SINOPSIS: La obra cumbre de la fantasía histórica moderna. Una recreación
apasionante del romanticismo inglés tras la que ni vampiros ni poetas
han vuelto a ser los mismos.
El doctor Michael Crawford se hospeda en
una posada inglesa de camino hacia su boda. Ebrio en medio de una
tormenta y temeroso de perder el anillo con el que desposará a su
prometida, lo coloca en el dedo de una estatua para recogerlo más tarde.
Durante la noche despierta sobresaltado y recuerda dónde lo ha dejado;
cuando sale a buscarlo descubre que la estatua no está. Aunque aún no lo
sabe, Crawford ya se ha casado... La fuerza de su mirada es la obra más
elaborada y satisfactoria de Powers. Conjuga de forma impecable la
ambientación histórica, biografías apócrifas de Byron, Shelley y Keats, y
una increíble reelaboración de los mitos fantásticos más arraigados en
la cultura popular. Nephelim, lamias y otros seres de longevidad
extraordinaria pueblan una novela única y maravillosa en la que se
mezclan acción, erotismo, drama y humor
RESEÑA: En 1989 Tim Powers ya se había hecho un nombre en la fantasía histórica con obras como Las puertas de Anubis o En costas extrañas, que le valieron el éxito entre los lectores y algún que otro premio como el Philip K. Dick. En ambas novelas el escritor norteamericano jugaba a mezclar la historia oficial y los personajes reales con eventes mágicos, sobrenaturales o fantásticos para crear mundos realmente llamativos.
Para su siguiente novela, La fuerza de su mirada (que hace poco ha reeditado Gigamesh con una nueva traducción y una nueva portada), utilizó el mismo juego con un resultado de lo más atrayente e interesante. Y es que elegir el romanticismo europeo como trasfondo para su historia y tener entre los protagonistas principales de la trama a grandes como Percy B. Shelly o Lord Byron no es poco. ¿Y si a esta ecuación le sumamos el vampirismo.?.. pues tenemos un mezcla explosiva que nos asegura encontrarnos de cara con "la belleza tempestuosa del terror". (O eso diría el Shelley que aparece en las páginas de La fuerza de su mirada).
Pero ojo, porque el vampirismo que nos presenta Powers en su novela no es el ñoño y estúpido que algunas sagas para adolescentes han popularizado con gran éxito en nuestra pobre cultura de masas. Es un vampirismo que hurga en los orígenes más ancestrales de este mito Mediterráneo, tanto es así que en La fuerza de su mirada estas criaturas primigenias son calificadas casi siempre como nefilim o lamias, y en contadas ocasiones se las define como vampiros. La historia de Tim Powers hunde sus raices en los mitos de los paises de la cuenca Mediterránea (hebreos, griegos y centroeuropeos) y explica muchos de los eventos históricos reales recurriendo a la intervención de los nefilim o sus secuaces.
Y eso no es todo, porque el autor norteamericano recrea con gran exactitud y realismo toda un época. Powers tiene un conocimiento del siglo XIX europeo realmente envidiable, y se mueve entre los poetas ingleses de la época como si fueran sus amigos de toda la vida. No en vano por sus páginas nos cruzaremos con los ya citados Shelley o Byron (protagonistas casi principales de la trama), y otros grandes de las letras inglesas como John Keats, la encantadora madre de Frankenstein, Mary Shelley o el desafortunado doctor Polidori, a los que el autor coloca con exactitud milimétrica en los lugares donde transcurrió su vida oficial. Así conoceremos a Keats en su época de estudiante de cirujía, o Polidori cuando era el doctor personal de Lord Byron en su viaje por Europa.
Pero aquí no se acaban los guiños a la historia de la literatura. El mismo hecho que desencadena la novela (el doctor Crawford dejando su sortija de compromiso en el dedo de una antigua estatua, hecho inadvertido que acaba por convertirle en marido de una criatura ancestral y sanguinaria) es todo un homenaje de Powers a La Venus de Ille, escrita por el francés Prosper Mérimée en 1835 y una de las historias cortas de terror más escalofriantes de todo el siglo XIX (de la que recomiendo encarecidamente su lectura y que podéis encontrar completa aquí). Eso por no mencionar la mítica noche de tormenta de 1815 que recrea el prólogo y en la que, como muchos sabréis, nacieron las novelas Frankenstein y El vampiro.
A partir de su nuevo 'matrimonio', la vida de Crawford da un giro completo que le lleva a descubrir un mundo nuevo y siniestro donde la humanidad comparte existencia con los antiquísmos nefilim, y que le hará vivir toda una aventura que le llevara desde el corazón de Inglaterra, a través de Francia ySuiza, hasta la vieja Italia. Todo un 'tour' europeo de la mano de los poetas Shelley y Byron, y con la amenaza fantasmal y esquiva de los nefilim, vampiros sanguinarios a los Powerse devuelve todo su dignidad y terror.
Y es que a lo largo de la novela, Powers nos deja momentos que se mueven entre lo siniestro y lo grotesco (como la noche de bodas de Crawford y Julia, o el poeta Shelley entreteniendo a los soldados autriacos con una marioneta un tanto). Por contra, también sabe manejar muy bien el humor para relajar el ambiente siniestro que envuelve a los personajes, perseguidos y subyugados por la sombra constante de los nefilim.
Una de las ideas más intersantes de la novela de Powers es la relación que establece entre la creación artística y el vampirismo, y que explica la predilección que siente estas antiguas criaturas por los poetas y los escritores. O mejor dicho, como las personas que los nefilim eligen por víctimas tienen una mayor sensibilidad y habilidad artística (y son personas que acaban teniendo vidas muy breves). A lo largo de La fuerza de su mirada el amor, el arte y el vampirismo aparecen como tres facetas de un todo casi indivisible.
Concluyendo, una novela llena aventura por la Europa del siglo XIX en la que acompañaremos los grandes poetas ingleses de la época para intentar esquivar la amenaza vampírica. Con un manejo realmente interesante de todos los mitos de la humanidad, Powers devuelve a los vampiros su poder y su ancestral terror, convirtiéndolos en la verdadero peligro que se cierne sobre la vida humana. Una lectura ineludible para los que disfrutan del terror dieciochesco y gótico.
Para su siguiente novela, La fuerza de su mirada (que hace poco ha reeditado Gigamesh con una nueva traducción y una nueva portada), utilizó el mismo juego con un resultado de lo más atrayente e interesante. Y es que elegir el romanticismo europeo como trasfondo para su historia y tener entre los protagonistas principales de la trama a grandes como Percy B. Shelly o Lord Byron no es poco. ¿Y si a esta ecuación le sumamos el vampirismo.?.. pues tenemos un mezcla explosiva que nos asegura encontrarnos de cara con "la belleza tempestuosa del terror". (O eso diría el Shelley que aparece en las páginas de La fuerza de su mirada).
Pero ojo, porque el vampirismo que nos presenta Powers en su novela no es el ñoño y estúpido que algunas sagas para adolescentes han popularizado con gran éxito en nuestra pobre cultura de masas. Es un vampirismo que hurga en los orígenes más ancestrales de este mito Mediterráneo, tanto es así que en La fuerza de su mirada estas criaturas primigenias son calificadas casi siempre como nefilim o lamias, y en contadas ocasiones se las define como vampiros. La historia de Tim Powers hunde sus raices en los mitos de los paises de la cuenca Mediterránea (hebreos, griegos y centroeuropeos) y explica muchos de los eventos históricos reales recurriendo a la intervención de los nefilim o sus secuaces.
Y eso no es todo, porque el autor norteamericano recrea con gran exactitud y realismo toda un época. Powers tiene un conocimiento del siglo XIX europeo realmente envidiable, y se mueve entre los poetas ingleses de la época como si fueran sus amigos de toda la vida. No en vano por sus páginas nos cruzaremos con los ya citados Shelley o Byron (protagonistas casi principales de la trama), y otros grandes de las letras inglesas como John Keats, la encantadora madre de Frankenstein, Mary Shelley o el desafortunado doctor Polidori, a los que el autor coloca con exactitud milimétrica en los lugares donde transcurrió su vida oficial. Así conoceremos a Keats en su época de estudiante de cirujía, o Polidori cuando era el doctor personal de Lord Byron en su viaje por Europa.
Pero aquí no se acaban los guiños a la historia de la literatura. El mismo hecho que desencadena la novela (el doctor Crawford dejando su sortija de compromiso en el dedo de una antigua estatua, hecho inadvertido que acaba por convertirle en marido de una criatura ancestral y sanguinaria) es todo un homenaje de Powers a La Venus de Ille, escrita por el francés Prosper Mérimée en 1835 y una de las historias cortas de terror más escalofriantes de todo el siglo XIX (de la que recomiendo encarecidamente su lectura y que podéis encontrar completa aquí). Eso por no mencionar la mítica noche de tormenta de 1815 que recrea el prólogo y en la que, como muchos sabréis, nacieron las novelas Frankenstein y El vampiro.
A partir de su nuevo 'matrimonio', la vida de Crawford da un giro completo que le lleva a descubrir un mundo nuevo y siniestro donde la humanidad comparte existencia con los antiquísmos nefilim, y que le hará vivir toda una aventura que le llevara desde el corazón de Inglaterra, a través de Francia ySuiza, hasta la vieja Italia. Todo un 'tour' europeo de la mano de los poetas Shelley y Byron, y con la amenaza fantasmal y esquiva de los nefilim, vampiros sanguinarios a los Powerse devuelve todo su dignidad y terror.
Y es que a lo largo de la novela, Powers nos deja momentos que se mueven entre lo siniestro y lo grotesco (como la noche de bodas de Crawford y Julia, o el poeta Shelley entreteniendo a los soldados autriacos con una marioneta un tanto). Por contra, también sabe manejar muy bien el humor para relajar el ambiente siniestro que envuelve a los personajes, perseguidos y subyugados por la sombra constante de los nefilim.
Una de las ideas más intersantes de la novela de Powers es la relación que establece entre la creación artística y el vampirismo, y que explica la predilección que siente estas antiguas criaturas por los poetas y los escritores. O mejor dicho, como las personas que los nefilim eligen por víctimas tienen una mayor sensibilidad y habilidad artística (y son personas que acaban teniendo vidas muy breves). A lo largo de La fuerza de su mirada el amor, el arte y el vampirismo aparecen como tres facetas de un todo casi indivisible.
Concluyendo, una novela llena aventura por la Europa del siglo XIX en la que acompañaremos los grandes poetas ingleses de la época para intentar esquivar la amenaza vampírica. Con un manejo realmente interesante de todos los mitos de la humanidad, Powers devuelve a los vampiros su poder y su ancestral terror, convirtiéndolos en la verdadero peligro que se cierne sobre la vida humana. Una lectura ineludible para los que disfrutan del terror dieciochesco y gótico.
FICHALa fuerza de su miradaTim PowersEdiciones Gigamesh480 páginas24 euros
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