La nueva novela de Joe Abercrombie pronto llegará a las librerías. El esperado inicio de su nueva trilogía en el mundo la Primera Ley se publicará en inglés el próximo mes de septiembre (y que como ya os he adelantado en exclusiva Runas publicará en español en febrero-marzo de 2020). Un poco de odio es sin duda uno de los libros más esperados por los que amamos la fantasía y para incrementar nuestras ganas de disfrutarlo ya nos han empezado a llegar los primeros avances de la obra. Hace unos días la web de Io9 han nos adelantaba el capítulo de inicio de la novela, y hoy os lo traigo traducido para que lo podáis disfrutar.
Os recuerdo que también podéis leer este artículo del blog, donde recopilo todos los datos sobre la trama y los personajes de la nueva trilogía que nos ha idos adelantando Abercrombie.
SINOPSIS
Las chimeneas de la industria se alzan sobre Adua y el mundo está lleno de nuevas oportunidades. Pero las viejas deudas tienen raíces tan profundas como siempre.
En las fronteras empapadas en sangre de Angland, Leo dan Brock lucha para ganar la fama en el campo de batalla y derrotar a los ejércitos de Stour Anochecer. Él espera la ayuda de la corona. Pero el hijo del rey Jezal, el irresponsable príncipe Orso, es un hombre que se especializa en decepcionar.
Savine dan Glokta (mundana, inversora e hija del hombre más temido de la Unión) planea abrirse camino hasta la cima de la escoria de la sociedad de cualquier forma posible. Pero los barrios bajos se llenan de una rabia que ni todo el dinero del mundo puede controlar.
La era de la máquina comienza, pero la edad de la magia se niega a morir. Con la ayuda de la loca montañesa Isern-i-Phail, Rikke lucha por controlar la bendición, o la maldición, de la Larga Vista. Vislumbrar el futuro es una cosa, pero con la mano guiadora del Primero de los Magos aún tirando de las cuerdas, cambiarlo será otra muy distinta...
BENDICIONES Y MALDICIONES
—Rikke.
Ella entreabrió un ojo. Una hendidura de punzante y enfermizo brillo.
—Vuelve.
Se quitó el taco mojado de su boca con la lengua y graznó la única palabra que se le ocurrió.
—Mierda.
—¡Ahí está mi chica! —Isern se puso en cuclillas a su lado, con un collar de runas y huesos de dedos colgando, sonriendo con esa sonrisa torcida que mostraba el agujero en sus dientes y no ofrecía ayuda en absoluto. —¿Qué viste?
Rikke levantó una mano para agarrar su cabeza. Sentía que si no mantenía unido su cráneo, explotaría. Las formas todavía burbujeaban en el interior de sus párpados, como las manchas brillantes cuando se mira el sol.
—Vi gente cayendo de una torre alta. Docenas de ellos.— Hizo una mueca al pensar en ellos golpeando el suelo. —Vi gente ahorcada. Filas enteras de ellos.
Su estómago se encogió al recordar los cuerpos balanceándose, colgando de los pies.
—Vi ... ¿una batalla, tal vez? Debajo de una colina roja.
Isern se sorbió la nariz.
—Este es el norte. No se necesita magia para ver venir una batalla. ¿Qué más?
—Vi Uffrith quemándose.— Rikke casi podía oler el humo todavía. Presionó su mano sobre su ojo izquierdo. —Sentí el calor. Un calor ardiente.