Pero metámonos de lleno en el barro. Con
Un poco de odio se inicia la
Era de la locura, una nueva trilogía que transcurre unos
30 años después de los sucesos
de la trilogía original de La Primera Ley (la saga debut de Abercrombie formada por
La voz de las espadas, Antes de que los cuelguen y
El último argumento de los reyes). Ahora toda
una nueva generación de personajes salta a primer plano en una sociedad que cambia a pasos agigantados, sin ser conscientes del todo del mundo que están heredando y de los peligros que acechan entre bambalinas.
En Adua, en el corazón de la próspera Unión, el surgimiento de las primeras fábricas e industrias está cambiando la economía y las relaciones sociales. Una nueva casta de
obreros malviven con lo justo mientras
los patronos se lucran a costa de su trabajo y su sufrimiento, creando el caldo de cultivo propicio para un malestar que creciente. Entre las que hacen fortuna gracias a las nuevas fábricas se encuentra la mundana y calculadora
Savine dan Glokta, hija del hombre más temido de la Unión y experta en sacar todo el jugo a sus negocios. En la capital también disfruta de la mejor vida el
príncipe Orso, heredero de la corona y decepción andante. Este
borracho, putero y drogadicto que malgasta su tiempo entre ejecuciones públicas y fiestas nocturnas, solo se salva por su descarada honestidad ya que no trata de disfrazar lo que es. Sin embargo, ambos personajes
acabarán chocando de frente contra una brutal realidad que los obligará a adaptarse a situaciones con las que ni siquiera soñaban.
Mientras tanto, en el Norte… bueno,
el Norte sigue siendo el Norte. Los guerreros continúan empeñados en tratar de matarse unos a otros a la mínima oportunidad, y cuando una nueva guerra se desata los peores personajes se colocarán en primera linea. En mitad de este nuevo conflicto se hallan dos jóvenes:
Rikke, la hija del Sabueso que trata de comprender si su poder mágico del "ojo largo" es un don o una maldición; y
Leo dan Brock un joven guerrero que solo sueña con la gloria en batalla y derrotar al temible Stour Ocaso para convertirse en el nuevo héroe de la Unión. En medio de la nueva guerra ambos deberán madurar a pasos agigantados si quieren sobrevivir...
Sin duda lo más llamativo de esta nueva novela es
la ambientación industrializada de la trama de la Unión, que permite a Abercrombie construir una obra con evidentes tintes sociales, y donde nos muestra
el rostro más feo y desalmado del progreso. El desigual reparto de la riqueza y la explotación de las clases más humildes hace que obreros y patronos empiecen a mirarse con una desconfianza creciente. Abercrombie nos pasea por
un paisaje plagado de fábricas infernales, hollín y miseria, mientras nos muestra una fascinante galería de incipientes movimientos obreros de estilo ludita con sonoros (y adecuados) nombres como
los Rompedores o los Quemadores. Estos movimientos serán los que conduzcan
toda la furia y el odio creciente de las clases más humildes de la sociedad, lanzándolos a una espiral de destrucción y venganza que hará temblar el corazón de la Unión.
En esta nueva obra nos encontramos con un elenco principal muy variado, pero en el que destacan sobre todo
una mayor presencia femenina. Abercrombie nos muestra un interesante elenco femenino, de diversas categorías sociales o en diferentes situaciones que aporta una mayor amplitud de miras al mundo. Y aunque los 4 personajes mencionados antes son los principales protagonistas, nos encontramos con hasta otros cuatros puntos de vista más,
personajes menores que se convierten en verdaderos secundarios de lujo. Gracias a ellos Abercrombie amplía nuestra visión del conflicto, creando un gran mosaico de historias enfrentadas, y donde vale la pena mencionar las tramas protagonizadas por
Gunnar Broad, un ex-soldado que regresa a casa lleno de odio y pesadillas;
Vick dan Teufel, una experta en sobrevivir a cualquier precio; o el norteño
Trébol, un guerrero que sabe que lo suyo no es comportarse como un héroe.
Si algo
he echado en falta en esta galería de personajes son
los protagonistas más brutales de otras novelas de Abercrombie. Me refiero a figuras como Logen, Glokta, Dow el Negro o Bremer dan Gorst, que al tiempo que repugnan al lector se ganan su corazón. Hay
un par de personajes en esta nueva novela que muestran esos mimbres (como Stour, Trébol y sobre todo Gunnar Broad) pero en un segundo plano o todavía sin un peso destacado como puntos de vista principales. Sin duda será interesante
descubrir cómo desarrolla el autor inglés estos personajes en las siguientes entregas de la trilogía.
Por suerte para
los lectores veteranos de La Primera Ley, Abercrombie nos regala también unos cuantos
reencuentros con viejos conocidos de la saga, personajes que nos harán rememorar la historia previa y que (en algunos casos) nos harán esbozar una ligera sonrisa al cruzarnos de nuevo en su camino o (en otros) nos volverán a hacer encendernos de furia en su contra. Y esto nos lleva a algo que muchos os estaréis preguntado:
¿se puede leer de forma independiente esta trilogía, sin haber leído antes nada de Abercrombie? Si, porque el autor inglés se preocupa de dar la información necesaria para que el lector recién llegado a sus brazos no se sienta perdido. Pero, con toda lógica, es el lector que ya ha devorado
La Primera Ley, las otras tres novelas independientes (
La mejor venganza,
Los Héroes y
Tierras rojas), y la antología
Filos mortales, el que le sacará todo su jugo al inicio de esta nueva saga. No en vano son numerosas las conexiones, guiños y referencias a los sucesos de las 6 novelas anteriores, y gracias a esos cimientos el universo fantástico del Círculo del mundo se engrandece y gana tanto en coherencia como en profundidad.
Joe Abercrombie se ha convertido en una apuesta segura para el amante de la fantasía oscura y los personajes llenos de conflictos internos. En
Un poco de odio el autor inglés nos lanza a un mundo que empieza a marchar hacia la industrialización, con la desigualdad social campando a sus anchas y sembrando el mundo de odios y ansias de revancha. El escritor escarba en
las tripas del capitalismo industrializado y las terribles desigualdades que siembra a su paso para mostrarnos un variado mosaico de personajes, con un mayor peso de las féminas, y con numerosas tramas que se entrecruzan en medio de una sociedad que está a punto de estallar. En el Norte, una nueva guerra hará que los jóvenes aprendan por las bravas lo que significa madurar y enfrentarse al mundo real, chocando de frente con sus sueños de heroísmo. Aunque no llega al sobresaliente, Abercrombie vuelve a aprobar con nota alta con
su visión descarnada de la fantasía, de la brutal sociedad que ha creado y de los singulares personajes que la pueblan, protagonistas que se ganan al lector con
sus claroscuros y sus luchas internas. Con un desenlace que deja la trama en un punto realmente álgido y que nos permite adivinar que Abercrombie está colocando cuidadosamente las piezas del tablero, no queda más que sentarse a esperar con ganas la llegada
The Trouble with Peace, siguiente entrega de la trilogía.