SINOPSIS: Trece visiones del futuro. Trece historias poderosas que dan una idea de la variedad de voces, temas y técnicas de los autores chinos de ciencia ficción: las hay inquietantes, irónicas, distópicas, emotivas... Algunas han recibido premios y elogios de la crítica, otras han aparecido seleccionadas en distintas antologías y otras son simplemente favoritas de Ken Liu. Completan la colección varios ensayos de los propios autores sobre la ciencia ficción china y la introducción de Ken Liu.
RESEÑA: La ciencia ficción china, que durante bastante tiempo nos parecía algo tan lejano y ajeno como la Luna o Marte, en la actualidad se nos presenta mucho más cercana y asequible, casi como el barrio a la vuelta de la esquina. Autores como Cixin Liu, Ted Chiang o Ken Liu son ya habituales en las listas de más vendidos y precisamente de la mano de este último nos llega ahora Planetas invisibles, una completa antología que recopila una gran muestra de la ficción corta de corte fantástico y cifi del gran gigante asiático.
En este recopilatorio que Runas publica en español podemos disfrutar con trece relatos de 7 autores y autoras chinos contemporáneos, con una gran variedad de estilos y temáticas. Además, al final del mismo nos encontraremos con tres ensayos que repasan de una forma ligera pero instructiva la historia de la ciencia ficción china y los desafíos a los que se enfrenta en la actualidad (ensayos que se pueden leer antes incluso que los relatos sin ningún problema). Como ya he señalado la edición y selección de relatos (y la traducción del chino al inglés, material con el que han trabajado los traductores españoles Manuel de los Reyes y David Tejera Expósito) corre a cargo de Ken Liu, lo que ya de por sí es sinónimo de calidad.
En este recopilatorio que Runas publica en español podemos disfrutar con trece relatos de 7 autores y autoras chinos contemporáneos, con una gran variedad de estilos y temáticas. Además, al final del mismo nos encontraremos con tres ensayos que repasan de una forma ligera pero instructiva la historia de la ciencia ficción china y los desafíos a los que se enfrenta en la actualidad (ensayos que se pueden leer antes incluso que los relatos sin ningún problema). Como ya he señalado la edición y selección de relatos (y la traducción del chino al inglés, material con el que han trabajado los traductores españoles Manuel de los Reyes y David Tejera Expósito) corre a cargo de Ken Liu, lo que ya de por sí es sinónimo de calidad.
El inicio de la antología no puede ser mejor: los tres relatos de Che Qiufan son una auténtica patada emocional al lector. El Año de la Rata nos lleva con un grupo de estudiantes universitarios que forman parte de la Patrulla de Control de Roedores. Recorren el país a la caza de una nueva variedad mutante de ratas que pondrá en jaque lo que creen conocer sobre la humanidad y sobre ellos mismos.
En El pez de Lijiang acompañamos a un estresado oficinista en sus vacaciones forzadas en una acogedora y hermosa ciudad. Cuando se encuentre con una misteriosa chica, con la que parece compartir un vínculo y que le hará creer que su destino está a punto de cambiar para siempre.
Mucho más interesante me ha resultado La flor de Shazui, con una opresiva y sucia ambientación ciberpunk que nos traslada hasta una depauperada urbe china. Un hombre que escapa de su turbulento pasado busca refugio en los bajos fondos, donde pondrá todo su empeño para ayudar a una joven prostituta.
Xia Jia nos trae tres historias con un marcado tono fantástico, pero cuyas tramas tienen elementos de la pura ciencia ficción. Cientos de fantasmas desfilan esta noche nos cuenta la historia de un niño criado por fantasmas en una extraña feria, que evocarán en la mente del lector alguna de las películas de Hayao Miyazaki.
El verano de Tongtong es una enternecedora historia intergeneracional, que pone en valor la experiencia de las personas mayores. El abuelo de la joven Tongtong tiene que quedarse en su casa, y para atenderle le comprarán un robot de última generación. El relato trae a primer plano la revolucionaria importancia de la tecnología, y como puede ayudar a recuperar para la sociedad la experiencia vital y los conocimientos de las personas mayores.
Con El paseo nocturno del dragón equino la escritora apuesta por una historia apocalíptica protagonizada por una extraño droide. Con la tierra completamente arrasada y la humanidad desaparecida, el dragón equino mecánico recupera la conciencia para recorrer un mundo ajeno pero hermoso.
En contraste Ma Boyong nos trae una siniestra y oscura visión del futuro (o el presente) con La ciudad del silencio. Con evidentes influencias de 1984, nos sumerge en un mundo donde la censura y el control de la población ha llegado hasta los mínimos detalles de la vida diaria. Su protagonista se tiene que enfrentar a un mundo frío, burocrático y controlado... hasta que encuentra una fina rendija que le permite evadirse del ultracensurado mundo que lo rodea. Un magnífico relato que deja un mal cuerpo difícil de olvidar.
Hay que destacar los dos relatos de Hao Jingfang, tanto porque uno de ellos da título a la antología como por el segundo, que se alzó como ganador del Premio Hugo en 2016. Planetas invisibles nos invita a recorrer la imaginaria geografía galáctica a través de una serie de extraños mundos, poblados de razas todavía más raras.
Por su parte Entre los pliegues de Pekin tiene una mayor carga social y política, imaginando el futuro de Pekín como una masificada y cambiante urbe donde las tres clases sociales viven en entornos separados, restringidos a existir durante una serie concreta de horas. Un basurero tendrá la ocasión de recorrer los tres estilos de vida para entregar un mensaje y así ganar algo de dinero extra. Una ambientación fascinante para una historia muy completa.
La escritora Teng Fei juega con el lector con Chica de compañía, la historia de una joven colegiala por la que los adinerados hombres de negocios pagan por pasar su tiempo. Sus asombrosas habilidades sorprenderán tanto a sus clientes como a sus lectores. Para mi gusto, la historia más floja de la antología.
Cheng Jingbo nos trae uno de los relatos más inclasificables con La tumba de las luciérnagas, narrado con un estilo poético y con una marcada influencia de los cuentos de hadas y la fantasía, pero todo ello en un ambiente de ciencia ficción hard. Con este particular trasfondo la escritora nos presenta una historia de amor interestelar y a lo largo del tiempo.
Liu Cixin, sin duda el más célebre y premiado de los autores que aparecen en la antología, nos deja dos muestras de su excelente trabajo en la ciencia ficción china. En El círculo tenemos en realidad una nueva versión de uno de los fragmentos de El problema de los tres cuerpos, una historia ambientada en la China del primer emperador y que quizá funciona mejor como parte de la obra de la que se extrae. Aún así Liu logra fascinar por la mezcla de historia y ciencia ficción en la que podemos asistir a la hipotética creación del primer ordenador de la historia.
Sin duda Cuidando de Dios es mucho más disfrutable: un relato con una carga irónica y humorística al principio pero que se torna oscuro y opresivo hacia el final, pero dejando un resquicio para el optimismo en el ser humano. En él asistimos a la llegada a la Tierra de una multitud de naves espaciales pilotadas por dos mil millones de Dioses, seres de una civilización tecnológicamente mucho más avanzada pero que en su decadencia buscan refugio en la Tierra... algo que no resultará nada fácil para refugiados y terrícolas.
En conjunto Planetas invisibles nos traslada hasta una ciencia ficción cercana pero al mismo tiempo lo suficientemente llamativa y actual para despertar el asombro, la fascinación o el malestar del lector. Un puñado de relatos que traen a primer plano la importancia de la ciencia y la imaginación para la evolución y mejora de la raza humana, pero que también nos sirven de advertencia sobre el rumbo torcido que puede marcarnos el mal uso de dicha tecnología o de los posibles cambios futuros en nuestra sociedad y nuestros usos sociales. Como en toda antología la calidad varía entre autores y relatos, pero sin duda la mayoría de ellos dejarán una huella en el lector ya sea por su estilo, su planteamiento o sus advertencias, demostrando que la ciencia ficción china tiene mucho que aportar al género.
En El pez de Lijiang acompañamos a un estresado oficinista en sus vacaciones forzadas en una acogedora y hermosa ciudad. Cuando se encuentre con una misteriosa chica, con la que parece compartir un vínculo y que le hará creer que su destino está a punto de cambiar para siempre.
Mucho más interesante me ha resultado La flor de Shazui, con una opresiva y sucia ambientación ciberpunk que nos traslada hasta una depauperada urbe china. Un hombre que escapa de su turbulento pasado busca refugio en los bajos fondos, donde pondrá todo su empeño para ayudar a una joven prostituta.
Xia Jia nos trae tres historias con un marcado tono fantástico, pero cuyas tramas tienen elementos de la pura ciencia ficción. Cientos de fantasmas desfilan esta noche nos cuenta la historia de un niño criado por fantasmas en una extraña feria, que evocarán en la mente del lector alguna de las películas de Hayao Miyazaki.
El verano de Tongtong es una enternecedora historia intergeneracional, que pone en valor la experiencia de las personas mayores. El abuelo de la joven Tongtong tiene que quedarse en su casa, y para atenderle le comprarán un robot de última generación. El relato trae a primer plano la revolucionaria importancia de la tecnología, y como puede ayudar a recuperar para la sociedad la experiencia vital y los conocimientos de las personas mayores.
Con El paseo nocturno del dragón equino la escritora apuesta por una historia apocalíptica protagonizada por una extraño droide. Con la tierra completamente arrasada y la humanidad desaparecida, el dragón equino mecánico recupera la conciencia para recorrer un mundo ajeno pero hermoso.
En contraste Ma Boyong nos trae una siniestra y oscura visión del futuro (o el presente) con La ciudad del silencio. Con evidentes influencias de 1984, nos sumerge en un mundo donde la censura y el control de la población ha llegado hasta los mínimos detalles de la vida diaria. Su protagonista se tiene que enfrentar a un mundo frío, burocrático y controlado... hasta que encuentra una fina rendija que le permite evadirse del ultracensurado mundo que lo rodea. Un magnífico relato que deja un mal cuerpo difícil de olvidar.
Hay que destacar los dos relatos de Hao Jingfang, tanto porque uno de ellos da título a la antología como por el segundo, que se alzó como ganador del Premio Hugo en 2016. Planetas invisibles nos invita a recorrer la imaginaria geografía galáctica a través de una serie de extraños mundos, poblados de razas todavía más raras.
Por su parte Entre los pliegues de Pekin tiene una mayor carga social y política, imaginando el futuro de Pekín como una masificada y cambiante urbe donde las tres clases sociales viven en entornos separados, restringidos a existir durante una serie concreta de horas. Un basurero tendrá la ocasión de recorrer los tres estilos de vida para entregar un mensaje y así ganar algo de dinero extra. Una ambientación fascinante para una historia muy completa.
La escritora Teng Fei juega con el lector con Chica de compañía, la historia de una joven colegiala por la que los adinerados hombres de negocios pagan por pasar su tiempo. Sus asombrosas habilidades sorprenderán tanto a sus clientes como a sus lectores. Para mi gusto, la historia más floja de la antología.
Cheng Jingbo nos trae uno de los relatos más inclasificables con La tumba de las luciérnagas, narrado con un estilo poético y con una marcada influencia de los cuentos de hadas y la fantasía, pero todo ello en un ambiente de ciencia ficción hard. Con este particular trasfondo la escritora nos presenta una historia de amor interestelar y a lo largo del tiempo.
Liu Cixin, sin duda el más célebre y premiado de los autores que aparecen en la antología, nos deja dos muestras de su excelente trabajo en la ciencia ficción china. En El círculo tenemos en realidad una nueva versión de uno de los fragmentos de El problema de los tres cuerpos, una historia ambientada en la China del primer emperador y que quizá funciona mejor como parte de la obra de la que se extrae. Aún así Liu logra fascinar por la mezcla de historia y ciencia ficción en la que podemos asistir a la hipotética creación del primer ordenador de la historia.
Sin duda Cuidando de Dios es mucho más disfrutable: un relato con una carga irónica y humorística al principio pero que se torna oscuro y opresivo hacia el final, pero dejando un resquicio para el optimismo en el ser humano. En él asistimos a la llegada a la Tierra de una multitud de naves espaciales pilotadas por dos mil millones de Dioses, seres de una civilización tecnológicamente mucho más avanzada pero que en su decadencia buscan refugio en la Tierra... algo que no resultará nada fácil para refugiados y terrícolas.
En conjunto Planetas invisibles nos traslada hasta una ciencia ficción cercana pero al mismo tiempo lo suficientemente llamativa y actual para despertar el asombro, la fascinación o el malestar del lector. Un puñado de relatos que traen a primer plano la importancia de la ciencia y la imaginación para la evolución y mejora de la raza humana, pero que también nos sirven de advertencia sobre el rumbo torcido que puede marcarnos el mal uso de dicha tecnología o de los posibles cambios futuros en nuestra sociedad y nuestros usos sociales. Como en toda antología la calidad varía entre autores y relatos, pero sin duda la mayoría de ellos dejarán una huella en el lector ya sea por su estilo, su planteamiento o sus advertencias, demostrando que la ciencia ficción china tiene mucho que aportar al género.
VALORACIÓN 8/10
FICHA
Planetas invisibles
Varios autores
Runas
Rústica con solapas, 384 páginas
Traducción de Manuel de los Reyes y David Tejera Expósito
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