organizado por el Imperio de Nikan y que permite el acceso a sus centros de enseñanza. El sueño de Rin es lograr entrar en la prestigiosa Academia de Sinegard, donde reciben instrucción los futuros generales y la élite del ejército imperial.
Con estos cimientos Kuang inicia una historia que se desarrolla de forma ágil y diestra, y que avanza a gran ritmo. Gran parte del encanto de la novela lo tiene su descarada protagonista, de la que la autora logra que el lector se encariñe rápido: Rin es un personaje de carácter directo y decidido, dispuesta a arriesgarlo todo con tal de conseguir lo que quiere. El primer tramo de la novela se ciñe a la típica estructura de "aprendizaje", con Rin preparándose en un primer momento para aprobar el exigente examen y más adelante recibiendo instrucción de combate y artes marciales. En ambos casos la joven tendrá que enfrentarse a todo tipo de ordalías (tanto físicas como mentales) para demostrar su valía y sus capacidades. 
También se introduce en esta primera parte el elemento mágico, de la mano del carismático, misterioso y excéntrico Jiang, maestre de Acervo. Rin se convertirá en su pupila, y de su mano se introducirá al mundo del chamanismo, en busca del contacto directo con los dioses y sus increíbles poderes. Así la joven tendrá que aprender a dominar los entresijos de lo que parece un arte en extinción, y para ello tendrá que acostumbrarse al uso de todo tipo de drogas alucinógenas y pisocotrópicas.
"Si el Keju le había enseñado algo a Rin era que el dolor era el precio del éxito."
Aunque reconozco que siempre me resultan particularmente tediosas las obras que usan la estructura de "joven inexperto entrenándose en escuela/academia de magia/guerra", esto es algo que en ningún momento me ha ocurrido con The Poppy War. Y es que Rebecca Kuang logra darle un tono refrescante y ágil a su historia, donde el adiestramiento de Rin avanza de una forma rápida y atractiva, mientras conocemos a sus nuevos compañeros de academia (con las amistades y enemistades juveniles de esperar), sus maestros (donde destaca el ya mencionado Jiang) y numerosos detalles sobre la historia, la política o la sociedad del Imperio de Nikan (intercalados con la acción de forma magistral).
Y es que la autora se maneja con suma habilidad con un estilo corto y directo, con frases contundentes y sobrias como puñetazos, ofreciendo en cada momento la información justa al lector, sin apabullarlo con excesivos datos o detalles de lo que va encontrándose. La acción es así descrita de una forma ágil y visual, sin ninguna floritura ni ningún aditamento de más en busca de la máxima sencillez y la concisión, lo que por momentos llega a transmitir recuerdos del mejor Glen Cook.
Cabe señalar que la novela sufre un brusco cambio de rumbo al alcanzar su ecuador, un giro de 180º que lleva al lector en una nueva dirección sin que la obra se resienta en ningún momento por ello. Si, como ya he comentado, la primera parte se ajusta al típico desarrollo de “joven recibiendo instrucción”, el segundo tramo de la obra nos mete de cabeza en una novela bélica. Sin que pueda resultar excesivamente sorprendente en un novela titulada The Poppy War (y después de ofrecernos los suficientes antecedentes de las desastrosas dos “Guerras de las Amapolas” previas), el Imperio de Nikan tendrá que plantar cara de nuevo a la amenaza de la expansionista Federación de Mugen.
La joven Rin y el extraño Cike (el cuerpo de asesinos al servicio de la Emperatriz), son enviados al frente para plantar cara a los despiadados mugeneses. En este tramo de la obra The Poppy War desciende al grimdark más sangriento y descarnado, donde Kuang no se ahorra nada a la hora de mostrar al lector el rostro más feo y brutal del conflicto. Los personajes se enfrentan a una guerra donde el genocidio, las violaciones, las masacres, las mutilaciones y todo tipo de inhumanos crímenes de guerra desfilan ante sus ojos, con un enemigo que enarbola con orgullo la bandera desalmada de "los demás no son seres humanos." Al lector avisado no se le escaparán las claras influencias de la autora, inspirada en la sangrienta historia china y japonesa de principios del siglo XX, y sus conflictos bélicos que acabaron entrelazándose con la Segunda Guerra Mundial.
Mientras acompañamos a la guerra al particular grupo de asesinos del Imperio, los calificados como los "niños extraños" de la Emperatriz, Kuang también tiene hueco para jugar a mezclar los poderes mágicos con el uso de armas de fuego (desde explosivos a cañones) y hasta armas químicas. Todos ellos con un papel meramente testimonial, al menos en esta primera novela, pero que espero con ansias que la autora explore con mayor profundidad en la trama en las siguientes entregas de la trilogía.
Será toda esta sangrienta vorágine a la que asistimos en el último tramo de la novela la que llevará al límite a Rin y sus compañeros. Y es que al tiempo que las habilidades marciales y mágicas de la protagonista van aumentando, también empiezan a tambalearse sus creencias. La escalada de hostilidades y crueldades, que se ceba con su patria y sus amigos, hará que se cuestione el precio y los límites de sus poderes. Al final, al traspasar todos límites, las cenizas que se asientan dejan ver las terribles consecuencias: los bandos de una guerra acaban convirtiéndose en reflejos. 
Aunque el libro tiene un final abierto, sentando las bases para las tramas que se desarrollarán en The Dragon Republic, es lo suficientemente independiente como para dejar cerradas otras cuantas. De la traducción de la novela cabe señalar que aunque durante la lectura chirría un poco alguna frase y se ha colado alguna errata, se puede decir que son casos puntuales y se percibe un mayor cuidado a la hora de la revisión final del texto, que es de agradecer a la recién llegada Orok editorial.

En The Poppy War tenemos una ágil dosis de fantasía oscura, que se inicia como una historia de formación donde la joven Rin tendrá que luchar para labrarse su propio destino pero que acaba desembocando en una despiadada novela bélica contra un enemigo inhumano. Mientras es entrenada en un arte ancestral, la chica forjará amistades y enemistades que la acompañarán, al tiempo que trata de descubrir los límites de sus habilidades marciales y sus poderes chamanísticos. El último tramo de la obra se convierte en una brutal historia de guerra, donde la autora no aparta la mirada ni esconde los verdaderos costes de todo conflicto, con evidentes influencias de la historia real china y japonesa del pasado siglo. Todo ello en una novela narrada en un estilo corto, directo y contundente, donde Rebecca F. Kuang se aleja de todo tipo de florituras para darle al lector la información justa y necesaria para mantenerlo en la historia. Algo que consigue durante sus 600 páginas, ofreciendo una notable novela debut que sin duda deja con ganas de poder disfrutar de sus dos siguientes entregas, The Dragon Republic y The Burning God, que esperemos ver próximamente completa en español gracias al sello Hidra.


VALORACIÓN

FICHA
La guerra de la amapola (La Guerra de las Amapolas, 1)
Rebecca F. Kuang
Hidra editorial
Traducción de Patricia Henríquez
Tapa dura con sobrecubierta, 648 páginas
23 euros

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9 comentarios:

  1. Por cierto, ¿cuando sale a la venta esta novela? ¿Y si van a traducir las otras más o menos cuando estarían disponibles?

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    1. Lo digo en el primer párrafo: se publicó a finales de 2020

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  2. Ganitas le tengo. Siendo la editorial que publicó Blood Song me espero calidad y más aún con la reseña que le has hecho :D

    Saludos lectores.

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  3. He intentado buscar la novela para comprarla y nada. Más desaparecido que Vientos de guerra.

    ¿Está agotado?

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    1. Según la editorial todavía se puede encontrar, si la pides en alguna librería deberían conseguirla sin problemas. También puedes mirar en Todostuslibros.com que te indica librerías cercanas que tienen stock del libro que busques ;)

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  4. Es una pena que esta saga con tan buena pinta haya caído en esta editorial, con esa portada (gusto personal, pero no parece un trabajo profesional), y esa traducción.
    Hice la comparación de la primera página con la original y hay hasta cosas inventadas.

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    1. Menos mal, pensé que era yo solo. La traducción no es muy buena, pero la corrección es inexistente.

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  5. Bueno, al menos los que no dominamos el inglés vamos a poder disfrutar de ella. Es una editorial nueva, que trata de traernos nuevas y eso siempre es una excelente noticia.Ya irán puliendo.

    Saludos!

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