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miércoles, 14 de diciembre de 2016

Reseña: Carbono modificado, de Richard Morgan

SINOPSIS: Takeshi Kovacs, mercenario y antiguo emisario colonial, había sido juzgado, condenado y almacenado. Pero lo transmiten a la Tierra y lo reaniman en una funda de policía a instancias de un millonario... que le pide que investigue su reciente asesinato. En un futuro en el que se ha vencido a la muerte, el crimen toma derroteros insospechados. 
Carbono modificado fue la tarjeta de presentación de Richard Morgan, el punto de arranque de una trilogía explosiva en la que el gusto por el género negro del ciberpunk se extrapola a un futuro tecnológico ultraviolento. Una trama adictiva que explora sin concesiones los límites físicos, sociales y psicológicos de nuestra naturaleza, y de la que se espera su próxima adaptación como serie en Netflix. 
«Un recuento alto de cadáveres, artilugios de puro genio, escenas de sexo delirantes y el cinismo añejo más decididamente cruel.» --Kirkus Reviews


RESEÑA: Si una aspiración tiene la humanidad para su futuro inmediato es lograr erradicar para siempre la sombra de la muerte, y convertirnos en seres practicamente intemporales. El autor inglés Richard Morgan ha imaginado como sería este futuro poblado de humanos casi indestructibles en su novela Carbono modificado, la primera entrega de la trilogía protagonizada por el seco y brutal detective Takeshi Kovacs que acaba de recuperar ediciones Gigamesh con nueva traducción y con la intención de publicarla por fin completa en español.
En un futuro lejano, con la humanidad expandida por toda la galaxia, la vida casi infinita está asegurada gracias a las 'fundas' humanas que permiten cambiar constantemente de cuerpo. Esto también tiene consecuencias para el mundo criminal, ya que es muy dificil asesinar a alguien porque todo el mundo tiene implantada una pila cortical en la cabeza que asegura guardar su conciencia para ser reinsertada en un nuevo cuerpo.
Por esa misma razón son pocas las ocasiones en que hay que investigar asesinatos. Takeshi Kovacs, antiguo mercenario miembro de las fuerzas de choque del Cuerpo de Emisarios, es contratado por el millonario Laurens Bancroft para tratar de averiguar quién está detrás de su última muerte. El rico y centenario terrícola fue encontrado muerto en su despacho de un disparo que la policía asegura que se causó el mismo, pero de lo que él no está convencido.
Richard Morgan nos lleva por una mezcla de novela policiaca con tintes de una ciencia ficción grimdark, en la que el lector se acomoda rapidamente al despiadado mundo imaginado por el escritor británico. Y es que este futuro no difiere mucho de nuestro día a día, donde los poderosos y las grandes corporaciones empresariales manejan el cotarro mientras los desesperados luchan por sobrevivir con lo que tienen al alcance. Solo los ricos logran mantener sus cuerpos a salvo gracias a la clonación, mientras los que menos tienen pueden encontrarse de pronto con que sus cuerpos son embargados y usados como fundas por aquellos que pueden pagarlo.
Sin duda si algo llama la atención de la novela de Morgan desde su mismo arranque es su crudeza descarnada, donde todo tiene cabida y no ahora nada al lector: brutalidad despiadada, sangre y mutilaciones a mansalva, desfases alucinógenos, buenas dosis de sexo, mucha muerte y unos personajes que están cargados de lo peor de la raza humana. Nadie se salva en la larga plétora de habitantes de este futuro oscuro, ni siquiera el propio Takeshi Kovacs que deja mucho que desear como protagonista 'bueno' al que admirar. Sus métodos son despiadados en un mundo brutal, y su adiestramiento en el Cuerpo de Emisarios lo convierte en una máquina de matar; pero son sus debilidades humanas las que le hacen ganarse al lector que todavía puede ver en él las ansias de redención. El investigador solo quiere cumplir con un trabajo desagradable que no ha buscado y salvar así la vida de su antigua compañera Sarah, para lo que tendrá que enfangarse hasta el cuello en un mundo que no perdona los errores.
Y es que todos aquellos que rodean a Kovacs son mucho peores, desde el ricachón sin sentimientos al camello callejero más traicionero, pasando por una policia corrupta y un montón de criminales que no dudan en descuartizar al que se cruza en su camino. La Tierra del futuro es una lugar frío y desagradable repleto de violencia de todo tipo, y en la que es díficil decidir donde está la justicia... si es que existe. 
Carbono alterado es una historia detectivesta de tono brutal, cargada de realismo descarnado y que no cuesta imaginar como un futuro cercano para la raza humana donde la tecnología más moderna se mezcla con los sentimientos más bajos. Con un tono noir muy oscuro, mucha mala leche, un poco de humor negro y un protagonista que parece sacado del peor lugar posible (pero que trata de hacerlo lo mejor que puede con lo que tiene) Morgan logra montar una historia con mucho ritmo, en la que la violencia más despiadada se cruza con un realismo que no deja indiferente. Es fácil comprender porque Netflix se ha hecho con los derechos para adaptar la trilogía en forma de serie, porque la primera novela de Morgan crea un mundo realmente adictivo del que es difícil apartar la mirada a pesar del gran número de elementos desagradables que pone sobre la mesa.

VALORACIÓN 8/10

FICHA
Carbono modificado (Takeshi Kovacs 1)
Richard Morgan
Gigamesh
688 páginas, tapa dura
Traducción de Juanma Barranquero
18 euros 


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