sábado, 6 de agosto de 2016

Así creó Michael Whelan las portadas del Archivo de las Tormentas (2)

Tras la grandiosa portada que Micheal Whelan nos dejó para El Camino de los Reyes el artista californiano había puesto el listón muy alto para la segunda parte del Archivo de las Tormentas de Brandon Sanderson. Palabras radiantes necesitaba una cubierta igual de espectacular o incluso más, teniendo en cuenta que en esta segunda parte la historia de Roshar gana en resonancia épica e importancia, convirtiéndose en una imparable odisea básica para entender lo que está ocurriendo en el Cosmere.


Una vez más la gran extensión de la novela supuso todo un reto para Michael Whelan, pues en las más de 1.400 páginas de Palabras radiantes abundan las escenas que podían elegirse como tema para la portada. En palabras del propio ilustrador:
Al igual que con cualquier libro de Brandon Sanderson, hay demasiado contenido para tratar de destilar un tapiz tan complejo en una sola imagen, por desgracia. Tener un mundo tan rico de posibilidades es abrumadora: un reparto bien delineado pero diverso de personajes, una extraña pero convincente flora y fauna naturales, múltiples hilos que tejen la historia página a página... ¿cómo elegir qué presentar? Parece como si cualquier elección fuera un error, por tener que dejar algo más llamativo para ser presentado a un lector potencial. No obstante, se debe hacer una elección.
Por lo tanto, el artista californiano se vio obligado a debatir la cuestión con el padre del Cosmere y la directora artística de la editorial Tor para encontrar una solución:
[...] Después de consultar con Brandon Sanderson se consensuó una lista corta de escenas clave para considerar. Irene Gallo me envió estas posibles escenas en un correo electrónico acompañado de abundantes notas sobre los personajes, el vestuario y otros detalles necesarios.Mastiqué estos posibles escenarios, leí lo que pude del texto real, y deja que todo hirviera a fuego lento en mi cabeza mientras completaba otras tareas. Pero incluso con el alcance limitado de las escenas que se seleccionaron, las posibilidades abundaban en tal profusión que empecé a sentirme paralizado por la indecisión. Todas las direcciones parecía igualmente tentadoras. Con esa desconcertante serie de oportunidades ante mi, recurrí de nuevo a una fórmula que he empleado regularmente a lo largo de mi carrera: primero establecer las relaciones de valor de la imagen y dejar el tema del color para el último paso antes de iniciar el trabajo en la pintura real. Una vez empiezo, las ideas comienzan a aparecer en mi cabeza mientras estoy haciendo otra cosa; en ese caso hago un boceto en lo que tenga a mano. Muchos de estos bocetos sueltos rápidos o "miniaturas" se hacen en hojas de papel de viejos manuscritos (de libros que encargaba hacer en los días pre-digitales).




La mayoría de mis bocetos preliminares, sin embargo, fueron hechos en mi estudio en cuadernos de dibujo...
(Algunos de estos primeros bocetos también los tenemos disponibles en versiones más depuradas, como podemos ver a continuación).







...o pintados directamente en trozos de acuarela.


Por desgracia, desperdicié algún tiempo dibujando conceptos basados en una noción errónea de quién era el que aparecía en la imagen que estaba pintando, así que tuve que desechar esos enfoques. Sin embargo, me ayudó a meterme en la mentalidad correcta para llevar las cosas más allá.[...] Como ya he hecho en varios de mis últimos proyectos, separé el fondo del primer plano y trabajé en ellos de forma independiente, al menos al principio. No estoy convencido de sea una buena manera de ir normalmente, pero si para el Archivo de las Tormentas que creo que la saga recibe su título debido a la importancia fundamental del tiempo en estas historias. Me parecía apropiado "construir la tormenta primero" y construir la escena dentro de ella, en lugar de al revés.


En mi camino a Roshar alternaba entre la creación de ideas para los efectos de luz y de la tormenta del fondo, y haciendo bocetos para explorar las poses de las figuras. [...]Hojeando entre mis bocetos preliminares escaneé un montón de los candidatos más probables y traté de ensamblarlas a través de Photoshop. Fui con todo tipo de variaciones, la mayoría de las cuales eran demasiado horrible para mostrarlas aquí.

Aunque Michael Whelan no especifica cuales eran estos bocetos preliminares de la portada de Palabras radiantes que no quiere mostrar en su página web tenemos disponibles algunas versiones alternativas o versiones previas del trabajo final que nos pueden servir para hacernos una idea de su trabajo previo.






Pero Irene [Gallo, editora artística de Tor] encontró uno que le gustaba lo suficiente como para darme luz verde, y después de debatirlo un rato nos quedamos con este concepto. [...]Pero antes de que pudiera comenzar necesitaba 1)obtener una combinación de colores en conjunto y 2)tener algunas fotos de referencia para utilizarlas mientras trabajaba. El esquema de color lo hice a mi estilo habitual (pequeño y relajado) pintado en un trozo de tela en aproximadamente 3x5 pulgadas.


Para las fotos de referencia posé yo mismo delante de una cámara de vídeo en un trípode en mi estudio. Tomé varias instantáneas de la pantalla de vídeo y las volqué en mi portátil. La resolución era baja pero lo suficientemente buena para mis propósitos [...] y tenía suficiente información visual para hacer el trabajo.



Sólo para estar seguro, sin embargo, hice un estudio pintado de las dos figuras principales para usarlas como mis "modelos" mientras pintaba.


A partir de ese momento era sólo una cuestión de pintar el dibujo. Utilizé acrílicos sobre un panel Gessobord de 24 × 36 pulgadas, trabajando del fondo al primer plano como es mi práctica habitual. Mi portátil estaba a mi lado todo el tiempo, pasando una presentación de diapositivas de mis fotos de referencia y bocetos.

A diferencia de mi pintura de 'El Camino de los Reyes', fui directamente él sin hacer primero un dibujo subyacente en colores pastel de la estructura de nubes. Más tarde deseé no haberme saltado ese paso, porque cambié de opinión varias veces sobre el aspecto de las nubes y el cielo en la mitad izquierda del panel, lo que significó una gran cantidad de tiempo invertido en repintar, que no podía permitirme ya que estaba sobrepasado el plazo de entrega. (Mi trabajo en verano se vio profundamente afectado por una grave lesión de espalda a principios de junio, lo que hizo casi imposible que me centrara en lo que tenía que hacer hasta semanas después.) 


Afortunadamente, la gente de Tor me concedió una cantidad increíble de holgura mientras trabajaba, y por eso estoy muy agradecido. Gracias a Brandon Sanderson por escribir un libro tan inspirador, y gracias a Tor por permitirme una vez más ser parte de lo que seguramente será llamada la cota máxima de la fantasía en nuestro tiempo.



No podemos terminar este repaso al asombroso trabajo de Michael Whelan en Palabras radiantes sin hablar de la preciosa guarda interior del libro donde podemos ver a Shallan en las Llanura Quebradas. Una imagen que también supuso un gran trabajo para el artista californiano y del que podemos disfrutar un primer boceto que ya muestra todos los elementos que vemos desarrollados en la obra final, aunque con ligeras modificaciones.


FUENTE

Tercera parte: la portada de Oathbringer.

¿Qué os parece el trabajo de Michael Whelan para la portada de Palabras radiantes?
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