SINOPSIS: Bienvenido a la mazmorra. La supervivencia es opcional, mantener a la audiencia enganchada no.
¿Sabes qué es peor que romper con tu novia? Tener que cuidar de su multipremiada gata de exhibición. ¿Y sabes qué es aún peor? Enfrentarse a una invasión alienígena, la destrucción de todas las estructuras terrestres creadas por la humanidad y la explotación sistemática de los supervivientes mediante un sádico programa de entretenimiento intergaláctico.
Carl, un veterano de la Guardia Costera, y la Princesa Dónut, la gata de su exnovia, intentarán sobrevivir al fin del mundo -o pasar al siguiente nivel- en una prisión subterránea llena de trampas y digna de un videojuego. Esta mazmorra es, en realidad, el plató de un reality show con espectadores por toda la galaxia. Goblins explosivos. Pociones mágicas. Llamas mortíferas que trafican con drogas. Está claro que no es un programa cualquiera.
RESEÑA: La diversión en el fantástico tiene un nuevo nombre, una gran estrella ascendente que se ha ganado toda una legión de fieles que esperan cada nueva novela de una larga serie en marcha que parece que todavía no tiene fin a la vista. Y todo empezó en 2020 cuando el desconocido Matt Dinniman sacaba de forma autopublicada su novela debut, dando arranque a una saga que conforme aumentaba el número de entregas (ya van por siete) también se ganaba un mayor respaldo de los lectores. Tal fue el éxito de esta alocada propuesta que atrajo la atención de las grandes editoriales, que se hicieron con la obra para lanzarla al público masivo.
Esta onda expansiva editorial ya nos ha alcanzado también en nuestro idioma, con el sello Nova apostando a lo grande por Matt Dinniman en español. No solo tenemos ya su primera novela en librerías (de la que voy a hablaros hoy con detalle pero sin destripes innecesarios), sino que este mismo mes nos llega ya su segunda parte y para inicios de 2026 está ya programada la salida de su tercera entrega. Así que parece que la aventura cómica-rolera de esta desvergonzada propuesta fantástica va a acompañarnos durante largo tiempo, mientras avanzamos con sus singulares héroes en esta peligrosa y desconcertante mazmorra-prisión televisada para toda la galaxia.
Carl el Mazmorrero es de esas obras que está pensada para el consumo rápido, una lectura que te mete en su propuesta sin demasiadas florituras y con una patada en el culo. Dinniman nos lo deja bien claro nada más arrancar: “Tampoco quiero ponerme muy pesado con el trasfondo de la historia”, nos confiesa su narrador-protagonista, y no hace falta jurar que lo cumple en cada página. El protagonista del relato es Carl, un joven de 27 años con una vida de lo más común, que acaba de romper con su novia y mata el tiempo mientras cuida de la gata de esta antes de devolvérsela. Junto con Princesa Dónut (bueno, en realidad Princesa Dónut la Reina Ana Rechonchita si elegimos su nombre de competición), una orgullosa gata persa de competición, acaban salvando la vida de pura chiripa cuando al fin del mundo humano se precipita por la llegada de unos extraterrestres que se hacen con nuestro planeta.
La Tierra ha sido comprada por una gran corporación alienígena, que de la noche a la mañana acaba con la gran mayoría de la población mundial y arroja a los escasos supervivientes a un salvaje juego de lucha entre todos contra todo: Planeta Mazmorrero. La Corporación Borant, una gran empresa galáctica, emite este exitoso y brutal show donde los humanos deben ir descendiendo, nivel a nivel, una gran mazmorra subterránea repleta de criaturas, enemigos, amenazas y trampas de todo tipo, con desafíos y mecánicas calcados de los videojuegos humanos. Si, los extraterrestres nos vigilaban y han preparado esta ambientación para hacernos jugar como si fuéramos títeres en un ‘Gran hermano’ gamer de supervivencia.
"Estoy en un programa de televisión alienígena. La puta de su madre".
Así que Dinniman no se oculta ni disfraza su inspiración: nos mete de cabeza en un videojuego literario, que se aprovecha de todas las claves y tópicos del mundo gamer para trasladarlo a la página escrita. Porque Carl y la Princesa Dónut (bueno, ahora convertida en Princesa Dónut la Gran Campeona de toda la mazmorra) son dos de los participantes de este show televisivo alienígena donde sus participantes luchan contra multitud de criaturas y desafíos como si de un videojuego real se tratara. Por eso cada personaje, cada participante, tiene una serie de habilidades, armas y objetos, todos ellos con sus consabidas fichas de características y que se pueden ir cambiando o haciendo crecer conforme se eliminan enemigos y se pasan niveles.
La gran baza de la obra es el humor: tenemos una novela que es un gamberro gag cómico de entretenimiento ligero, que busca la carcajada cómplice jugando constantemente con el lector habituado a los videojuegos roleros para aprovecharse de las características y particularidades del mundillo, pero siempre tirando por la jocosidad y el absurdo. Y es que este Planeta Mazmorrero tiene su propio tutorial para aprender a manejarse, sus PNJ (personajes no jugadores), sus enemigos que van de la mera carne de cañón a los grandes jefes de zona o de nivel, sus armas, armaduras o hechizos, sus habilidades y sus puntos de vida; como ya he dicho todo esto se va desbloqueando, aumentando o intercambiando conforme los personajes avanzan, siempre tratando de buscar la manera de descender un nivel más, pues si no logran hacerlo son fulminados. Si, lo que se inicia como un juego se va desvelando como un cruel y brutal Battle Royale, un “engranaje implacable” que se emite para toda la galaxia y hasta con sus propios programas de debate a los que son invitados sus jugadores… si siguen vivos. Porque el fracaso en este salvaje juego televisado conlleva la muerte.
"Estamos en una mazmorra llena de cucarachas asesinas y llamas que venden drogas. Un imbécil con una pistola no me asusta. Y tampoco tendría que asustar a ti. Deberíamos ir a por ese vil asesino y ajusticiarlo".
Aun con su trasfondo más oscuro y cruel, la novela no deja de ser un divertimento ligero, con un protagonista sencillo pero honorable y una compañera gatuna tremendamente carismática que se gana de inmediato al lector. Carl y la Princesa Dónut tratan de salir adelante en una situación absurda y mortal, recorriendo un mundo lleno de trampas, amenazas y enemigos de todo tipo, guiados por una simple premisa: ser entretenidos para sus televidentes. Y es cada participante puede ganarse el respaldo de los seguidores del programa, que así los favorecerán con objetos o recompensas que les pueden ser de gran ayuda para seguir vivos. Al Planeta Mazmorrero solo le interesa una cosa: “Seguid haciéndolo tan bien, y ¡matad, matad, matad!”
La obra de Dinniman está repleta de guiños a la cultura popular así como al mundo rolero con una gran multitud de fichas de características de los objetos y habilidades que solo buscan hacernos reír ante lo absurdo de sus apuntes, o con una serie de enemigos que se mueven entre lo esperpéntico y lo repulsivo. Efectivamente, con todo esto ya podéis imaginar que no estamos ante Guerra y paz de Tolstói ni En busca del tiempo perdido de Proust; en el libro todo es tan poco serio como se puede esperar de una historia protagonizada por tipo que va en calzoncillos y acompañado por una gata respondona y anhelante de fama intergaláctica.
Así que no busquéis una propuesta profunda porque es una aventura dinámica y cómica, que solo quiere ofrecer acción de videojuego plagada de un humor absurdo y en ocasiones retorcidamente cruel, lanzado a sus personajes a un mundo esperpéntico que el lector acepta con una facilidad abrumadora. Y es que lo cierto que Dinniman logra que nos movamos con agilidad y comodidad por su alocada propuesta, logrando adaptar al papel el sugerente mundo audiovisual de los videojuegos con una efectividad pasmosa. Quizá juega en su contra (permitidme la broma) esa gran cantidad de momentos dedicados a hablarnos de habilidades, objetos y características, que puede ser casi la mitad de la obra; pero lo cierto es que como va siempre trufado de esas comicidad alocada nos permite deslizarnos por sus páginas con suma agilidad.
Al hablar de esta obra es inevitable referirse a la traducción de la misma. David Tejera se encarga con soltura de traernos en español esta dinámica propuesta, trasladándonos con acierto toda la comicidad absurda de la obra. Y aunque la mayoría de los chistes son plenamente entendibles en este mundo globalizado en el que vivimos, también es cierto que logra adaptar el tono y el lenguajes del humor para que las referencias o incluso la misma forma de expresarse de los personajes para que resulten jocosamente cercana al lector español (“cagondiós, David, bien hecho”, que diría Carl).
"Seguíamos encontrándonos en una mundo injusto, pero también era un juego. Había puzles y caminos ocultos que llevaban a la supervivencia, por lo que teníamos que mantener siempre los ojos bien abiertos".
Esta primera entrega es pues una entrada dinámica y efectiva en la propuesta, aunque reconozco que en su tramo final parece perder un poco de fuelle y nos deja con un desenlace tremendamente abrupto, casi anticlimático, que obliga a esperar la siguiente entrega de esta loca aventura de supervivencia.
Matt Dinniman apuesta en su debut por una gamberra inmersión 'gamer', una novela que se sustenta sobre las particularidades del mundo rolero, con la mera diversión y el humor como grandes bazas, buscando la complicidad constante del lector y su carcajada. No esperéis una obra densa ni profunda, porque solo pretende entretener, lanzándonos un videojuego literario plagado de chistes y de lucha constante contra enemigos múltiples, bajando nivel a nivel una desconcertante mazmorra construidas por extraterrestres tan graciosetes como crueles.
Personalmente, siento mucha curiosidad por ver cómo aguanta esta propuesta con la larga serie de novelas que han ido encadenando el autor (más aún teniendo en cuenta que estas también van ganando en tamaño y extensión, las últimas son auténticos tochos); aunque entendiendo que el formato de “nivel tras nivel” de videojuego que se propone sirve a la perfección para ir ampliando una saga, pueda ser estirar demasiado un mismo chicle.
Lo que está claro es que no tardaremos mucho en comprobarlo, porque como digo Nova está apostando fuerte por la obra de Dinniman. Tanto es así que este mismo octubre nos llega ya El juicio final de Carl, la segunda entrega de la saga, y para principios de 2026 saldrá la tercera novela, titulada El libro de cocina del anarquista de la mazmorra. Así que vamos a seguir avanzando en el Planeta Mazmorrero entre gags, enemigos y fichas de características, con un Carl que no deja de maldecir su desconcierto ante lo absurdo de su nueva vida y una Princesa Dónut dispuesta a convertirse en la gran estrella mazmorrera de la galaxia.
VALORACIÓN
FICHA
Carl el Mazmorrero (Carl el Mazmorrero, 1)
Matt Dinniman
Nova
Traducción de David Tejera Expósito
Tapa blanda con solapas, 464 páginas
22,90 euros
También en ebook
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Alguien tenía que cubrir el hueco dejado por Terry Pratchett. Aunque con otra ambientación muy distinta. Me la he pillado a ver qué tal
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