SINOPSIS: Las historias de Ballard tratan de nuestro tiempo, están situadas en una especie de «presente profético«, no las proyecta hacia el futuro; lo que le interesa es el futuro real que él veía próximo y que no ha perdido un ápice de su pertinencia. En la gran tradición de la ficción breve especulativa, Ballard es un maestro consumado de este género. Como él mismo explica: «Los relatos cortos siempre me han parecido importantes. Me gusta su idoneidad para tomar instantáneas, su capacidad para centrarse con intensidad en un solo tema».
Este primer volumen de sus relatos completos reúne sus historias en el orden original de su publicación entre 1956 y 1964, precedidas de un prólogo del autor y de una introducción de Adam Thirlwell.
J. G. BALLARD (1930-2009), uno de los grandes nombres de la ciencia ficción, nació en Shanghái y, tras la invasión japonesa, fue internado con su familia en un campo de concentración, experiencia que recuerda en El imperio del sol. Estudió medicina, pero, después de diversos empleos, a partir de 1962 se dedicó por completo a la escritura. Ballard es autor de numerosos relatos, que se publican en dos volúmenes en esta colección.
RESEÑA: Se puede decir que J. G. Ballard es uno de los grandes pilares de la ciencia ficción moderna de calidad, capaz de poner sobre la mesa con décadas de anticipación problemáticas como el cambio climático extremo o como las tecnologías afectan a la evolución social humana. Con obras como El mundo sumergido, La sequía, Rascacielos, Crash o la autobiográfica El imperio del sol el escritor nacido en Shanghái es capaz de reinterpretar la realidad moderna volviéndola un retrato pesadillesco pero tremendamente cercano.
Pero es en su vertiente de autor de ficción corta donde en mi opinión Ballard demuestra toda la potencia de su gran capacidad imaginativa, cargada siempre con una gran visión analítica y con un genio anticipativo impresionante. Gracias al sello Runas ahora podemos disfrutarlo con esta nueva edición de todos los relatos del escritor británico. Este primer volumen (de los dos que nos traerán toda su ficción corta) reúne en sus casi 900 páginas un total de 39 relatos, escritos por Ballard entre los años 1956 y 1963. Unos datos fríos y contundentes que apenas permiten trasladar la originalidad y alcance de las propuestas temáticas, narrativas y de ambientación que nos encontramos en sus historias.
Y es que en estas páginas tenemos una impresionante selección cronológica que nos permite encontrarnos con un narrador de excelente calidad literaria y con una envidiable capacidad analítica de los sueños, miedos, esperanzas, bajezas o absurdos del mundo moderno. Y es que como el mismo Ballard reconoce en la nota que abre el volumen “me interesaba el futuro real que se nos venía encima y menos el futuro inventado que prefería la ciencia ficción”. Por eso la gran mayoría de sus historias nos parecen lo suficientemente reconocibles en sus ambientaciones, sumamente reales y palpitantes pero siempre añadiendo diversos elementos anormales o novedosos en su entorno que hacen volar nuestra imaginación y son los que mueven la trama interna de sus relatos.
Una colección de historias que utilizando esta mezcla de lo cotidiano y lo anormal hacen que reflexionemos sobre el valor de la libertad, el amor, el paso del tiempo o el arte, siempre con una mirada crítica y afilada. Ballard nos ofrece un rico y variado caleidoscopio de los comportamientos humanos y de cómo nos comportamos en sociedad, siempre trufándolo de elementos que hacen que su realidad se mueva entre lo cotidiano y lo aberrante. Muchos de los relatos comparten características en su ambientación, que los hace convivir en una misma (o al menos parecida) realidad, donde la urbe imaginaria de Vermilion Sands se vuelve una localización recurrente como refugio soleado de bohemios, artistas y una clase alta decadente que protagonizan sus historias más evocadoras o poéticas. En todos ellos cosas como las esculturas sónicas, las flores cantoras o los poemas electrónicos pueblan sus páginas con su cualidad de objetos reconocibles pero anormales que hacen que su realidad nos resulte tan cercana como extraña.
También cabe destacar la tremenda vigencia de muchos de los temas o planteamientos de Ballard, capaz de anticiparse en décadas a muchos de los dramas o problemas que enfrentamos en la actualidad. Así no es extraño toparnos en sus relatos con una Tierra que agoniza climáticamente y que hace que la humanidad la abandone buscando un nuevo futuro en Marte, donde la misma fauna y flora han mutado de formas perturbadoras, donde las ciudades megapobladas reducen a la mínima expresión los cubículos en los que malviven sus habitantes, con gigantescas urbes de rascacielos que se convierten en cárceles para los que viven en ellas y dominadas por un ultraconsumismo que es lo único que le queda al ser humano para sentirse especial.
Otro buen puñado de historias, pero en menor número que las anteriores, nos ofrecen una ambientación mucho más típica de la ciencia ficción más habitual: como la colonia de investigadores en un lejano planeta de ‘Región de contenencia’, la historia del viajero temporal de ‘El asesino amable’, el mundo del lejano futuro poblado de abandonadas tumbas digitales de ‘Las tumbas del tiempo’ o el retorcido experimento espacial de ‘Trece a Centauri’ pueden ser buenos ejemplos. Pero todos ellos, siempre con un tono y un enfoque tan particulares, ricos y fascinantes que los distinguen rápidamente de cualquier otra ciencia ficción al uso.
Con otras de las historias Ballard pretende sorprender (y lo logra) por su estructura o desarrollo, como ocurre con las vidas que transcurren al revés de ‘Tiempo de paso’, la capacidad de asesinar con la palabra escrita del narrador de ‘Ahora: cero’, el particular relato de fantasmas de ‘Zona de terror’, el paulatino cambio en la mentalidad del protagonista de ‘La tarde repentina’ o incluso recurriendo al thriller psicológico en ‘El hombre del piso 99’.
Tenemos así un tomo sobresaliente, que como en toda selección antológica cuenta con alguna historia menos memorable, pero que en su gran mayoría fascina y atrapa al lector. Los relatos de Ballard nos permiten toparnos de frente con imaginativas realidades paralelas o posibilidades no tan lejanas, que se mueven siempre entre lo tremendamente sorprendente y lo oscuramente terrible. Todo ello recogido en un volumen con la calidad a la que nos ha acostumbrado Runas con sus cuidados libros en tapa dura, que además goza de una nueva traducción a la altura realizada por David Tejera Expósito que nos permite disfrutar de la narración cuidada y exquisita de Ballard.
EN CONCLUSIÓN
El primer tomo (de dos) de los Relatos de J. G. Ballard es una excelente lectura que desnuda de forma implacable, irónica y por momentos tremendamente anticipatoria los miedos, sueños, posibilidades, flaquezas y amenazas del mundo moderno (y próximo). Con planteamientos que siendo cercanos se vuelven de golpe tan llamativos como sorprendentes, nos topamos con una aparente normalidad cotidiana que retuerce la realidad para mostrarnos reflejos con los que podemos identificarnos de forma muy poco favorecedora o realmente descarnada. Y es que Ballard utiliza el poder de la imaginación y de la ficción fantástica para presentarnos ilimitadas variaciones de los elementos de nuestra sociedad tecnológica y capitalista, una certera visión poliédrica del género humano que permiten desnudar lo vacuo, falso, engañoso y cínico de nuestros comportamientos y lo perturbadora que puede volverse la realidad con solo unos pequeños cambios. Siempre en relatos de cuidada narración y desarrollo, con una alta calidad literaria que hace que sea una gozada disfrutar todos y cada uno de ellos.
VALORACIÓN
FICHA
Relatos (tomo 1 de 2)
J. G. Ballard
Runas
Traducción de David Tejara Expósito
Tapa dura, 864 páginas
36,95 euros (en ebook por 14,99 euros)
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