El viaje por las áridas llanuras, marcado por
viejas hostilidades, duelos y matanzas, los conducirá a un enfrentamiento con
los Fantasmas. Peor aún, les obligará a aliarse con Nicomo Cosca, infame
soldado de fortuna, y su abogado Temple, dos hombres de los que nadie debería
fiarse.
RESEÑA: La última novela del prolífico Joe
Abercrombie es toda una declaración de amor al western más clásico, al de
personajes sin nombre que buscan venganza, riqueza o una nueva vida en las
desoladas tierras de la frontera, de hombres y mujeres al borde la ley al más
puro estilo El bueno, el feo y el malo. Esto es algo que se puede adivinar nada
más leer la dedicatoria al gran Clint Eastwood que encabeza el libro. En
Tierras rojas nos encontramos ante una mezcla perfecta de la fantasía más
moderna y los elementos que convirtieron las películas de Sergio Leone en
verdaderos clásicos.
Sin embargo no nos dejemos engañar, porque Tierras
rojas es ante todo un libro de Joe Abercrombie, razón por la que comparte todos
los elementos ya habituales en la obra del escritor inglés. Con elementos
comunes me refiero a personajes bien dibujados pero llenos de complejidad, una
violencia atroz y despiadada que estalla en cualquier momento, diálogos cargados
de ingenio, ironía y mala leche, héroes que no son tan luminosos como deberían
ni malos tan ajenos que no podamos llegar a sentirnos identificados con ellos.
Y todo regado con el humor negro al que nos tiene habituados el gran
Abercrombie.
Dos son los personajes principales de la sexta
novela del autor inglés. La joven Shy Sur trata de sobrevivir como granjera
después de malvivir durante una alocada época como delincuente de baja estofa,
hasta que la paz de su vida se rompe cuando tiene que partir en persecución de
los raptores de sus hermanos pequeños. Pronto se verá inmersa de nuevo en un
mundo de violencia y salvajismo que creía haber dejado atrás.
Como la mayoría de personajes femeninos de
Abercrombie, Shy es una mujer de armas tomar que ha tenido que sobrevivir en
solitario la mayor parte de su vida y que desconfía de todo el mundo. Sin
embargo, el viaje de persecución que emprende con su padrastro, el cobarde y tranquilo
(en un principio) Lamb, le obligará a confiar en otras personas para salir
adelante y encontrar a sus hermanos.
El otro personaje principal es Temple, un abogado
miembro de la compañía mercenaria mandada por el infame Nicomo Cosca. Temple es
un cobarde redomado, que opta siempre por tomar el camino fácil aunque sepa que
no es lo correcto (como no podía ser de otra manera en alguien que se ha
convertido en el segundo al mando de Cosca). De su mano conoceremos la
represión que la Inquisición de la Unión está llevando a cabo en las tierras de
la frontera, donde no hace mucho se produjo una revuelta contra el gobierno de
Su Majestad (que al parecer todavía sigue siendo nuestro viejo conocido Jezal
dan Luthar).
Pronto el camino de estos dos personajes tan
diferentes se cruzará en las grandes planicies de las Tierras Lejanas, unos
territorios dominados por el pueblo salvaje de los Fantasmas (un trasunto de
los indios americanos, como todos podemos imaginar). Abercrombie nos lleva con
un gran realismo al mundo de las tierras fronterizas donde la vida apenas vale
nada, de las grandes praderas cruzadas por caravanas de colonizadores que
buscan un futuro mejor (principalmente atraídos por el rumor del oro, como no
podía ser de otra manera).
Como ya viene siendo habitual en las novelas de
Abercrombie la historia nos llevará a encontrarnos con una serie de viejos
conocidos de historias anteriores, como el ya mencionado Nicomo Cosca en su
versión más descreída y cínica, además de varios otros que no mencionaré para
dejar al lector que lo descubra por sí mismo. Sin ninguna duda el mundo de
Abercrombie crece cada vez más y se
retroalimenta constantemente porque en su sexta novela hay referencias a
sucesos y personajes de todas sus obras anteriores (La Primera Ley, La mejor
venganza y Los Héroes).
Si puedo ponerle alguna pega a la novela (y ahora
voy hablar sobre un tema lleno de SPOILERS así que si no has leído Tierras
rojas todavía ¡deja de leer esto!) es lo desaprovechado que está el personaje
de Lamb, una vez que todos nos damos cuenta de que el gigantesco y pacífico
norteño es (¡redoble de tambores!) Logen Nuevededos. Solo con unas cuantas
frases (“hay que ser realistas”, ¡me encanta el pragmatismo del norteño!) el
lector es consciente de encontrarse de nuevo con el brutal y memorable
personaje de la trilogía La Primera Ley que intenta rehacer su vida en un
anonimato anodino, pero poco a poco las circunstancias lo obligarán a volver a
los viejos hábitos. A pesar de varios momentos en la historia que nos recuerdan
al mejor (o peor, según se mire) Logen de La Primera Ley, he echado en falta
que tuviera su propio punto de vista para narrarnos en primera persona como ha
vivido hasta el comienzo de Tierras rojas, o que su encuentro con Caul
Escalofríos estuviera mucho más desarrollado. (FIN de SPOILERS).
Para terminar, solo decir que Tierras rojas sigue
la estela del mejor Joe Abercrombie aunque no sea una obra tan redonda como
otros libros anteriores. Sin embargo hay que reconocerle que ha logrado unir
dos mundos tan diferentes como el de la fantasía épica y el western de una
forma bastante eficiente, con su habitual dosis de violencia descontrolada, humor
negro y heroísmo realista. Sus personajes siguen siendo hombre y mujeres
complejos que intentan sobrevivir en un mundo lleno de contradicciones y
peligros, luchando por seguir adelante cueste lo que cueste, buscando un poco
de esperanza en un mundo brutal donde la piedad resulta un bien más escaso que
el oro que buscan los colonizadores de Tierras rojas.
VALORACIÓN 8/10
FICHA
Tierras rojas
Joe Abercrombie
Runas
Traducción de Javier Martín Lalanda
Tapa dura sin sobrecubierta, 704 páginas
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