El sobrino de Hardbread se volvió cuando estaba en el hueco que quedaba entre las piedras y le enseñó el dedo anular a Craw.
-¡Volveremos, cabrones de mierda! -entonces, su tío le propinó un buen golpe en la parte superior de su desaliñada cabeza-. ¡Ay! ¿Qué pasa?
-Muestra un poco de respeto.
-¿No estamos librando una guerra?
Hardbread volvió a golpearlo de nuevo, lo cual le hizo chillar.
-Eso no es una razón para ser maleducado, idiota.
Los Héroes, de Joe Abercrombie.
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