Páginas

jueves, 23 de noviembre de 2023

Reseña: Outpost, de Dmitry Glukhovsky

SINOPSIS: Una nueva saga del autor del universo Metro.
Estamos en la Rusia que existirá en un futuro cercano. El joven Yegor a duras penas recuerda el mundo anterior a la catástrofe. Ha vivido desde su infancia en un puesto militar de la frontera oriental de su país, desde el que se vigila un puente que cruza el envenenado río Volga. Nadie ha cruzado el puente durante varias décadas... pero eso está a punto de cambiar...
En la novela OUTPOST, Dimitri Glukhovsky nos pinta una visión del futuro desoladora, al tiempo que fascinante.


RESEÑA: El apocalipsis ha arrasado multitud de veces y de las formas más variadas nuestro mundo en las páginas de la literatura. La ficción post-apocalíptica nos ofrece ahora un nuevo viaje a este futuro desolador de la mano de Dmitry Glukhovsky, el autor ruso conocido principalmente por su trilogía Metro con la que ha fascinado a multitud de lectores y ha sido origen de un extenso universo (con videojuegos incluidos). Su nueva obra es este Outpost que publicada originalmente en ruso en 2019 arranca una nueva bilogía, completamente independiente de sus trabajos previos, donde nos lleva hasta un futuro no muy lejano, donde la población trata de sobrevivir entre ruinas, desolación y desconfianza.
La novela de Glukhovsky nos lleva hasta el puesto avanzado de Yaroslav, en una Rusia que está dividida en pequeños estados o regiones aisladas, donde los remotos puestos avanzados de población solo mantienen un leve contacto a través del ferrocarril. Todos ellos son sobrevivientes del Desastre, un gran conflicto del que apenas sabemos nada pero que ha obligado a la población rusa a malvivir en una situación de terrible necesidad carroñando los escasos recursos alimenticios y los valiosos restos tecnológicos.
Ya nadie sabe como empezó todo… lo único que continúa es el matar, todo el mundo contra todo el mundo”.
La trama de esta distopía post-apocalíptica gira en torno a un puñado de protagonistas centrales, que le sirven a Glukhovsky para presentarnos la vida en este remoto enclave del futuro cercano. El principal es el joven Egor, un huérfano de 17 años que vive con su madre en el pequeño puesto avanzado que sobre la orilla del río Volga hace de frontera con un oriente del que nunca ha llegado nadie desde hace décadas. Allí también vive Michelle, una chica que huyó de Moscú y vive alejada de sus padres, con el único deseo de regresar a la capital para descubrir que ha sido de sus progenitores. Finalmente, como otra de las figuras centrales está el hosco Polkán, el comandante del pequeño puesto avanzado de Yaroslav y que ejerce de padrastro de Egor. Algo que trata de hacer mientras vela por el bienestar de sus vecinos y lidia con el mando de la lejana Moscovia, que los tiene completamente olvidados y casi en la indigencia.
Egor se nos presenta como un adolescente que trata de escapar del control de su padrastro y que lucha por lograr la atención de Michelle, de la que está enamorado platónicamente (a pesar del poco interés que esta le presta). Movido por el despecho, Egor será capaz de lanzarse a lo desconocido por tratar de atraer la mirada de la chica por la que suspira; al mismo tiempo la aparición en Yaroslav de un grupo de soldados enviados desde Mocovia por el nuevo zar hará que la situación en el puesto avanzado se vuelva todavía mucho más inestable.
Con capítulos que se hilvanan a través de interludios más cortos, que van intercalando a estos distintos personajes, Glukhovsky logra una rápida introducción a su planteamiento y su ambientación. Pero lo que debería servirle para darle un mayor dinamismo y agilidad a su historia por desgracia pronto se vuelve en un continuo rodeo sobre lo mismo que apenas nos hace avanzar. Y es que acaba jugando en contra de la novela lo mucho que tarda en arrancar, con una presentación interesante donde se juega hábilmente con el misterio sobre lo que ocurre al otro lado del río Volga, pero donde cada paso adelante es seguido de muchas páginas con pocas revelaciones y con excesivas vueltas alrededor de lo mismo.
Tal vez la otra orilla esté plagada de monstruos… pero en todo caso ninguna de esas criaturas ha cruzado el río igual que no la ha cruzado ningún humano”.
Los indicios de que al otro lado del Volga algo ocurre, la llegada del pelotón de soldados y un misterioso pope que extiende el miedo y la paranoia sobre los creyentes ortodoxos son piezas que el autor mueve durante demasiadas páginas para lo que de verdad acaba ocurriendo. La novela nos ofrece personajes sencillos pero efectivos, con unas tramas claras pero que se empantanan por los pocos avances en la trama general, movida a trompicones. También reconozco que sus personajes han acabado por hacérseme un poco cargantes porque todos están gritando casi constantemente y acaban enfadados con todos lo que les rodean. (¿De verdad están los rusos siempre gritándose constantemente? Parecen españoles en un bar).
Así, aunque el lector acaba atrapado por el misterio sobre el Desastre que azotó este mundo para acabar así y está deseoso de descubrir lo que hay al otro lado del Volga, a veces cuesta encontrar el gancho que lo haga avanzar. A través de distintos grupos de personajes que van apareciendo en Yaroslav va incrementando la tensión entre los habitantes del puesto avanzado y los distintos recién llegados, por culpa de las desconfianzas y miedos. A ello también contribuye el extraño pope, Daniil, que como un Raputín apocalíptico hace aumentar la paranoia religiosa de la pequeña comunidad, con sermones y prédicas contra los pecados del hombre que considera la causa de la guerra y el desastre infernal en el que viven.
Una vez bien superado el tramo central de Outopost por fin Glukhovsky hace estallar su bomba narrativa, y es cuando es capaz de ofrecernos tanto revelaciones importantes como mucho más dinamismo en su trama. La novela se lanza entonces a una montaña rusa (perdón por el juego de palabras) de acción desbocada, embarcándonos en un tramo final mucho más explosivo y vivo, donde todo se sume en el caos más absoluto. El que quiera destrucción, sangre y tripas, aquí se va a sentir en su salsa. Es verdad que tampoco es nada excesivamente revolucionario (ni puede que lo pretenda) por lo que Outpost solo ofrece lo que un lector ansioso de distopía apocalíptica que quiera algo que se mueva entre El libro de Eli, 28 días después, La carretera o The Walking Dead puede desear devorar. Y su final, sin meterme en destripes innecesarios, es lo suficientemente abierto para dejar al lector pendiente del destino de sus diversos personajes.
Queda por ver si la siguiente entrega, final de esta bilogía Outpost, puede mantener lo que el último tramo nos ofrece, para traernos así una segunda novela más dinámica ahora que Glukhovsky ha puesto todas las cartas sobre la mesa y tenemos más claro por donde marcha su juego. Pero en cualquier caso esta primera novela de Outpost en español Minotauro nos la trae con una adecuada traducción de Joan Josep Mussarra Roca y en una edición en tapa blanda en la que no hay erratas que entorpezcan su disfrute.
Sé que en la otra orilla habita el mal. Deja que esos pobres desgraciados crucen el puente con sus uniformes. Que vayan hurgando por allí. Primero se los comerá a ellos y luego vendrá a por nosotros”.


EN CONCLUSIÓN 
Outpost nos presenta un futuro no muy lejano donde Rusia sobrevive dividida en pequeños estados o regiones aisladas, con pequeños puestos avanzados donde los supervivientes del Desastre tratan de seguir adelante. A través de un puñado de personajes, Glukhovsky nos mete en una distopía apocalíptica, donde juega con el misterio sobre lo que pasó antes para acabar en esta situación desoladora o lo que ocurre al otro lado del río Volga, región olvidada llena de secretos. Por desgracia, después de un inicio prometedor la novela se vuelve demasiado repetitiva y con un desarrollo bastante desigual, con puntuales momentos de sorpresa o aumento de la tensión que hacen que uno tenga ganas de cruzar el río. Tres personajes principales, tan sencillos como efectivos, sirve de guías para la trama de una historia de supervivencia y (sobre todo en su tramo final) de acción desbocada y horror. La amenaza que acaba asaltando a nuestros protagonistas finalmente no resulta ser demasiado sorprendente (ni puede que lo pretenda), pero es lo que por fin nos lanza a un tramo final mucho más potente, y con la conveniente dosis de caos, violencia, sangre y tripas para goce del aficionado a estos futuros apocalípticos tan desoladores y oscuros.

VALORACIÓN


FICHA
Outpost (Outpost, 1)
Dmitry Glukhovksy
Minotauro
Traducción de Joan Josep Mussarra Roca
 Tapa blanda con solapas, 314 páginas
19,95 euros (y en ebook por 8,54 euros)

COMPARTIR en

3 comentarios:

  1. No es independiente de sus trabajos previos la trilogía de Outpost es una precuela de la saga metro, en la supuestamente van a explicar más a fondo lo que llevó a que a la gente tuviese que refugiarse en las estaciones de metro.

    ResponderEliminar
  2. Bueno aclarar este punto para los que se inician con 2033

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No forma parte del universo Metro, es completamente independiente. Ni siquiera en la wiki de Metro, escrita por fans del universo, la recoge como parte del universo, y me fio de los fans.

      Eliminar