SINOPSIS: Perdí mi alma cuando tenía trece años, sin ni siquiera haber desayunado. Era una mañana fría y neblinosa en la villa, y los ecos de las campanas que marcaban las seisflotaban sobre la bahía. A pesar de los años transcurridos, recuerdo con nitidez cada detalle de la suma de decisiones que me llevaron a comenzar mi andadura por lasenda que finaliza en el infierno. Cada suspiro, cada palabra, cada cadáver, convertidos en un monumento a mis muchas estupideces y pocos aciertos.
En el penal de El Cabracho, mientras aguarda cuatro ejecuciones consecutivas a manos de la Inquisición, Leo Vicar se dispone a dictar su infame pasado a un escriba real. Empezando por su adolescencia, narrará cómo condenó su alma una mañana de invierno sin ni siquiera haber desayunado, cómo rompió cada uno de los trece mandamientos del Cristo Ahogado y cómo su primer amor desencadenó un brutal descenso al abismo. Leo Vicar desgranará una historia de brujas reencarnadas y demonios de las profundidades, de inocencia perdida y rabia incombustible, de lágrimas y quemaduras.
RESEÑA: A veces, las cosas salen bien cuando hay valentía y esfuerzo detrás de lo que se hace, y puede verse recompensado con el cariño y respaldo de los que reciben en sus manos ese trabajo. No, evidentemente no os hablo de la existencia de Leo Vicar, cuyo espinoso camino sembrado de tragedias y miserias nos van a servir de hilo conductor en una narración que duele muy hondo. Ahora iremos con sus oscuras desventuras; os estoy hablando de Carlos di Urarte, cuyo flamante debut en el fantástico español ha ido acumulando el reconocimiento de los lectores con el merecido boca a boca que lo ha convertido en una nueva estrella emergente del género. Esto siempre nos pone las cosas más fáciles a los reseñadores, que como simples comparsas prescindibles solo podemos aparecer para aplaudir el éxito de algo bien hecho.
Porque frente a olas de mercadotecnia editorial, de deslumbrantes cantos tintados y éxitos tiktokeros de consumo rápido, de vez en cuando surge una obra que es alabada por los lectores porque en su fondo tiene todo lo que de verdad necesita un buen libro: una historia que atrapa y una forma de implicarnos con sus personajes que nos impide apartarnos de esa lecura. Pues precisamente eso tenemos con Salitre y cenizas, la que será la primera entrega de una trilogía de intenso sabor grimdark costumbrista que lleva por título genérico La Corona del Oráculo. Con esta obra debuta en el fantástico Carlos di Urarte, escritor cántabro que ha conseguido conjugar en su novela elementos que parecen diametralmente opuestos y destinados a excluirse: la fantasía con lo más cotidiano.