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miércoles, 8 de julio de 2020

Reseña: La mala mujer, de Marc Pastor

SINOPSIS: Nos encontramos en la Barcelona de principios del siglo XX, en el barrio del Raval, donde la alta burguesía que accede al teatro del Liceo se codea con las clases bajas que se hacinan en calles estrechas y oscuras donde prospera la prostitución y el hampa. Los hijos de algunas prostitutas comienzan a desaparecer y cunde la sospecha de que un asesino campa a sus anchas por las zonas más turbias de la ciudad. En ese momento entran en acción dos detectives, Moisés Corvo y Juan Malsano, que no dudan en usar todos los recursos a su alcance para descubrir qué hay detrás de las misteriosas desapariciones. Cuando comienzan a acercarse a personas influyentes, Corvo y Malsano reciben la orden de detener la investigación. Demasiado tarde, los crímenes que han descubierto superan cualquier cosa que hubieran podido imaginar.


RESEÑA: En Barcelona están desapareciendo niños, pero parece que a nadie le importa. A nadie salvo a Moisés Corvo, un policía de la ciudad condal que recorre los barrios bajos de la urbe con un oscuro pasado a sus espaldas y una tendencia fácil hacia la violencia. Cuando las prostitutas con las que suele pasar el tiempo le ponen sobre alerta el policía iniciará la persecución del esquivo “monstruo” junto con su compañero Juan Malsano, en una cacería que les llevará desde los lugares más deprimidos de la urbe hasta los hogares de la rica burguesía catalana. 
Con estos mimbres Marc Pastor hilvana la que fue su segunda novela, inspirada en una de las criminales más afamadas y terribles de la crónica negra española (la llamada “vampira del Raval”), construyendo un relato policíaco con personajes oscuros y descarnados, tan brutales y cínicos como el mundo que les ha tocado vivir. Y es que la obra está ambientada en la convulsa Barcelona de principios del siglo XX, una ciudad palpitante donde las consecuencias de la guerra de Marruecos y el incipiente movimiento anarquista sirven de telón de fondo para una variopinta galería de personajes. Desde los miembros de la policía urbana (que apenas están en los primeros albores de la investigación científica), a los habitantes del mundo lumpen y marginal de los bajos fondos barceloneses (presentados con un retrato tan vívido como descarnado), hasta  los habitantes más privilegiados de la alta burguesía, deseosos de esconder sus secretos más escandalosos. Un caleidoscopio palpitante de un periodo fascinante dela historia, con una trama policíaca que nos permite visitar todos los ambientes imaginables de una urbe en continuo cambio.
Me gustaría destacar dos elementos de la novela de Pastor, que se ganan al lector desde su primera página: su narrador y su trío de personajes principales (aunque durante gran parte de La mala mujer el primero se confunde con los segundos). Y es que como narrador de excepción de la historia tenemos al tío de la capucha, el segador implacable, la zorra de la guadaña, el Embozado, la Parca… vamos, la Muerte con mayúsculas. Porque es la mismísima Muerte la que nos narra directamente al oído esta historia criminal, como un narrador omnisciente que al mismo tiempo cruza sus pasos con los protagonistas principales, se permite el lujo de dedicarse a aclararnos lo que necesitamos saber sobre el pasado de la terrible protagonista criminal e incluso se dirige directamente al lector rompiendo la cuarta pared narrativa.
En cuanto a los personajes, la novela se centra en tres figuras principales. Moisés Corvo se hace con el arquetípico papel de investigador, un policía cínico y cansado de la vida, con una facilidad innata para la violencia y cuyo trágico pasado se irá desvelando al lector. Acostumbrado a moverse en los bajos fondos, codeándose con el mundo del hampa y la prostitución de Barcelona, será el único que demostrará un mínimo de interés por el terror que azota a estas mujeres de la calle que están perdiendo a sus hijos.
Frente a él, u ocultándose de él, nos encontramos a Bocanegra, un chaval (apenas un crío) nacido y criado en la miseria más absoluta. Este mendigo y ladrón ha tenido que aprender a apañárselas solo en el despiadado mundo del lumpen y la depravación, lo que inevitablemente ha dejado su huella indeleble en él. Casi sin darse cuenta acabará atado, por el miedo y la fatalidad, a una mujer implacable que le descubrirá nuevas formas de medrar en una ciudad industrial y moderna cuyo oscuro corazón parece profundamente podrido.
Finalmente cierra el trío principal de protagonistas la figura más siniestra y fría de toda la novela: Enriqueta Martí i Ripollés, esa “vampira del Raval” que se mueve con igual maña entre gente de baja estofa que codeándose con la más rica burguesía catalana. Una mujer decidida a cruzar cualquier límite (legal o moral) con tal de tener lo que desea, y que es la figura principal a cuya alrededor se mueven el resto de personajes, pivotando en una danza macabra donde la pederastia, el canibalismo y la depravación lanzan sus sombras más siniestras. Un personaje real al que Pastor enfunda en las galas de una siniestra vampira capaz de dominar por igual a ricos y pobres, a hombres y niños, y cuya andanzas no dejarán indiferente al lector.
Estos tres personajes cruzan sus pasos en una historia que mezcla con habilidad realidad y ficción, con la que Pastor construye una novela negra que se devora a un ritmo endiablado, con toques de western (ESE tiroteo en pleno corazón de Barcelona es memorable) y mucha, mucha oscuridad. No podía ser menos cuando se tocan temas tan descorazonadores como las redes de pederastia o el asesinato de menores, y por donde desfila toda una galería de personajes torturados y retorcidos por un mundo implacable.
El único ‘pero’ que me impide darle las 5 estrellas a la obra es que no me ha convencido plenamente la forma en como se despiden de la historia algunos de los personajes principales, a los que el lector ha acompañado durante todas sus andanzas. No por apropiado, ya que sin duda encaja a la perfección con la historia y la trama desarrollada, sino por pecar de lo que me parece un exceso de apresuramiento. Sin embargo, esto no estropea el magnífico entramado construido por el autor catalán, en una novela policíaca que arrastra sin compasión al lector hasta su siniestro desenlace.
Marc Pastor nos presenta con La mala mujer una adictiva novela negra que se mezcla con el terror gótico, el western y el ‘true crime’, en una narración de tono crudo y descarnado que nos hace recorrer las convulsas calles de la Barcelona de principios del siglo XX. Con numerosos guiños a la novela gótica y de terror clásica, y con un marcado humor negro cargado de cinismo (especialmente en las interacciones del dúo de detectives protagonistas), iremos desenredando una trama donde se mezclan los más bajos instintos, el ansia de medrar socialmente, la miseria y la desesperación. Un caldo de cultivo perfecto para que la criminalidad de más baja estofa se convierta en la suministradora de “carne fresca” para los depravados de mucha mejor posición social. La mala mujer es una absorbente lectura, con unos personajes tan oscuros y descarnados como la historia real que la inspira, con una trama policíaca que guía las vidas de unos protagonistas que se desenvuelven con suma facilidad en el mundo del hampa y los bajos fondos de una Barcelona de la década de 1910 magníficamente recreada. Junto a ellos, siguiendo la sombra de sus pasos, marcha la mismísima Parca, pendiente de sus oscuros corazones y de cada uno de sus terribles actos, y con el lector como su confidente de excepción.

VALORACIÓN

FICHA
La mala mujer
Marc Pastor
Alianza editorial
Traducción de Juan Carlos Gentile Vitale
Tapa blanda con solapas, 284 páginas

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