Reseña: El gurja y el Señor de los martes, de Saad Z. Hossain

SINOPSIS: Cuando Melek Ahmar, uno de los siete Señores Djinn, despierta tras milenios prisionero en la montaña de Kanchenjunga, se encuentra con un mundo totalmente diferente al que recordaba.

Tras el desastre climático, los humanos solo pueden sobrevivir en ciudades estado con sus propios microclimas, y entre todas ellas Katmandú es la joya de la corona. Una ciudad deslumbrante gobernada por Karma, una IA todopoderosa que se convierte de inmediato en el objetivo de conquista de Melek Ahmar.
Un antiguo soldado gurja adicto a los pistachos, que reniega de la tecnología y siempre sonríe se unirá a él, así como ReGi, una djinn adolescente que vive en lo más profundo de la ciudad, en el Jardín de los Sueños.
Este extraño trío de inadaptados se internará en el corazón de Katmandú, enfrentándose a Karma y desenterrando los oscuros secretos sobre los que se construyó el paraíso.

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RESEÑA: Saad Z. Hossain es un nombre nuevo para el aficionado español al fantástico, pero ya cuenta con unas cuantas obras a sus espaldas. El autor bengalí debuta ahora en nuestro idioma gracias a la editorial Duermevela que nos trae una novela corta de esas que se devoran con una sonrisa en la boca (cuando no hace que directamente se te escape la carcajada) pero que nos presenta un trasfondo más oscuro, con una utópica urbe gobernada por los fríos y, en apariencia, perfectos designios de una Inteligencia Artificial.

El gurja y el Señor de los martes es una sugerente y extraña mezcla de elementos que se inicia cuando en las cumbres del Himalaya Melek Ahmar despierta después de milenios atrapado por culpa de un hechizo que se ha ido desvaneciendo. Este orgulloso, bocazas y jaranero rajá de los djinn es uno de los todopoderosos grandes siete señores de estos genios mitológicos. Después de tanta inactividad Melek se muestra deseoso de volver a convertirse en despiadado señor de los inferiores humanos y en su camino se encontrará con Bhan Gurung, un arisco gurja que vive apartado de todo. Gracias a este nuevo compañero no tardará en descubrir que el mundo ha cambiado mucho durante su larga ausencia.

Y es que la humanidad ha sido capaz de alcanzar desarrollos tecnológicos increíbles, que le han ayudado a poner freno a la catástrofe ecológica que azotaba la Tierra, pero también avances médicos que prolongan sus existencias y, sumun de toda la paz actual, la creación de Inteligencias Artificiales que gracias a sus poderosos algoritmos dominan la economía y el orden social. Una utopía que ha logrado acabar con la insatisfacción del género humano en Katamandú S. A., una moderna y perfecta urbe donde el caos, la desigualdad, la violencia o el descontento han desaparecido gracias al sistema impuesto por el elevado entendimiento de Karma.

Esta inteligencia artificial casi divina fue puesta al mando de la ciudad y desarrolló un sistema de gobierno donde se valora y recompensa a las personas por su utilidad y su contribución al sistema existente, por lo que el dinero ha sido sustituido por puntos karma que sirven para ser cambiados por los bienes y servicios. Este nuevo orden parece haber puesto fin a toda insatisfacción y desigualdad, pero también ha convertido la ciudad en un lugar gris, fríamente ordenado y tecnificado hasta extremos impensables.

Una ciudad donde el señor djinn y su compañero gurja irrumpirán a lo bestia, buscando bebida y juerga, desatando el caos a su paso, lo que obligará a Karma a tomar cartas en el asunto. Esta misión recaerá sobre el personaje de Hamilcar Pande, un recto y aparentemente gris miembro de la Administración Central de Katmandú. Este ciudadano ejerce como vigilante al servicio de los designios de Karma, y pronto se pondrá tras las pista de los misteriosos recién llegados que están trastocando el orden existente.

Así en El gurja y el Señor de los martes tenemos un inicio que apuesta por lo divertido, pero también gira pronto hacia una trama de tipo criminal que hará que Pande tenga que indagar en los sucesos del pasado que llevaron al Primer Día de Karma (PMK) y la imposición de este nuevo orden, en teoría elegido por todos los ciudadanos pero que todavía guarda sus oscuros secretos. Y es que el aparentemente perfecto y lógico sistema social empezará a mostrar sus fracturas y sus contrapartidas menos agradables, así como los engaños sobre los que fue cimentado.

Hossain crea con todo ello una extraña pero seductora mezcla de elementos que logran atrapar al lector. Tanto por su sugerente mezcla de fantasía y ciencia ficción, donde los djinn y sus poderes mágicos se introducen en una urbe ultratecnológica, dominada por los calculadores logaritmos de un casi todopoderosa Inteligencia Artificial. Pero también por el enfoque narrativo que usa el autor, que se mueve entre el humor salvaje y gamberro con una visión cargada de ironía digna del mejor Terry Pratchett, pero también con la seriedad que requiere un trasfondo más oscuro, donde la investigación criminal, la venganza y la lucha contra la injusticia saltan a primer plano. Quizá a algún lector pueda resultarle extraña esta fusión, pero lo cierto es que para el que esto escribe el resultado final le ha resultado tan interesante como divertido. Además, el autor bengalí es capaz de resolver todos los conflictos que plantea manteniéndose en esa fina línea entre lo desenfadado y lo serio, y con un desenlace que saca a flote el lado gamberro del escritor. Y como ya es habitual en lo publicado por Duermevela, la editorial nos trae la novela corta de Hossain en una cuidada edición y con la fiable traducción de Rebeca Cardeñoso.

EN CONCLUSIÓN

Una divertida novela corta con un trasfondo bastante más oscuro que pone el dedo en la llaga sobre los peligros y contrapartidas de las IA, así como la facilidad con los que humanos nos dejamos convertir en meros engranajes del sistema social. Saad Z. Hossain introduce a los milenarios y mágicos djinn en una ambientación futurista ultratecnificada, dominada por una IA que impone el orden una urbe aparentemente perfecta. Narrado con una voz cargada de humor e irónicamente gamberra, que se entremezcla con un trasfondo más serio que nos advierte sobre los peligros de ponernos en manos de una fría inteligencia mecanizada.

Un señor de los djinn milenario, un gurja con cuentas pendientes con la urbe y un agente al servicio del nuevo orden cruzan sus destinos en las calles de Katmandú S.A., en una trama donde humor, drama y acción tienen sus respectivas cuotas. Todo ello nos deja una novela corta que se devora gracias a su agilidad y frescura, que en menos 150 páginas es capaz de divertirnos con una ironía digna del mejor Pratchett, mezclándola con una trama más oscura de venganza e investigación criminal en una urbe aparentemente perfecta e idílica dominada por la ecuanimidad indiferente de la IA.

VALORACIÓN