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martes, 7 de junio de 2016

Citas célebres (65)

Cosca movió la cabeza con gran desánimo cuando el último soldado abandonó la fila con paso cansino, porque acababa de comprobar que la inaguantable cojera por la que había estado pidiendo una compensación se le había curado de manera milagrosa.
—¡Por los Hados, pensábamos que estarían contentos por la recompensa! ¡No han tenido que luchar para conseguirla! ¡Ni mucho menos robar por ella! Cuanto más le das a la gente, más quiere y menos contenta se siente. Nadie aprecia lo que se consigue sin esfuerzo. ¡La caridad es una peste! —dio una palmadita en el hombro al notario, haciendo que se le torciese la línea que intentaba escribir derecha. —Los mercenarios ya no son lo que eran —rezongó aquel hombre mientras tachaba con desgana.
—¿No? Pues a mí me parecen mucho más violentos y más sórdidos que nunca. Decir que las cosas ya no son como eran suele ser la excusa de una mente poco abierta. Cuando la gente dice que las cosas eran mejores, invariablemente quieren decir que eran mejores para ellos, porque eran jóvenes y mantenían intactas todas sus esperanzas. El mundo comienza a ser un lugar más oscuro a medida que uno comienza a deslizarse hacia la tumba.
—¿Acaso no seguimos siendo todos la misma persona? —preguntó el hombre de leyes mientras levantaba la cabeza con tristeza.
—Algunos mejoran y otros empeoran —Cosca suspiró profundamente—. Pero, a gran escala, no he observado cambios substanciales.


La mejor venganza, de Joe Abercrombie.

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