SINOPSIS: La rebelión de Siete Ciudades ha sido
aplastada. Queda una última fuerza rebelde oculta en la ciudad de
Y'Ghatan bajo el mando fanático de Leoman de los Mayales. La perspectiva
de sitiar esta antigua fortaleza inquieta al agotado Decimocuarto
Ejército de Malaz. Fue allí donde cayó asesinado el mejor paladín del
Imperio y se derramó una marea de sangre malazana.
Pero eso no es más que una distracción. Hay agentes de un conflicto mucho mayor que ya han empezado a hacer sus primeros movimientos. Al dios Tullido se le ha concedido un lugar en el panteón y amenaza con abrirse un cisma. Hay que elegir bando. Pero decida lo que decida cada dios, las reglas han cambiado, y la primera sangre que caerá será en el mundo de los mortales...
Pero eso no es más que una distracción. Hay agentes de un conflicto mucho mayor que ya han empezado a hacer sus primeros movimientos. Al dios Tullido se le ha concedido un lugar en el panteón y amenaza con abrirse un cisma. Hay que elegir bando. Pero decida lo que decida cada dios, las reglas han cambiado, y la primera sangre que caerá será en el mundo de los mortales...
RESEÑA: El apabullante relato de la saga Malaz, el Libro de los Caídos alcanza su sexto volumen llevándonos de vuelta al castigado continente de Siete Ciudades. Tras Mareas de medianoche (reseña) y su presentación de la trama edur, regresamos con el 14º ejército malazano justo donde los dejamos tras La Casa de Cadenas (reseña): en su lucha por apagar los últimos rescoldos de la rebelión de Sha'ik. Ahora las fuerzas rebeldes están al mando de Leoman de los Mayales, que huye de la persecución incansable de la consejera imperial Tavore. Como no puede ser de otra manera, multitud de otras tramas se enredan durante esta persecución, mientras los diferentes personajes cruzan sus caminos por Siete Ciudades.
Quizá este sexto volumen de la saga tenga un arranque más pausado de lo normal, pero eso le permite al lector volver a colocar de nuevo las piezas en el tablero tras el "flashback" narrativo que fue Mareas de medianoche. Además, durante este primer tercio podremos aprovechar para disfrutar de los cómicos diálogos de los soldados malazanos durante la marcha hacia Y'Ghatan, que demuestran una vez más la gran habilidad de Erikson a la horada dejarnos grandes momentos cargados de humor.
Por los demás, en Los Cazahuesos podremos asistir en primera fila el poso oscuro que la rebelión de Sha'ik ha dejado en todo Siete Ciudades: ciudades despobladas, hambruna, odio... y más adelante una horrible peste que se extiende con gran rapidez por el continente. Pero siendo esto Malaz, la enfermedad no es solo una consecuencia normal de la guerra humana, sino una prueba más de que la batalla ha alcanzado a los propios dioses que ya están eligiendo bando en la contienda que se cierne sobre todos.
Decía antes que la novela tiene un arranque bastante tranquilo, pero todo eso lo arregla con creces el comienzo del Libro Segundo: un capítulo de casi cien páginas de extensión donde Erikson nos sumerge con habilidad en el terrible desastre de Y'Ghatan. Con una narración que alcanza un ritmo endiablado volvemos a marchar codo con codo junto a los infantes malazanos a un combate que de primeras ya parece oler mal, y que acaba por convertirse en una trampa mortal. La ciudad se convertirá en una prueba de fuego para el 14º ejército, que tendrá que demostrar que son el verdadero corazón del Imperio.
Además, en esta sexta novela nos encontramos de nuevo con algunos de los personajes más potentes que ha creado Erikson para el Libro de los Caídos. Karsa Orlong, el terrible toblakai, sigue empeñado en demostrar que ninguna cadena atará su vida nunca más y marcha hacia el oeste, desentendiéndose de la pasada rebelión. En su camino se cruzará la bruja Samar Dev, inteligente y tranquila mujer que sirve de contrapunto perfecto para la fuerza bruta y el 'realismo' seco del toblakai. Aunque ambos aparecen poco a lo largo de esta novela forman una pareja muy interesante que espero que Erikson aproveche bien en próximos libros.
También volvemos a ver a la carismática y extraña pareja formada por Icarium y Mappo que siguen embarcados en su interminable viaje en busca del pasado del 'desmemoriado' jagh. Sin embargo, otros poderes se están moviendo para utilizar el terrible poder de Icarium, que sin duda va a jugar un papel muy importante en la guerra entre los distintos dioses.
Un tercer grupo que recorre el devastado Siete Ciudades es el encabezado por Heboric Manos Fantasmales, que después de escapar del inundado Raraku quieren llegar hasta isla Otataral para descubrir el origen del misterioso poder del nuevo destriant de Treach. Resulta interesante el constraste entre todos los miembros de este grupo, formado por personas que solo quieren huir de su pasado, de una forma u otra.
Con todos estos elementos Steven Erikson juega, una vez más, a ser el mejor malabarista de su enrevesado mundo. Logra mantener todas estas tramas a la vez, y su habilidad para llevar de una otra sin descanso es también uno de los motivos de que Malaz tenga un ritmo tan imparable.
Aunque quizá Los Cazahuesos sea uno de los volúmenes de la saga con un final más pausado (sobre todo si se compara con los finalacos que apenas dejan respirar un solo momento al lector de Memorias del hielo o Mareas de medianoche). Pero aún así la recta final de la novela está llena de acción y sorpresas para el lector. Sobre todo destacaría la forma en que Erikson nos hace reflexionar sobre como los poderosos manipulan la historia a su antojo, y los pocos reparos que tienen los que ostentan el poder para sacrificar los héroes del pasado.
Por eso mismo, el gesto del 14º ejército de jugarse la vida para defender a sus compañeros wickanos de las turbas malazanas convierte su lucha en uno de los grande momentos épicos de Malaz. Los Cazahuesos demuestran que la única lealtad válida es la que llega hasta el final, y que los verdaderos héroes son aquellos que están donde deben estar.
Por los demás, en Los Cazahuesos podremos asistir en primera fila el poso oscuro que la rebelión de Sha'ik ha dejado en todo Siete Ciudades: ciudades despobladas, hambruna, odio... y más adelante una horrible peste que se extiende con gran rapidez por el continente. Pero siendo esto Malaz, la enfermedad no es solo una consecuencia normal de la guerra humana, sino una prueba más de que la batalla ha alcanzado a los propios dioses que ya están eligiendo bando en la contienda que se cierne sobre todos.
Decía antes que la novela tiene un arranque bastante tranquilo, pero todo eso lo arregla con creces el comienzo del Libro Segundo: un capítulo de casi cien páginas de extensión donde Erikson nos sumerge con habilidad en el terrible desastre de Y'Ghatan. Con una narración que alcanza un ritmo endiablado volvemos a marchar codo con codo junto a los infantes malazanos a un combate que de primeras ya parece oler mal, y que acaba por convertirse en una trampa mortal. La ciudad se convertirá en una prueba de fuego para el 14º ejército, que tendrá que demostrar que son el verdadero corazón del Imperio.
Además, en esta sexta novela nos encontramos de nuevo con algunos de los personajes más potentes que ha creado Erikson para el Libro de los Caídos. Karsa Orlong, el terrible toblakai, sigue empeñado en demostrar que ninguna cadena atará su vida nunca más y marcha hacia el oeste, desentendiéndose de la pasada rebelión. En su camino se cruzará la bruja Samar Dev, inteligente y tranquila mujer que sirve de contrapunto perfecto para la fuerza bruta y el 'realismo' seco del toblakai. Aunque ambos aparecen poco a lo largo de esta novela forman una pareja muy interesante que espero que Erikson aproveche bien en próximos libros.
También volvemos a ver a la carismática y extraña pareja formada por Icarium y Mappo que siguen embarcados en su interminable viaje en busca del pasado del 'desmemoriado' jagh. Sin embargo, otros poderes se están moviendo para utilizar el terrible poder de Icarium, que sin duda va a jugar un papel muy importante en la guerra entre los distintos dioses.
Un tercer grupo que recorre el devastado Siete Ciudades es el encabezado por Heboric Manos Fantasmales, que después de escapar del inundado Raraku quieren llegar hasta isla Otataral para descubrir el origen del misterioso poder del nuevo destriant de Treach. Resulta interesante el constraste entre todos los miembros de este grupo, formado por personas que solo quieren huir de su pasado, de una forma u otra.
Con todos estos elementos Steven Erikson juega, una vez más, a ser el mejor malabarista de su enrevesado mundo. Logra mantener todas estas tramas a la vez, y su habilidad para llevar de una otra sin descanso es también uno de los motivos de que Malaz tenga un ritmo tan imparable.
Aunque quizá Los Cazahuesos sea uno de los volúmenes de la saga con un final más pausado (sobre todo si se compara con los finalacos que apenas dejan respirar un solo momento al lector de Memorias del hielo o Mareas de medianoche). Pero aún así la recta final de la novela está llena de acción y sorpresas para el lector. Sobre todo destacaría la forma en que Erikson nos hace reflexionar sobre como los poderosos manipulan la historia a su antojo, y los pocos reparos que tienen los que ostentan el poder para sacrificar los héroes del pasado.
Por eso mismo, el gesto del 14º ejército de jugarse la vida para defender a sus compañeros wickanos de las turbas malazanas convierte su lucha en uno de los grande momentos épicos de Malaz. Los Cazahuesos demuestran que la única lealtad válida es la que llega hasta el final, y que los verdaderos héroes son aquellos que están donde deben estar.
VALORACIÓN 8/10
FICHALos Cazahuesos (Malaz 6)Steven EriksonLa Factoría de Ideas864 páginas29,95 euros
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