SINOPSIS: A pesar de haber alcanzado mayor reconocimiento por la saga canción de hielo y fuego y sus premiadas novelas, Martin ha sido siempre un cultivador de los formatos cortos, que le han permitido explorar ideas y conceptos de manera más libre. Con retratos de los hijos continuamos con la publicación de sus antologías de cuentos tal y como aparecieron originariamente en Estados Unidos. Fantasía, ciencia ficción y terror se combinan para mostrar la maestría y la versatilidad del autor de juego de Tronos.
RESEÑA: La recopilación de toda la ficción corta de George R. R. Martin en formato bolsillo continúa de la mano de Gigamesh con este segundo volumen, publicado al mismo tiempo que Nómadas nocturnos (que ya reseñé por aquí). En Retratos de los hijos nos encontramos con una nueva selección con 11 de sus ficciones cortas (donde se mezclan los relatos y las novelas cortas) donde prima la variedad de estilos y enfoques, pero siempre manteniendo la excelente capacidad narrativa de un autor que sabe como meterse al lector en el bolsillo y mantenerlo pegado a la página hasta la última línea.
En esta rica y variada colección volvemos a encontrarnos con historias de ciencia ficción ambientadas en el rico y fascinante universo de los Mil Mundos (como son Cuando llega la brumabaja, Las canciones solitarias de Laren Dorr y La flor de cristal). Todos ellos nos ofrecen distintas facetas de este universo de ciencia ficción: desde la apasionada defensa de la magia de los misterios del primero, al anhelo amoroso del segundo o la búsqueda incansable de la inmortalidad del último. Sin duda es La flor de cristal el más poderoso de los tres, con una historia que nos lleva hasta un mundo donde los desesperados y los más osados se enfrentan a una prueba mortal para lograr alargar su existencia. Una poderosa historia sobre lo que nos hace humanos, los anhelos por mantenernos vivos y lo que estamos dispuestos a arriesgar con tal de dejar atrás la mortalidad.
En este volumen también podemos disfrutar de la vertiente más cercana a la fantasía épica de Martin en su época anterior a la creación de su saga Canción de hielo y fuego. Aquí hay lugar para relatos como El dragón de hielo, donde se mezcla la idílica inocencia del cuento infantil con la rudeza descarnada del mundo real. Una historia invernal, con dragones y guerreros, y una niña muy especial que tendrá que hacerse adulta a marchas forzadas. Los monstruos humanos también tienen sitio en En las tierras perdidas, donde recorremos un lugar desolado en busca de los legendarios hombres lobo, y donde su protagonista demostrará que sabe guardar sus secretos.
Pero por suerte en este segundo volumen también hay sitio para mostrar la vertiente más humorística de Martin, con historias como La última Superbowl u Hora de cerrar. Ambos son relatos profundamente divertidos, pero con un inevitable poso oscuro en su fondo. En La última Superbowl Martin aborda una de sus grandes pasiones (el fútbol americano) para imaginar el futuro de los deportes en un mundo donde la recreación puede llegar a superar a la propia realidad (y que parece adivinar el auge moderno de los esports o deportes eléctrónicos). Con Hora de cerrar nos topamos con una descacharrante historia centrada en un bar y sus parroquianos que muy bien podría haber surgido de la imaginación más macabra del mismísimo Stephen King.
Pero sin duda, las verdaderas joyas de la antología son esas historias donde Martin despliega toda su habilidad narrativa para sumergirnos en relatos con un poso más trágico. Son novelas cortas como Variantes sin salidas, donde con el ajedrez de telón de fondo construye un relato sobre los sueños incumplidos de un grupo de amigos y su choque con la dura realidad. Con pizcas de ciencia ficción y, afortunadamente, manteniendo una visión optimista Martin construye una historia sobre segundas oportunidades y de lucha constante contra la adversidad. Mucho más oscura y descarnada es la excelente Retratos de los hijos, que desnuda a ojos del lector el trabajo creativo de un escritor y las verdaderas fuentes de su inspiración. Un autor que acaba de pelearse con su única hija empezará a recibir una serie de llamativos cuadros que le permitirán encontrarse cara a cara con los frutos de su imaginación y recordar el camino que lo ha llevado hasta donde está. Una magnífica novelita corta que nos muestra las entrañas de la creación y de una compleja relación paternofilial que consigue remover los sentimientos más íntimos del lector.
En la antología Retratos de los hijos tenemos una magistral muestra de la habilidad de un autor en estado de gracia. Martin se mueve con total soltura y elegancia entre registros muy diferentes, desde la ciencia ficción a la fantasía pasando por el humor más macabro, pero manteniendo siempre al lector en un constante estado de gozo y sorpresa. Una magnifica selección de 11 historias que mantendrán al lector pegado a la página mientras descubre los secretos, los temores y los anhelos de personajes muy humanos, llenos de recovecos y facetas. Todas y cada una de las historias de Retratos de los hijos son capaces de mostrarnos una faceta diferente del ser humano, o de su conflicto con la existencia, y de conmover los sentimientos más íntimos del lector. Si todavía no habéis descubierto la faceta de George R. R. Martin como autor en el formato breve, esta antología os servirá para aterrizar por la puerta grande en las manos de un narrador que sabe como manejar historias y personajes con mucha pericia y grandes dosis de humanidad.
En este volumen también podemos disfrutar de la vertiente más cercana a la fantasía épica de Martin en su época anterior a la creación de su saga Canción de hielo y fuego. Aquí hay lugar para relatos como El dragón de hielo, donde se mezcla la idílica inocencia del cuento infantil con la rudeza descarnada del mundo real. Una historia invernal, con dragones y guerreros, y una niña muy especial que tendrá que hacerse adulta a marchas forzadas. Los monstruos humanos también tienen sitio en En las tierras perdidas, donde recorremos un lugar desolado en busca de los legendarios hombres lobo, y donde su protagonista demostrará que sabe guardar sus secretos.
Pero por suerte en este segundo volumen también hay sitio para mostrar la vertiente más humorística de Martin, con historias como La última Superbowl u Hora de cerrar. Ambos son relatos profundamente divertidos, pero con un inevitable poso oscuro en su fondo. En La última Superbowl Martin aborda una de sus grandes pasiones (el fútbol americano) para imaginar el futuro de los deportes en un mundo donde la recreación puede llegar a superar a la propia realidad (y que parece adivinar el auge moderno de los esports o deportes eléctrónicos). Con Hora de cerrar nos topamos con una descacharrante historia centrada en un bar y sus parroquianos que muy bien podría haber surgido de la imaginación más macabra del mismísimo Stephen King.
Pero sin duda, las verdaderas joyas de la antología son esas historias donde Martin despliega toda su habilidad narrativa para sumergirnos en relatos con un poso más trágico. Son novelas cortas como Variantes sin salidas, donde con el ajedrez de telón de fondo construye un relato sobre los sueños incumplidos de un grupo de amigos y su choque con la dura realidad. Con pizcas de ciencia ficción y, afortunadamente, manteniendo una visión optimista Martin construye una historia sobre segundas oportunidades y de lucha constante contra la adversidad. Mucho más oscura y descarnada es la excelente Retratos de los hijos, que desnuda a ojos del lector el trabajo creativo de un escritor y las verdaderas fuentes de su inspiración. Un autor que acaba de pelearse con su única hija empezará a recibir una serie de llamativos cuadros que le permitirán encontrarse cara a cara con los frutos de su imaginación y recordar el camino que lo ha llevado hasta donde está. Una magnífica novelita corta que nos muestra las entrañas de la creación y de una compleja relación paternofilial que consigue remover los sentimientos más íntimos del lector.
En la antología Retratos de los hijos tenemos una magistral muestra de la habilidad de un autor en estado de gracia. Martin se mueve con total soltura y elegancia entre registros muy diferentes, desde la ciencia ficción a la fantasía pasando por el humor más macabro, pero manteniendo siempre al lector en un constante estado de gozo y sorpresa. Una magnifica selección de 11 historias que mantendrán al lector pegado a la página mientras descubre los secretos, los temores y los anhelos de personajes muy humanos, llenos de recovecos y facetas. Todas y cada una de las historias de Retratos de los hijos son capaces de mostrarnos una faceta diferente del ser humano, o de su conflicto con la existencia, y de conmover los sentimientos más íntimos del lector. Si todavía no habéis descubierto la faceta de George R. R. Martin como autor en el formato breve, esta antología os servirá para aterrizar por la puerta grande en las manos de un narrador que sabe como manejar historias y personajes con mucha pericia y grandes dosis de humanidad.
VALORACIÓN
FICHA
Retratos de los hijos
George R. R. Martin
Gigamesh
Traducción de Cristina Macía, Raquel Marqués, Virginia Sáenz,
María Alfonso, Xavier Beltrán y Wendolín Perla
Traducción de Cristina Macía, Raquel Marqués, Virginia Sáenz,
María Alfonso, Xavier Beltrán y Wendolín Perla
Tapa blanda de bolsillo, 454 páginas
9 euros (a la venta en Lektu)
Estoy a un par de relatos para terminar la primera antología y me esta gustando mucho descubrir este Martin. Es una fantasía como te transporta a nuevos mundos. El segundo ya descansa en mi estantería :)
ResponderEliminarEs una gozada como construye historias y mundos, este segundo volumen me ha parecido perfecto de principio a fin, te encantará
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