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lunes, 14 de septiembre de 2020

Reseña: Los últimos días, de Brian Evenson

SINOPSIS: A Kline, un antiguo agente encubierto ahora retirado,  sumido en una profunda depresión a raíz de la amputación de una de sus manos, se le encarga resolver un curioso crimen. La peculiaridad del encargo viene dada no por la muerte en sí, sino por el hecho de que el asesinato se ha cometido entre las paredes de un culto religioso, de nombre La Hermandad de la Mutilación, que promulga las amputaciones como vía para alcanzar la divinidad. Kline no tardará en darse cuenta de que está atrapado en una telaraña de mentiras, amenazas y traiciones.


RESEÑA: Hay lecturas que logran remover en el lector sensaciones tan intensas como perturbadoras. Eso es algo con extrema dureza la novela Los últimos días de Brian Evenson que publica Dilatando Mentes y que nos presenta a Kline, un agente especializado en operaciones encubiertas. En su último caso Kline quedó mutilado, perdiendo la mano derecha. O mejor dicho, se dejó cortar el brazo derecho para tener la oportunidad de poder acabar con el que le mutiló. Ahora está hundido en una profunda depresión como consecuencia de su nueva situación, sin ganas siquiera de salir de casa. Todo cambia cuando empieza a recibir las llamadas de unos desconocidos solicitando su ayuda, y que acabará arrastrándole hasta una oscura y siniestro culto: la Hermandad de la Mutilación.
Los últimos días se inicia como una historia detectivesca, con una trama casi arquetípica de novela negra (el investigador hosco y cansado de la vida que se topa con un caso en el que no tiene ningún interés), pero que poco a poco gira hacia el terror más siniestro, tanto físico como mental. Y es que casi sin darse cuenta Kline acaba en medio de una aislada comunidad en la que parece encajar (todos ellos son hombres mutilados) pero que también oculta secretos que no parecen dispuestos a revelarle. Y es que si la Hermandad tiene tanto interés en él es porque quiere que resuelva un crimen… pero sin que pueda ver ni el cadáver de la supuesta víctima ni entrevistar a los posibles testigos o culpables.
Nadando en un mar de prohibiciones, secretos, amenazas veladas o directas, y muchos intereses ocultos Kline tratará de salir indemne de la trampa que parece que han tendido a su alrededor. Con una narración seca y directa, deudora de la mejor novela negra, Evenson nos sumerge en un ambiente opresivo, donde la locura de la surrealista situación de su protagonista se va volviendo un descenso al horror más absoluto. Kline se descubre en un lugar que no sabe con certeza donde está rodeado de hombres dispuestos a desprenderse alegremente de sus extremidades y miembros con tal de alcanzar la santidad. Y que parecen decididos a convertirlo en uno más de los suyos, lo quiera o no.
¿Cuánto más extraña puede volverse mi vida? Luego apartó ese pensamiento e intentó ignorarlo, temeroso de la respuesta.”
Sin duda es este siniestro culto de la Hermandad el que captura toda la atención del lector, con su perturbadora y grotesca mezcla de divinidad y horror. Con el pulso de un forense, Evenson logra estremecer al lector con las escenas más gore y atroces imaginables, momentos que harán que una gota de sudor frío recorra su espalda mientras no es capaz de dejar de leer. Y es que como se suele decir la curiosidad mató al gato, pero en Los últimos días es la curiosidad de Kline (y admitámoslo, del propio lector) la que inevitablemente lo llevará por el camino del horror y la deshumanización.
En puridad cabe decir que Los últimos días reúne dos novelas cortas (La Hermandad de la Mutilación y la que da título al volumen), que Evanson reunió (sería más apropiado decir suturó juntas, como bien señala Straub en su postfacio) en una. El resultado final es sumamente efectivo, creando una historia que parece desdoblarse en un reflejo siniestro, donde el final se torna inicio (y viceversa). Una novela con un desenlace que logra solucionar con maestría todas las dudas planteadas por la trama, pero que también se vuelve una espiral de brutalidad, locura y sangre de la que es difícil que el lector salga intacto. Tan poco intacto (en todos los sentidos) como el propio Kline, decidido a hacerse con las riendas de su vida aunque eso signifique lanzarse en brazos del horror más absoluto.
Todo ello lo podemos disfrutar en una cuidada edición en tapa blanda de Dilatando Mentes, con una acertadísima portada de Octavi Segarra, y que incluye un posfacio del escritor Peter Straub en el que hace un repaso a los elementos más característicos de la obra de Evenson, y del que esta novela es sin duda una excelente muestra.
En Los últimos días se nos presenta lo que parece una novela policíaca que casi sin aviso se convierte en un siniestro descenso al horror más físico y la locura más absoluta. Brian Evenson nos pone en la piel de un hombre hundido que acaba atrapado en una oscura red tendida a su alrededor, mezclándose con cultos religiosos tan alienantes como peligrosos. Una lectura sin duda no apta para estómagos sensibles, pero que logra plenamente lo que busca: llevar al lector a un siniestro pozo de horror, donde la locura y la santidad se dan la mano. Con una narración cortante y directa, Evenson es capaz de construir una narración de novela negra donde súbitamente surge el terror para hacer que el lector se estremezca de horror, incapaz de apartar la vista.




VALORACIÓN

FICHA
Los últimos días
Brian Evenson
Dilatando Mentes
Traducción de José Ángel de Dios
Tapa blanda con solapa, 254 páginas


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