En el verano de 2014 el escritor vizcaíno Mikel Santiago (Portugalete, 1975) deslumbró a los lectores amantes del misterio con su novela debut La última noche en Tremore Beach. Un libro que venía a demostrar que se puede escribir un buen thriller sobrenatural en español sin ninguna vergüenza, y que se puede atrapar al lector exigente con una trama llena de tensión y sorpresas, buenos personajes y una ambientación espectacular.
Un año después el escritor regresa a las librerías españolas con su segunda obra titulada El mal camino, en la que nos lleva a la Provenza francesa tras los pasos de dos viejos amigos, un escritor y una estrella del rock, que tratan de reconducir sus vidas en un entorno idílico. Sin embargo, una noche un ¿accidente? de coche lo cambiará todo...
...y hasta aquí puedo deciros. El resto tendréis que descubrirlo por vosotros mismos recorriendo El mal camino. Por fortuna para los que queráis conocer un poquito más sobre la novela hoy os traigo a quien mejor nos puede hablar de ella: su propio autor. Mikel Santiago, en plena recta final de la publicación de su nueva novela, accedió gustosamente a responder a una serie de cuestiones sobre su libro para los lectores de este blog. Desde aquí solo puedo agradecer a Mikel Santiago por aceptar el reto y por todas las facilidades que me ha puesto para poder traeroslo. Es un auténtico placer poder entrevistar en exclusiva a uno de los escritores españoles más interesantes del momento y cuyas novelas seguro que darán mucho que hablar, tanto en España como en el resto del mundo. Tiempo al tiempo.
Un año después el escritor regresa a las librerías españolas con su segunda obra titulada El mal camino, en la que nos lleva a la Provenza francesa tras los pasos de dos viejos amigos, un escritor y una estrella del rock, que tratan de reconducir sus vidas en un entorno idílico. Sin embargo, una noche un ¿accidente? de coche lo cambiará todo...
...y hasta aquí puedo deciros. El resto tendréis que descubrirlo por vosotros mismos recorriendo El mal camino. Por fortuna para los que queráis conocer un poquito más sobre la novela hoy os traigo a quien mejor nos puede hablar de ella: su propio autor. Mikel Santiago, en plena recta final de la publicación de su nueva novela, accedió gustosamente a responder a una serie de cuestiones sobre su libro para los lectores de este blog. Desde aquí solo puedo agradecer a Mikel Santiago por aceptar el reto y por todas las facilidades que me ha puesto para poder traeroslo. Es un auténtico placer poder entrevistar en exclusiva a uno de los escritores españoles más interesantes del momento y cuyas novelas seguro que darán mucho que hablar, tanto en España como en el resto del mundo. Tiempo al tiempo.
Aquí os dejo la entrevista para que la disfrutéis.
(Foto: mikelsantiago.com) |
ENTREVISTA
Para empezar háblanos un poco de tu nueva
novela, El Mal Camino. ¿Qué nos vamos a encontrar en sus páginas?
El hilo conductor
de El Mal Camino comienza con un atropello. En una carretera del Sur de
Francia, un hombre aparece en medio de la noche ¿huyendo de algo…? Antes de que
sepamos nada más, muere bajo las ruedas de un coche. El conductor de ese coche es Chucks Basil,
una estrella de rock en horas bajas que se ha mudado a la Provenza con la idea
de terminar el disco que lo devolverá a los escenarios. No ha podido hacer nada para remediar el
atropello, pero conducía bajo los efectos del alcohol… y eso le lleva a tomar
una decisión equivocada. Así comienza El Mal Camino de Chucks, y de todos los
que le rodean. Una cadena de errores y extraños acontecimientos que irá
cerniéndose sobre Chucks, Bert, Miriam, Britney…. Como un monstruo que viene a
cobrarse venganza.
Además, El Mal
Camino contiene otras historias: La vieja e irrompible amistad de dos amigos
de la infancia; una familia (la de Bert) tratando de recomponerse de una crisis
y la amenaza del divorcio; la crisis de un padre cuarentón y un escritor
abrumado por el éxito; la soledad de una estrella de rock y el recuerdo de una
vieja tragedia.
La última noche en Tremore Beach dejó a los lectores muy satisfechos y recibió
muy buenas críticas y reseñas. Al ponerte a escribir esta nueva novela ¿sentías
por ello más presión? ¿Temías decepcionar a los lectores?
Hace un montón de
años, cuando soñaba con convertirme en escritor, me regalaron un manual de
escritura creativa. En él, había un capítulo dedicado a “La Segunda Novela” que
decía algo así como: “Cuando parecía que
habías hecho lo más difícil, llega la hora de escribir una segunda novela”
y recuerdo que pensé “¡Menudo problema! Yo lo que quiero es publicar la
primera.”
Bueno, pues ha
resultado haber algo de cierto en aquella frase. Cuando Tremore Beach causó todo este furor,
vendiendo derechos cinematográficos y traducciones en varios países, hubo un
momento en el que me tembló la mano, no lo voy a negar. Luchar contra tus
propios éxitos es duro, pero decidí que sería muy injusto para el resto de mis
historias y personajes arrugarme nada más comenzar. Llevo escribiendo
ininterrumpidamente desde hace quince años; ¡no voy a parar solo porque di en
el clavo a la primera! Así que me di un
cheque en blanco para crear una historia absolutamente libre y fresca. Y esto
es lo que hay en El Mal Camino –una historia que me apetecía contar, como lo
fue Tremore Beach. Y , como propina, los lectores encontrarán algo de esa
“presión del éxito” en el personaje de Bert Amandale.
En tus últimas dos novelas pareces sentir
predilección por los protagonistas relacionados con el ámbito creativo (un
compositor en La última noche…, un escritor y una estrella de rock en El Mal Camino…) que en momentos de crisis buscan
encontrar un remanso de paz. ¿Vuelcas mucho de tí en estos protagonistas?
Me gustan las
leyendas de exilio de artistas. Nómadas de Lujo como Capote, Hemingway, Fitzgerald, Cortazar. Hace muchos años,
cuando yo era un escritor en ciernes, también cogí mi mochila y me fui a
recorrer Europa. Francia, Italia… Iba en busca de ese estilo de vida artístico,
pero pronto me di cuenta de que los escritores que tanto adoraba debían de tener
mucho más dinero que yo. Por suerte, la
hermana de mi novia vive en la costa
Amalfi y pudimos exiliarnos allí, en un pueblito cerca de Nápoles, durante gran
parte de nuestra aventura, ¡a salvo de los precios italianos! Al menos teníamos
libros para entretenernos, y muy bien tiempo.
Curiosamente por
aquel entonces jamás había leído la serie Ripley de Patricia Highsmith y,
cuando unos años más tarde me hice con El Talento… me divertí recordándome a mi mismo como un
Ripley medio arruinado en Mongibello, soñando con convertirse en Dickie
Greenleaf y tener esa vida de lujo y libertad.
Aunque yo no iba a matar a nadie para conseguir ser escritor. Bueno, siempre
que no fuera estrictamente necesario, jejejeje...
Sin duda, uno de los protagonistas
con mayúsculas de La última noche en Tremore Beach era el paisaje: Irlanda y su
solitaria costa, sus pequeños pueblecitos rodeados de amplios espacios
naturales azotados por el viento.
En El Mal Camino la historia está ambientada
en la Provenza francesa. ¿Tendrá el paisaje la misma importancia en la trama?
¿Y qué fue lo que te atrajo de esta zona concreta para elegirla como lugar de
tu nueva historia?
La Provenza de El
Mal Camino es “mi” Provenza. Al igual que el Donegal de Tremore Beach era “mi”
Donegal. He cruzado el sur de Francia en coche, unas cuantas veces. Me he
alimentado de películas, libros y fotografías sobre esa región. La he
reconstruido en mi cabeza con pinceladas arañadas de todas partes, pero es mi
Provenza. La que yo evoco. El lugar posible al que se exiliaría un escritor y
una estrella de rock para los que el dinero y el tiempo no son ningún problema.
Además, la idea
de que Chucks grabe su album en el sótano de una villa francesa esta
directamente inspirada en la historia de la grabación de Exile on Main Street
de los Rolling Stones, una de esas leyendas que estudié en mis años como joven
talibán del rock (cuando las chicas y los exámenes podían esperar si se trataba
de un ensayo … y así me iba con las dos cosas). Siempre me han cautivado aquellas instantáneas
de estrellas de rock descalzas en la mansión Provenzal, del caos creativo entre
columnas de mármol y piscinas. Era como una “moderna mansión de fantasmas”
donde debía localizar una novela. Y bueno, supongo que con El Mal Camino le
había llegado su turno.
(Foto: mikelsantiago.com) |
Otro de los elementos predominantes en lo que
escribes es lo ‘sobrenatural’. En La última noche… teníamos sueños
premonitorios o visiones; en El Mal Camino hay un cadáver ‘inquieto’… ¿Por
qué te resulta tan natural incluir cosas que se salen de lo normal en tramas
realistas?
El Mal Camino
es mucho más psicológico que Tremore Beach, menos sobrenatural. He trabajado el concepto de la subjetividad,
la fantasía desbordante y la intuición (o mejor sería llamarla In-Traición)
para generar un atmósfera de paranoia y persecución que se vive a lo largo de
la novela. El protagonista, Bert Amandale, es
un escritor aquejado por una mente desbocada (como todos los creadores,
supongo) que comienza a hilar una teoría basándose en intuiciones y pequeños
descubrimientos. Un castillo de naipes cuya verosimilitud será puesta en
cuestión por todos los que le rodean.
Todos los escritores tienen sus ‘tótems’
literarios. ¿Cuáles son los escritores que sientes que más te han influido?
Puedo responderte
que en El Mal Camino hay mucha Hisghsmith y mucho King, como siempre, pero
contiene otros mil ingredientes. En principio es un pequeño homenaje a uno de
mis escritores favoritos: Ira Levin (Los niños del Brasil, La semilla del
Diablo y Stepford Wives); también tiene cosas de algunos buenos tebeos de
Tintin, los diarios de viaje de Capote y a las historias detectivescas de Chandler
(el cinismo de Marlowe está presente en varios diálogos). Otro libro que tuvo su influencia fue Life,
la biografía de Keith Richards.
RESEÑA de El mal camino
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