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jueves, 12 de mayo de 2022

Reseña: Una palabra mortal, de Mark Lawrence

SINOPSIS: Londres, enero de 1986. Nick, un chico de quince años, recibe una noticia devastadora: le queda poco tiempo de vida. Sin embargo, esto no será lo más extraordinario que le ocurrirá esa semana.
Él y su pandilla de juego de Dungeons & Dragons pronto descubrirán que la realidad supera con creces el mundo imaginario de sus partidas semanales. La llegada de una chica nueva al grupo, Mia, y la aparición de un misterioso personaje con habilidades sorprendentes desencadenarán una serie de sucesos que cambiarán su vida para siempre.
Un extraño hombre que le persigue. Un loco con un cuchillo. Un peligro que acecha a Mia.
Eso es solo el principio. Si quiere salvar la chica, Nick tendrá que emprender una carrera contra el tiempo, desafiando las mismas leyes de la física.


RESEÑA: El británico Mark Lawrence llevaba muchos años desaparecido de las librerías españolas hasta que la nueva editorial Red Key Books lo ha recuperado en nuestro idioma con su trilogía Impossible Times. Aunque el escritor es principalmente conocido por sus obras de fantasía grimdark, con Una palabra mortal inicia una trilogía ambientada en nuestro propio mundo donde nostalgia ochentera y física cuántica se son los principales ingredientes para crear una entretenida aventura fantástica con la emocionante y complicada etapa de la adolescencia como telón de fondo.
Nick es un joven chico londinense de 15 años al que acaban de diagnosticarle una leucemia. La trágica noticia trastoca totalmente su vida al hacerle consciente de su muy (probablemente) cercana mortalidad, lo que hace que trate de refugiarse entre sus amigos dando rienda suelta a su única pasión. Y es que Nick es un loco de los juegos de rol, y con sus amigos de colegio dedican horas y horas a perderse en los mundos imaginarios que inventan con lápiz, papel y dados en Dungeons & Dragons. Al mismo tiempo que Nick lucha por su vida en las sesiones de quimioterapia, una serie de extraños encuentros le abrirá la puerta a una realidad que no puede ser, pero que le ofrece la única esperanza de cambiar para siempre su destino.
Mark Lawrence nos traslada a la década de 1980 para construir esta historia sobre la siempre complicada etapa de la adolescencia, donde un grupo de chicos empieza a descubrir la vida y donde la muerte llama de golpe a la puerta de uno de ellos. Nick y sus  compañeros roleros son un grupo de jóvenes inadaptados y excluidos que encuentran refugio en su amistad y su pasión por el rol. Poco a poco se va introduciendo un elemento extraño en su vida, un misterioso individuo que abre la puerta a lo anómalo e imposible. El lector se verá así sumergido en una ágil aventura donde la física cuántica se cruza con las alucinaciones temporales o las realidades alternativas como atractivas posibilidades.
Toda la historia nos es narrada en primera persona, lo que nos hace mucho más cercanos los miedos, dudas, emociones y alegrías de Nick. Lawrence nos mete de lleno en la vida de un chico londinense de clase media que hace frente a los problemas de la edad: desde el acoso de abusones en el colegio, a los primeros amoríos o los tonteos con las drogas blandas. Todo ello se mezcla, eso sí, con la dura e incómoda realidad del cáncer, que flota como un gigantesco punto final sobre la corta vida de Nick. Cabe señalar la elegancia con la que está tratado el tema del cáncer, de forma muy cercana y auténtica pero sin caer en sensiblerías ñoñas, mostrándonos la terrible realidad de unos niños obligados a madurar de golpe y a los que de forma brusca parece arrebatárseles la promesa de un futuro.
Así, entre partidas de rol (el refugio que en compañía de sus amigos le sirve a Nick como escapatoria de la terrible enfermedad mortal), y la aparición de Mia, una nueva chica que se une a la pandilla y que se convierte en el primer flechazo de nuestro protagonista, los jóvenes tratarán de ir desmadejando el enigma de la extraña realidad en el que se ven envueltos. Nick quiere aprovechar al máximo lo que cree que le queda vida y aquí brilla con especial luz el primer amor. El personaje de Mia ofrece un interesante contrapunto femenino a nuestro protagonista, con la suficiente independencia y frescura para resultar tan entrañable como carismática, y que también nos muestra una realidad más desagradable que nos traslada a los barrios más depauperados del extrarradio londinense.
Pero el ingrediente principal de esta aventura juvenil (por sus protagonistas, porque la novela está pensada también para un lector adulto) es lo imposible, que llega con la aparición de un misterioso hombre, que se mueve entre lo amenazante y lo portentoso, que conoce cosas que no debería. La física cuántica o las paradojas temporales se unen así al caldo haciendo que el lector vaya montando su propia teoría sobre le está ocurriendo a Nick, Mia y sus amigos. Es también un punto a favor de la novela como Lawrence juega un poco con nuestras dudas sobre lo que se nos está narrando. ¿Hasta que punto parte de lo que le ocurre a Nick, o lo que cree estar viendo, puede ser consecuencia de la agresiva medicación y de la quimioterapia? Su realidad parece volverse onírica o alterada por momentos, y puede que todo esté en la mente en crisis de Nick. O puede que las intenciones del nuevo “amigo” de Nick no sean tan caritativas como parece y oculte oscuras intenciones, algo que se manifiesta en diversos momentos de la novela.

EN CONCLUSIÓN:
Una palabra mortal nos deja una ágil novela de aventuras juveniles, con amenazas tanto de esta realidad como de otras, con un aire entre los Goonies y Regreso al futuro protagonizada por un entrañable grupo de jóvenes roleros. Todo ella está plagada de referencias ochenteras de la cultura popular, del cine a los cómics pasando por sucesos históricos, que sirven tanto para alguna broma para aligerar la aventura de estos jóvenes paladines como para crear algún momento de tensión muy bien calculado. Nos pone en la piel de un chico que ve la muerte llamando a su puerta y que trata de aferrarse a las experiencias vitales que se le escapan de entre los dedos, mientras se topa con una realidad inesperada que trastoca todo lo que podría creer y que le ofrece un rayo de esperanza.
Mark Lawrence se aprovecha de la nostalgia ochentera para trasladarnos a la complicada etapa de la adolescencia, mezclando de forma muy efectiva lo fantástico, la física cuántica o las realidades paralelas con los miedos e ilusiones de la amistad y el primer amor, y añadiendo temas todavía más serios como el cáncer o la muerte. Una lectura rápida y entretenida que sin necesidad de reinventar nada logra mantener enganchado al lector hasta su desenlace, y que al final deja un grato poso. Y cabe señalar que aunque Una palabra mortal es el inicio de una trilogía, la obra funciona a la perfección como novela independiente con una trama completa al concluir su lectura. Al que se quede con ganas de más, recordar que Red Key ya tiene en camino la publicación de sus dos siguientes novelas (Un deseo limitado y Una ilusión disipada) que publicará a lo largo de este mismo año.

VALORACIÓN


FICHA
Una palabra mortal (Impossible Times, 1)
Mark Lawrence
Red Key Books
Traducción de David Tejera Expósito
Tapa blanda con solapas, 248 páginas
19,95 euros (en ebook por 8,95 euros)

2 comentarios:

  1. Es verdad que entretenido es, pero me resultó más juvenil de lo que pensaba, demasiado ligera y simple, muy bien para el lector adolescente que se inicia pero poco nutritivo para el más encallecido.

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  2. Comparto la reseña de El Atlante entretenidilla y tal pero le falta algo de garra. Es muy Strangers things, es verdad que llevo muchas lecturas a cuestas y yo no debería ser el público objetivo.

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