Para despedir el mes de septiembre la editorial Gigamesh ha decidido llevarnos el Apocalipsis a casa en forma de novelas. Para ello este mismo viernes 30 nos trae dos obras que enfocan el fin del mundo y de la civilización humana desde dos perspectivas muy diferentes, y a través de dos obras separadas por el tiempo: una novela reciente con un tono muy actual junto a uno de los primeros ejemplos de ficción apocalíptica. ¿Por cuál os decantáis vosotros?
La primera de ellas es Apocalipsis suave la novela con la que debutó en 2011 Will McIntosh (autor ganador del premio Hugo en la categoría de mejor relato corto). McIntosh nos lleva hasta un futuro cercano donde el sistema capitalista da sus últimos estertores arrastrando en su agonía a toda la civilización. Todo ello narrado desde la perspectiva de unos protagonistas que ven como la situación los despoja poco a poco de su misma humanidad. La novela ha sido traducida por Lluís Delgado.
La primera de ellas es Apocalipsis suave la novela con la que debutó en 2011 Will McIntosh (autor ganador del premio Hugo en la categoría de mejor relato corto). McIntosh nos lleva hasta un futuro cercano donde el sistema capitalista da sus últimos estertores arrastrando en su agonía a toda la civilización. Todo ello narrado desde la perspectiva de unos protagonistas que ven como la situación los despoja poco a poco de su misma humanidad. La novela ha sido traducida por Lluís Delgado.
Apocalipsis suave se publicará en rústica con solapas, tiene 272 páginas y un precio de 20 euros.
SINOPSIS
«No somos vagabundos, somos nómadas». Es la expresión de la última brizna de dignidad que le queda a un universo tras años de desempleo, sin techo y sin blanca, que deambula con muchos otros en el límite de la subsistencia. Como él, millones de desahuciados vagan por caminos y carreteras, desesperados por aferrarse a los ecos de un esplendor que ya no existe, mientras el sueño del capitalismo emite sus últimos estertores.
Apocalipsis suave corta la respiración no solo por la verosimilitud con la que describe (¿predice?) el colapso del capitalismo, sino por la escalofriante lucidez con la que, en paralelo, recrea la descomposición de la personalidad de sus víctimas: la renuncia progresiva a valores que creíamos absolutos y la pugna por mantener viva una llama que siga dándole sentido a la vida.
La otra visión del fin del mundo nos la ofrece una obra clásica que nos llega gracias al genio de George R. Stewart, historiador y novelista norteamericano que en 1949 ponía sobre el papel La tierra permanece, obra que le valió el primer International Fantasy Award de la historia. Su obra es una de las primeras en desarrollar el tema de la persona corriente que se ve envuelta en las consecuencias de un terrible holocausto (tema recurrente a partir de entonces debido a la constante amenaza nuclear de la Guerra Fría), y nos llega también gracias a la traducción de Lluís Delgado.
La tierra permanece también sale en formato rústica con solapas, tiene 344 páginas y se pone a la venta al precio de 24 euros.
SINOPSIS
Cuando Isherwood Williams, un graduado en geografía, vuelve de unas vacaciones descubre que todo el mundo está muerto, victima de un virus. Va a la deriva, observa la degradación del paisaje, plagas de insectos y roedores, y al regresar a San Francisco, encuentra a una sobreviviente y forman una pareja y tienen hijos que vuelven a la manera de vivir de los nativos americanos, completando un círculo. Ish queda como único testigo al pasado y recuerda que "los hombres van y vienen, pero la Tierra permanece". Esta hermosa meditación sobre la ecología, el pasado y la inexorabilidad del cambio, es una de las obras maestras de la ficción especulativa de todos los tiempos.
¿Qué os parecen las novedades apocalípticas de Gigamesh?
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