lunes, 5 de marzo de 2018

Reseña: El largo viaje a un pequeño planeta iracundo, de Becky Chambers

SINOPSIS: Cuando Rosemary Harper se une a la tripulación de la Peregrina, no espera demasiado. La Peregrina, una chapuza de nave que ha vivido mejores días, le ofrece todo lo que hubiera podido desear: un pequeño y silencioso lugar al que llamar hogar durante un tiempo, aventura en los confines más alejados de la galaxia y distancia de su tumultuoso pasado.
Pero Rosemary recibe más de lo que había negociado con la Peregrina. La tripulación es una mezcla de especies y personalidades, desde Sissix, la amistosa piloto reptiliana, a Kizzy y Jenks, los ingenieros en constante disputa para ver quién mantiene a la nave en marcha. La vida a bordo es caótica, pero más o menos pacífica: justo lo que necesita Rosemary. 
Hasta que reciben el encargo ideal: la oportunidad de construir un túnel hiperespacial a un lejano planeta. Conseguirán el suficiente dinero como para vivir con comodidad durante años… si sobreviven al largo viaje a través de un espacio interestelar sacudido por la guerra sin poner en riesgo ninguna de las frágiles alianzas que mantienen la galaxia en paz. Pero Rosemary no es la única persona a bordo con secretos que ocultar, y la tripulación pronto descubrirá que el espacio puede ser vasto, pero las naves espaciales son minúsculas.


RESEÑA: La Peregrina es una nave tuneladora que se encarga de realizar agujeros de gusano en el espacio como quién tiende una carretera de asfalto. Su complejo pero cotidiano trabajo le lleva a recorrer todos los rincones de una galaxia poblada de multitud de culturas y razas diferentes, donde las criaturas sapientes tratan de convivir unas con otras a pesar de sus diferencias, y donde los límites de lo que nos hace humanos (o lo que podemos considerar humano) cada vez se vuelven más difusos.
Becky Chambers debutó en la ciencia ficción en 2014 con El largo viaje a un pequeño planeta iracundo, una optimista obra que nos lleva de viaje por la galaxia en una nave espacial que a lo largo de sus 497 páginas acabaremos por considerar nuestro hogar y con una extraña tripulación que se convertirá en nuestra familia.
La autora californiana apuesta por una historia "escrita con alegría", como acertadamente señala Claire North en su blurb de la portada, y desde luego convierte la lectura en una experiencia muy positiva y que se gana al lector. Es algo muy a destacar en una época en la que triunfa lo oscuro y deprimente que Chambers logre convertir sus historias protagonizadas por los tripulantes de la Peregrina en algo profundamente luminoso, honesto y cercano pero sin caer en lo naif.
Aunque el teórico protagonismo principal recae sobre Rosemary Harper, la nueva tripulante, en realidad estamos ante una obra coral y con un ritmo muy episódico, en la que los distintos habitantes de la Peregrina irán saltando a primer plano para revelarnos los secretos de su pasado y de las distintas culturas o razas a las que pertenecen. Chamber apuesta por una historia que es un canto contra la intransigencia y la xenofobia, y que hace hincapié en los elementos que nos unen, no los que nos separan.
Cabe destacar la originalidad de algunas de los planteamientos culturas de Chambers, que nos presenta razas tan llamativas como los aandrisk, los grum o los sianat, tan diferentes de lo que los humanos podríamos considerar "normal", y que precisamente por ello nos harán plantearnos nuestros propios condicionamientos culturales cuando sean estos extraterrestres los que los pongan en entredicho. Otra gran cuota de lo original recae sobre la intensa relación que existe entre el técnico Jenk y la carismática IA de la Peregrina, Lovey.
Como elemento negativo tengo que señalar que se echa en falta que algunas historias no tengan tanto peso o importancia como se intuye en un comienzo (la propia historia de Rosemary o la del par Ohan al final se acaban diluyendo bastante a pesar de sus prometedores e interesantes planteamientos iniciales). Incluso la trama principal de la novela se queda en un mero telón de fondo para los distintos episodios protagonizados por Ashby, Doctor Chef, Corbin, Jenks, Lovey, Sissix o Kizzy (sin duda, el personaje más divertido y carismático de toda la obra).
Con El largo viaje a un pequeño planeta iracundo la norteamericana Becky Chambers apuesta por una ciencia ficción más centrada en lo íntimo, en las relaciones humanas protagonizadas por las distintas razas sapientes que la exploración espacial ha puesto en contacto. El microcosmos de la Peregrina es un luminoso hogar donde a pesar de las diferencias intrínsecas de cada uno de sus habitantes todos logran encontrar su lugar, y donde la convivencia les hace romper las cadenas que con las que la cultura nos puede constreñir. Una lectura que se convierte en una aventura profundamente humana y que se puede disfrutar gracias a la excelente traducción de Alexander Páez. Becky Chamber demuestra con su novela que se puede ser optimista y tener una visión más luminosa sobre el corazón sin humano, sin por ello dejar de tener los pies bien asentados en la dura realidad diaria.



VALORACIÓN



FICHA
El largo viaje a un pequeño planeta iracundo
Becky Chambers
Insólita Editorial
Traducción de Alexander Paéz
Rústica con solapas, 512 páginas

2 comentarios:

  1. A mi me encanto ese regustillo a sitcom por episodios pero con un objetivo final. Aunque ese objetivo final es lo de menos, y lo interesante es ir conociendo a todos los personajes, acercarnos a ellos, comprenderlos y conocer todo el universo de Chambers. De momento, lo mejor que he leído durante 2018 (que es poco, la verdad). Un abrazo^^

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    1. Si, lo leí en tu reseña y es verdad que tiene ese estilo de sitcom episódica. Desde luego Chambers se centra más en los personajes que en el entorno, y el lector se encariña con todos y cada uno de los tripulantes.
      Un abrazo! :)

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