SINOPSIS: Un centenar de años en el futuro se libra una guerra entre los Cinco Dragones, las cinco familias que controlan las principales empresas industriales de la Luna. Todos los clanes se desviven por trepar hasta lo más alto de la cadena alimentaria con estrategias como matrimonios de conveniencia, espionaje industrial, secuestros y asesinatos masivos.
Gracias a su ingeniosa manipulación política y a su fuerza de voluntad, Lucas Corta consigue emerger de las cenizas de su empresa destruida y hacerse con el control de la Luna. Y la única persona que puede pararlo es una célebre abogada lunar: su hermana Ariel.
RESEÑA: La lucha por el control de la Luna ha dejado su fría y yerma superficie sembrada de cientos de cadáveres, haciendo que los otrora todopoderosos Cinco Dragones sufran en sus propias carnes la pérdida y el dolor. Después de dos novelas (Luna nueva y Luna de lobos) Ian McDonald cierra su trilogía selenita con una última entrega destinada a concluir las tramas de este thriller repleto de traiciones, ambiciones personales, y mera lucha por la supervivencia en un entorno tan hostil como despiadado. Pero es sobre todo el desenlace de la historia de la saga de los Corta, cuya lucha por cobrarse venganza de todos aquellos que causaron la caída de la gran familia/conglomerado empresarial se entremezcla ahora con el destino de un satélite que anhela mantener su propia libertad, que ve amenazada su privilegiada situación por la llegada de los ambiciosos terrícolas.
[Ojo, spoilers de los dos libros anteriores] Tras el inesperado regreso de Lucas Corta y su ascenso como nueva Águila de la Luna, parece que su situación es envidiable, pero en realidad con la Tierra al acecho su situación sigue siendo más precaria que nunca. Sus incómodos socios están listos para cobrarse un alto precio por la ayuda prestada, pero no serán sus únicas molestias. En su contra tiene no solo a las ambiciosas familias rivales de los Mackenzie, Vorontsov, Sun o Asamoah, sino a su propia hermana Ariel. La implacable abogada está dispuesta a jugar su propia partida sobre el inestable y peligroso tablero lunar, aunque para ello tenga que poner en riesgo a sus propios parientes: Lucasinho y la pequeña Luna.
Aunque es cierto que los Corta siguen siendo los principales protagonistas de la función, Luna ascendente es una obra multicoral donde los diversos personajes desfilan por su trama para mostrarnos las diversas facetas del conflicto. Lucas y Ariel funcionan como los principales focos de interés, los polos opuestos alrededor de los cuales pivotan el resto de personajes. Entre las figuras más destacadas del final de la saga nos encontramos a Alexia Corta, cuyo nuevo puesto como 'Mao de Ferro' la coloca en primera linea de fuego, y que para sobrevivir tendrá que adaptarse con rapidez a la fría e implacable Dama Luna. Poco a poco, irá descubriendo los entresijos de su nuevo hogar, los ritos y costumbres que convierten al satélite en un lugar tan especial como peligroso.
McDonald lanza a sus protagonistas a una montaña rusa de planes ocultos, traiciones, engaños y luchas por el poder, pero con un ritmo algo irregular con diversos altibajos a lo largo de la novela. La sorpresa está siempre asegurada para el lector, aunque en ocasiones surja de forma tan imprevista y se desarrolla de forma tan apresurada que apenas hay tiempo para notar su importancia. Aunque el principal escollo me ha parecido la inclusión de una trama secundaria que no aporta nada a lo que sucede en la Luna y podría haberse hecho desaparecer del libro sin que se le echara en falta. Me refiero a los capítulos que transcurren en la Tierra, que alargan de más el libro, y que comparada con el resto de la novela queda como una parte bastante más suplerfua y prescindible. Sin entrar en spoilers, la historia del personaje en cuestión se había cerrado de una forma muy satisfactoria en la segunda entrega y quizá hubiera sido mejor no saber nada más.
Es una pena que el interesante papel de personajes como Lucasinho y Luna (especialmente el primero, cuya evolución a lo largo de las dos entregas anteriores había sido de lo mejor de la trilogía) quede relegado en esta novela a un triste segundo plano. Ambos personajes se convierten en meras comparsas sin mucho peso directo en la historia. Por suerte, tanto Wagner el 'Lobo' como su protegido Robson siguen manteniendo su interesante cuota de protagonismo, y nos ofrecen una buena muestra del cariño mutuo de dos personajes que han quedado apartados de su familia y tratan de evitar la caza de los enemigos de los Corta.
A la ecuación de esta última entrega también hay que añadir la aparición de la importante Universidad de Farside, que hasta el momento no había tenido ningún papel en la trama, pero que McDonald decide presentarnos ahora. Lugar de conocimiento e investigación que se encuentra en la cara oculta de la Luna, y que tiene un importante peso en la política selenita (aunque, como digo, ni siquiera había sido mencionada hasta el momento). Hay que reconocer que sus profesores, los letales ghazi (una llamativa mezcla de investigadores científicos y hábiles asesinos) son muy sugerentes y dejan alguna escena de acción potente, pero por desgracia pasan por la trama sin excesiva repercusión y dejando la impresión en el lector de que de podrían haber sido mucho más trascendentales.
En Luna ascendente se cierra una trilogía que se nos presenta una futurista Luna terriblemente realista, donde la lucha por la supervivencia es el pan de cada día. McDonald logra construir un entorno perturbadoramente creíble, que al lector no le cuesta nada percibir como posible. La historia del auge, caída y renacimiento de los Corta llega a su fin con una nueva dosis de planes ocultos dentro de planes, engaños, puñaladas traperas y mucha sangre vertida sobre el regolito. Aunque el enfrentamiento final de Lucas, Ariel y los Cinco Dragones logra mantener en marcha la trama principal, no se puede decir lo mismo de todos los puntos de vista que aparecen por la novela. Por desgracia, algunos de los personajes que había gozado de gran peso en las anteriores entregas quedan relegados a un triste segundo plano y se añade una trama ambientada en la Tierra que pasa sin pena ni gloria. Aunque el último tomo quizá sea el que me ha dejado un sabor más agridulce, hay que reconocerle la habilidad a McDonald de convertir la Luna en un lugar palpable y creíble, donde respiramos su aire gastado y notamos el polvo del regolito, y donde las ansias de libertad de sus habitantes acaban por ganarse el apego del lector.
VALORACIÓN
Luna ascendente (Trilogía Luna, 3)
Ian McDonald
Nova
Traducción de Natalia Eva Cervera de la Torre
464 páginas, tapa blanda
Yo quedé con ganas de más. Una segunda trilogía con la generación de lucabsinho y luna y la mirada hacia el espacio de los volkorn
ResponderEliminarPues si, tal y como termina el libro hay lugar para continuar más la historia con algunos de los personajes, sería interesante ver el desarrollo
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