Ilustración de Justinoaksford. |
La literatura fantástica ha bebido (y todavía sigue bebiendo) de las ambientaciones con un evidente sabor a la Edad Media europea. Para sustentar sus novelas son muchos los autores que replican la historia, las sociedades o la tecnología que poblaron los siglos medievales, con obras que van desde clásicos como El Señor de los Anillos a grandes tótems de la fantasía moderna como Canción de hielo y fuego donde son fácilmente identificables los elementos que inspiran a estos autores. Es evidente que la maestría narrativa de J. R. R. Tolkien o George R. R. Martin les permite insuflar una vida propia a sus mundos, separándolos de la historia real, pero esos cimientos siguen ahí para quién quiere excavar.
Muchos que han seguido sus pasos se han ceñido en exceso a estos ejemplos. Quizá la descripción de la gran Minas Tirith que tenemos en El Señor de los Anillos sea una de esas localizaciones que han servido de guía a diversos autores que han querido seguir el camino de J. R. R. Tolkien. Y es que el autor británico nos presenta una monumental urbe fortificada de piedra, con sus diversos barrios divididos en calles según los oficios de los artesanos que las pueblan, con siete círculos concéntricos (cabría preguntarse si conforme más cercanos a la Ciudadela de su cumbre, más elevada la posición social de sus miembros), con grandes mansiones y palacios decadentes que todavía lucían con orgullo los símbolos heráldicos de sus nobles dueños y con los amplios campos de Pelennor como las tierras de cultivo que alimentan a la urbe.
Una descripción, en definitiva, sumamente medieval que todavía sigue alimentando como combustible la imaginación de muchos otros creadores del fantástico. Por eso, no resulta difícil encontrar multitud de obras y sagas fantásticas demasiado ceñidas a lo medieval, olvidando quizá que el gran poder de la literatura fantástica es que nos libra de todo tipo de restricciones para imaginar y crear diferentes tipo de ambientaciones. Afortunadamente son muchos otros los que se han alejado de estos planteamientos seudomedievales para ofrecernos ambientaciones tan divergentes como refrescantes, donde la mezcla y fusión de elementos aportan un soplo de aire fresco (o al menos, una alternativa) a un género que cuanto más diverso es más vivo se siente.
En los siguientes párrafos vamos a hacer un recorrido por estas ambientaciones que dejan atrás las urbes medievales y nos ofrecen otras perspectivas en la literatura fantástica, apostando por combinaciones más que interesantes.
✅ARTÍCULO COMPLETO DISPONIBLE PARA MECENAS: si os interesa lo que hago por aquí y queréis apoyarme, podéis hacerlo desde KoFi, donde desde solo 1 euro (o la cantidad que consideréis oportuna) para haceros mecenas y disfrutar de este nuevo artículo exclusivo, así como de los contenidos previos que salen de forma mensual. Tenéis una muestra en abierto de estos artículos pinchando en la pestaña 'Contenidos para mecenas'.
👍Gracias a todos los que os estáis haciendo mecenas y apoyáis esta nueva sección extra del blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario