SINOPSIS: Malini está decidida a reclamar el trono que la profecía del dios sin nombre le ha ofrecido. Pero incluso con la fuerza de la ira en su corazón y un ejército de hombres leales a su lado, derrocar a su hermano será una lucha brutal y sangrienta. A pesar de que aún no comprende la magnitud de su poder, las aguas inmortales fluyen a través de la sangre de Priya, sacerdotisa nacida tres veces y mayor del templo de Ahiranya. Su sueño es ver al país libre del gobierno venenoso de Parijatdvipa y de la podredumbre, una enfermedad que se extiende lentamente entre todos los seres vivos. Malini y Priya han elegido caminos separados. Pero sus almas siguen tan entrelazadas como sus destinos y pronto se darán cuenta de que unirse es la única forma de salvar al reino de aquellos que preferirían verlo arder.
RESEÑA: La trilogía Reinos en llamas es la saga con la que Tasha Suri se ha dado a conocer de forma masiva al mundo de la literatura fantástica, con una de esas obras que apuesta por abrir la puerta a nuevas ambientaciones. Alejándose de los mundos medievalizantes occidentales, en su saga nos encontramos con un Imperio de una evidente inspiración hindú, cargado de los sabores, tradiciones, creencias, costumbres y colores propios de la antigua India. Todo ello regado con una potente magia vegetal y un trasfondo donde se exploran las consecuencias del colonialismo y el imperialismo más brutales.
En mi reseña de El trono de jazmín ya os hablé por extenso de esta obra que le valió a la autora el premio World Fantasy a mejor novela en 2022. Una novela donde se entremezclaba la magia vegetal, las luchas político-religiosas y una trama amorosa alrededor de las que gira la compleja relación entre sus dos protagonistas principales. Os recomiendo mi reseña anterior si todavía no habéis empezado la trilogía porque a partir de aquí encontraréis revelaciones del desenlace de la primera entrega. Avisados estáis, así que sigo.