Cuando en 1932 Robert E. Howard escribió el relato El fénix en la espada el autor texano no podía imaginar la repercusión que su nuevo personaje tendría en el mundo de las publicaciones pulp y en la propia literatura fantástica. Conan el Cimmerio se apoderó tanto de la imaginación de su creador como de la de miles de lectores, hasta el punto que después de terminar otros dos relatos más protagonizados por el bárbaro guerrero (La hija del gigante helado y El dios del cuenco, que permanecerían inéditos hasta después de su muerte), Robert Howard se sintió en la obligación de darle una mayor coherencia y verosimilitud al telón de fondo en que ambientó sus historias.
Para ello redactó un ensayo que llevaba por título La Edad Hiboria y en el que describía un hipotético y remoto pasado anterior a nuestra historia conocida. Según esto las aventuras de Conan estarían ambientadas en nuestro continente occidental solo que en un antiquísimo pasado donde Europa y África estarían unidas en un gran continente llamado Thuria. Aquí, siglos después del hundimiento de Atlantis (donde Howard ya había ambientado su saga del rey Kull), surgiría el Imperio de Aquerón que con el paso del tiempo se rompería en diversos reinos que son los que conocemos en la época de Conan. Estos reinos son los que Robert Howard puso sobre el mapa de una forma bastante sencilla, y que aquí podemos ver en una versión artística que recoge los principales lugares donde transcurren las aventuras de Conan en los 17 relatos publicados en vida de Howard y los 4 que salieron a la luz de forma póstuma.
El más poderoso de todos los reinos surgidos del fragmentado Imperio de Aquerón es Aquilonia, que intenta infructuosamente imponerse a los demás y refundar un imperio universal continental (En El fénix en la espada conocemos a Conan ya como rey de Aquilonia). Sin embargo, fueron muchos los otros reinos que escaparon a su dominio como por ejemplo Nemedia, Vanaheim, Asgard, Hiperbórea en el norte. También se mantuvieron independientes Cimmeria, al norte de Aquilonia y tierra de brutales y bárbaros guerreros de la que viene nuestro protagonista, y las tierras salvajes pictas al oeste. Entre Cimmeria y las tierras pictas por un lado y Aquilonia por el otro se extendían las Marcas Bosonias, una zona fronteriza en conflicto que el reino de Aquilonia mantenía como aliadas para poder retener los ataques de pictos y cimmerios (y donde transcurre uno de los relatos con tono de western más interesantes de Conan: Más allá del río Negro).
También aparecen otros reinos circundantes de cierto peso en los relatos como son Zingara, Ofir, Koth o Shem, todos al sur de Aquilonia (habitados por pueblos nómadas con un cierto aire semítico y al Oriente Medio). Más al sur aún se encuentran Estigia (tierra de terrible hechiceros y con costumbres que nos recuerdan al antiguo Egipto), Zembabwei y los reinos negros que se extienden entre gigantescas selvas y caudalosos ríos. Al este de los reinos hiborios se encuentran Zamora (donde vemos a Conan como hábil ladrón en La Torre del Elefante), Corinthia o Brithunia y más al este aún, en la orilla occidental del mar de Vilayet, el reino hirkanio de Turan. Al este del mar de Vilayet, en el extremo más oriental del continente se encuentra el lejano Khitai y algunos otros reinos orientales que nunca llegamos a conocer en las historias de Conan salvo por pequeñas menciones.
Como ya he dicho Robert Howard imaginaba su Era Hiboria como una época mítica anterior a la historia de la humanidad que ya conocemos, y para resaltar esto el escritor también realizó un mapa en el que podemos ver la correspondencia actual de los antiguos reinos de la época de Conan.
Aunque Howard nunca llegó a poner sobre el papel la geografía de los lugares más remotos de sus relatos de Conan algunos seguidores del guerrero de Cimmeria se han atrevido a hacerlo, y aquí os dejo un par de magníficos ejemplos de cartografría fantástica. Una prueba más de que Hiboria y el mundo que recorre Conan en sus sangrientas aventuras sigue más que vivo casi 100 años después del triste fallecimiento de ese titán de la fantasía que fue Robert Howard.
El más poderoso de todos los reinos surgidos del fragmentado Imperio de Aquerón es Aquilonia, que intenta infructuosamente imponerse a los demás y refundar un imperio universal continental (En El fénix en la espada conocemos a Conan ya como rey de Aquilonia). Sin embargo, fueron muchos los otros reinos que escaparon a su dominio como por ejemplo Nemedia, Vanaheim, Asgard, Hiperbórea en el norte. También se mantuvieron independientes Cimmeria, al norte de Aquilonia y tierra de brutales y bárbaros guerreros de la que viene nuestro protagonista, y las tierras salvajes pictas al oeste. Entre Cimmeria y las tierras pictas por un lado y Aquilonia por el otro se extendían las Marcas Bosonias, una zona fronteriza en conflicto que el reino de Aquilonia mantenía como aliadas para poder retener los ataques de pictos y cimmerios (y donde transcurre uno de los relatos con tono de western más interesantes de Conan: Más allá del río Negro).
También aparecen otros reinos circundantes de cierto peso en los relatos como son Zingara, Ofir, Koth o Shem, todos al sur de Aquilonia (habitados por pueblos nómadas con un cierto aire semítico y al Oriente Medio). Más al sur aún se encuentran Estigia (tierra de terrible hechiceros y con costumbres que nos recuerdan al antiguo Egipto), Zembabwei y los reinos negros que se extienden entre gigantescas selvas y caudalosos ríos. Al este de los reinos hiborios se encuentran Zamora (donde vemos a Conan como hábil ladrón en La Torre del Elefante), Corinthia o Brithunia y más al este aún, en la orilla occidental del mar de Vilayet, el reino hirkanio de Turan. Al este del mar de Vilayet, en el extremo más oriental del continente se encuentra el lejano Khitai y algunos otros reinos orientales que nunca llegamos a conocer en las historias de Conan salvo por pequeñas menciones.
Como ya he dicho Robert Howard imaginaba su Era Hiboria como una época mítica anterior a la historia de la humanidad que ya conocemos, y para resaltar esto el escritor también realizó un mapa en el que podemos ver la correspondencia actual de los antiguos reinos de la época de Conan.
Aunque Howard nunca llegó a poner sobre el papel la geografía de los lugares más remotos de sus relatos de Conan algunos seguidores del guerrero de Cimmeria se han atrevido a hacerlo, y aquí os dejo un par de magníficos ejemplos de cartografría fantástica. Una prueba más de que Hiboria y el mundo que recorre Conan en sus sangrientas aventuras sigue más que vivo casi 100 años después del triste fallecimiento de ese titán de la fantasía que fue Robert Howard.
Me encantan los mapas, por lo que me encantan estas entradas <3
ResponderEliminarGracias Daniel!! No hay mejor sitio para perderse que en un buen libro de fantasía con unos buenos mapas :P
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