Es cierto que Rebels puede adolecer de tener demasiados episodios insustanciales, consecuencia de estar enfocado principalmente a un público juvenil, pero la verdad es que cuando la serie de animación de Star Wars se pone seria lo compensa con creces y nos ofrece esa épica galáctica que tanto nos gusta a los aficionados de esta gran saga. Una vez más la serie de Dave Filoni lo ha vuelto a demostrar dejándonos una doble ración que ha cerrado esta segunda temporada por todo lo alto: un final de temporada lleno de tensión, emoción y grandes dosis de acción que no dejará a nadie indiferente.
Twilight of the Apprentice (Crepúsculo del aprendiz) comienza con Ahsoka Tano, Kanan y Ezra dirigiéndose al planeta Malachor, lugar a donde crípticamente los envió el maestro Yoda. Este era un antiguo planeta Sith, y parece que no hay mejor forma de enfrentarse al Lado Oscuro que conocer sus secretos. Es así como la señal de una nave aterrizada les lleva hasta lo que parece un cráter congelado, por el que no tardan en caer hasta unas antiguas y abandonadas ruinas: un templo Sith.
El escenario de esta 'season finale' es uno de los grandes protagonistas de la trama, un lugar grandioso, opresivo y oscuro, donde la continua sensación de amenaza rodea a los tres jedis. A ello no contribuye mucho el hecho de que sea un antiguo campo de batalla lleno de cuerpos carbonizados donde hace milenios se enfrentaron a muerte los Jedis y los Sith (tan antiguo que hasta hay antiquísimos modelos de sables de luz con guarda).
Es entonces cuando son atacados por un nuevo Inquisidor, y Ezra queda separado de sus compañeros al caer a un nivel subterráneo. Mientras Kanan y Ahsoka persiguen al Inquisidor a través de las ruinas el joven padawan tiene un encuentro inesperado: el que en un principio parece un anciano un poco desquiciado, acaba por revelarse como el antiguo Lord Sith Darth Maul.
Para algunos será una sorpresa, pero los seguidores de Clone Wars ya recordarán las múltiples apariciones del guerrero zabrak después de su supuesta muerte en La amenaza fantasma. Después de la suspensión de la anterior serie de animación, Filoni ha decidido recuperar al personaje en esta nueva aventura y la elección ha sido todo un acierto: el viaje subterráneo de Ezra y el "antiguo maestro" es todo un descenso a la oscuridad, en la que el sith mezcla medias verdades y los temores del joven para convencerlo de que está de su lado.
Mientras ambos juegan a Indiana Jones, llegando hasta el corazón del templo para hacerse con un holocrón sith, Kanan y Ahsoka logran capturar (con la ayuda inestimable de Chopper) al nuevo Inquisidor: el Octavo Hermano. Así se enteran de que no estaba en Malachor por ellos, sino para dar caza al que conocen como la Sombra: Darth Maul. Antes de que puedan averiguar más hacen acto de presencia el Quinto Hermano y la Séptima Hermana para ayudar a su compañero Inquisidor.
El Lado Oscuro y el Lado Luminoso de la Fuerza vuelve a enfrentarse en nuevo combate de sables de luz, y la desproporción de fuerzas da un giro inesperado cuando llegan al lugar Ezra y Maul. Así nos encontramos con que nuestros héroes hacen causa común con el antiguo Sith para enfrentarse a los Inquisidores del Imperio.
Después de lograr rechazarlos Maul los convence para que vayan a la cima de la pirámide, donde asegura que se encuentra el arma para acabar con los Sith. Como todos imaginamos, el zabrak tiene su agenda oculta y de ella forma parte utilizar el holocrón por si solo y arrastrar al joven Ezra al Lado Oscuro.
El propio Kanan se da cuenta de ello, y advierte a su padawan al respecto. Sin embargo, Ezra demuestra que está creciendo a pasos agigantados y convence a su maestro para que confíe en él. Mientras ascienden la pirámide por separado vuelven a sufrir el asedio de los Inquisidores, lo que Maul utiliza para intentar arrastrar a Ezra al Lado Oscuro, pero el chico de Lothal se mantiene firme frente a las despiadadas lecciones del zabrak.
Sin embargo los servidores del Imperio no salen tan bien parados, que en el tramo final del capítulo empiezan a caer uno tras otro. Sin duda, este final de temporada ha hecho una buena limpia entre los enemigos del Lado Luminoso, y personalmente no echaré de menos a ninguno de estos villanos (que salvo por el humor retorcido de la Séptima Hermana y el saber que hay un numeroso grupo de Inquisidores a la caza de los jedis no han aportado nada memorable a Star Wars).
Con los Inquisidores fuera de juego es cuando Maul aprovecha para poner sus cartas sobre la mesa, demostrar que su intención es usar el templo sith como un arma contra sus enemigos y ataca a traición a Kanan. El jedi no es capaz de anticiparse a su ataque y el sable de luz del zabrak lo deja completamente ciego. Pero para un verdadero usuario de la Fuerza eso no es un contratiempo, y Kanan nos deja uno de los grandes momentos de la final derrotando a su enemigo sin verlo. ¡Grande!
Cuando todo parece volverse un poco más fácil para nuestros héroes es cuando todo se tuerce. Ezra descubre demasiado tarde que el holocrón activa el arma que pretende usar Maul, y cuando va en busca de ayuda se encuentra con el último invitado inesperado a la fiesta de Malachor: Darth Vader. Una vez más Rebels vuelve a utilizar con gran maestría al Lord Tenebroso, demostrando que nadie puede hacerle frente...
...o casi. Porque después de llevar esperándolo toda la temporada Ahsoka vuelve a encontrarse con su antiguo maestro en uno de los momentos más épicos y emotivos de la serie. Tanto la conversación entre ambos como el posterior enfrentamiento a muerte con los sables de luz está al nivel de cualquier película de la saga.
Finalmente, Ezra con la ayuda de Kanan logran desactivar el mecanismo del templo sith y se hacen con el holocrón... pero solo logran escapar de Vader gracias al sacrificio de Ahsoka que se queda atrás para hacerle frente. Como ella señala, no piensa volver a abandonarlo (a pasar de ser consciente de todo lo que ha cambiado), y Vader nos demuestra que no queda nada de Anakin Skywalker en él al contestarle: "Entonces, morirás".
Mienstras una explosión asola el templo sith nuestros dos jedis abandonan Malachor entre las lágrimas desconsoladas de Ezra. Cuando los dos regresan a la base rebelde podemos ver el impacto emocional que ha causado la perdida de Ahsoka (aunque el destino de la antigua jedi no resulta nada claro). Además Ezra logra abrir el holocrón, algo que solo puede hacerse usando el Lado Oscuro de la Fuerza...
Rebels ha vuelto a demostrar que cuando se pone serio es capaz de ofrecer un espectáculo con mayúsculas digno de Star Wars, denándonos un final de temporada realmente memorable. Con un escenario impresionante y una trama oscura llena de emoción y tensión, la serie de Dave Filoni nos ha dejado con el corazón en un puño en este episodio doble que no ha tenido piedad a la hora de hacer pagar a los personajes por sus decisiones. La serie de animación ha traído de vuelta a la palestra galáctica a Maul, ha dejado llenos de heridas (tanto físicas como emocionales) a Kanan y Ezra para la tercera temporada, ha vuelto a manejar de una forma muy hábil a ese mito que es Darth Vader y ha servido de digna despedida (¿temporal?) para una togruta que nos había acompañado en el mundo de Star Wars desde hace más de ocho años. ¡Te echaremos de menos Ahsoka Tano!
El escenario de esta 'season finale' es uno de los grandes protagonistas de la trama, un lugar grandioso, opresivo y oscuro, donde la continua sensación de amenaza rodea a los tres jedis. A ello no contribuye mucho el hecho de que sea un antiguo campo de batalla lleno de cuerpos carbonizados donde hace milenios se enfrentaron a muerte los Jedis y los Sith (tan antiguo que hasta hay antiquísimos modelos de sables de luz con guarda).
Es entonces cuando son atacados por un nuevo Inquisidor, y Ezra queda separado de sus compañeros al caer a un nivel subterráneo. Mientras Kanan y Ahsoka persiguen al Inquisidor a través de las ruinas el joven padawan tiene un encuentro inesperado: el que en un principio parece un anciano un poco desquiciado, acaba por revelarse como el antiguo Lord Sith Darth Maul.
Para algunos será una sorpresa, pero los seguidores de Clone Wars ya recordarán las múltiples apariciones del guerrero zabrak después de su supuesta muerte en La amenaza fantasma. Después de la suspensión de la anterior serie de animación, Filoni ha decidido recuperar al personaje en esta nueva aventura y la elección ha sido todo un acierto: el viaje subterráneo de Ezra y el "antiguo maestro" es todo un descenso a la oscuridad, en la que el sith mezcla medias verdades y los temores del joven para convencerlo de que está de su lado.
Mientras ambos juegan a Indiana Jones, llegando hasta el corazón del templo para hacerse con un holocrón sith, Kanan y Ahsoka logran capturar (con la ayuda inestimable de Chopper) al nuevo Inquisidor: el Octavo Hermano. Así se enteran de que no estaba en Malachor por ellos, sino para dar caza al que conocen como la Sombra: Darth Maul. Antes de que puedan averiguar más hacen acto de presencia el Quinto Hermano y la Séptima Hermana para ayudar a su compañero Inquisidor.
El Lado Oscuro y el Lado Luminoso de la Fuerza vuelve a enfrentarse en nuevo combate de sables de luz, y la desproporción de fuerzas da un giro inesperado cuando llegan al lugar Ezra y Maul. Así nos encontramos con que nuestros héroes hacen causa común con el antiguo Sith para enfrentarse a los Inquisidores del Imperio.
Después de lograr rechazarlos Maul los convence para que vayan a la cima de la pirámide, donde asegura que se encuentra el arma para acabar con los Sith. Como todos imaginamos, el zabrak tiene su agenda oculta y de ella forma parte utilizar el holocrón por si solo y arrastrar al joven Ezra al Lado Oscuro.
El propio Kanan se da cuenta de ello, y advierte a su padawan al respecto. Sin embargo, Ezra demuestra que está creciendo a pasos agigantados y convence a su maestro para que confíe en él. Mientras ascienden la pirámide por separado vuelven a sufrir el asedio de los Inquisidores, lo que Maul utiliza para intentar arrastrar a Ezra al Lado Oscuro, pero el chico de Lothal se mantiene firme frente a las despiadadas lecciones del zabrak.
Sin embargo los servidores del Imperio no salen tan bien parados, que en el tramo final del capítulo empiezan a caer uno tras otro. Sin duda, este final de temporada ha hecho una buena limpia entre los enemigos del Lado Luminoso, y personalmente no echaré de menos a ninguno de estos villanos (que salvo por el humor retorcido de la Séptima Hermana y el saber que hay un numeroso grupo de Inquisidores a la caza de los jedis no han aportado nada memorable a Star Wars).
Con los Inquisidores fuera de juego es cuando Maul aprovecha para poner sus cartas sobre la mesa, demostrar que su intención es usar el templo sith como un arma contra sus enemigos y ataca a traición a Kanan. El jedi no es capaz de anticiparse a su ataque y el sable de luz del zabrak lo deja completamente ciego. Pero para un verdadero usuario de la Fuerza eso no es un contratiempo, y Kanan nos deja uno de los grandes momentos de la final derrotando a su enemigo sin verlo. ¡Grande!
Cuando todo parece volverse un poco más fácil para nuestros héroes es cuando todo se tuerce. Ezra descubre demasiado tarde que el holocrón activa el arma que pretende usar Maul, y cuando va en busca de ayuda se encuentra con el último invitado inesperado a la fiesta de Malachor: Darth Vader. Una vez más Rebels vuelve a utilizar con gran maestría al Lord Tenebroso, demostrando que nadie puede hacerle frente...
...o casi. Porque después de llevar esperándolo toda la temporada Ahsoka vuelve a encontrarse con su antiguo maestro en uno de los momentos más épicos y emotivos de la serie. Tanto la conversación entre ambos como el posterior enfrentamiento a muerte con los sables de luz está al nivel de cualquier película de la saga.
Finalmente, Ezra con la ayuda de Kanan logran desactivar el mecanismo del templo sith y se hacen con el holocrón... pero solo logran escapar de Vader gracias al sacrificio de Ahsoka que se queda atrás para hacerle frente. Como ella señala, no piensa volver a abandonarlo (a pasar de ser consciente de todo lo que ha cambiado), y Vader nos demuestra que no queda nada de Anakin Skywalker en él al contestarle: "Entonces, morirás".
Mienstras una explosión asola el templo sith nuestros dos jedis abandonan Malachor entre las lágrimas desconsoladas de Ezra. Cuando los dos regresan a la base rebelde podemos ver el impacto emocional que ha causado la perdida de Ahsoka (aunque el destino de la antigua jedi no resulta nada claro). Además Ezra logra abrir el holocrón, algo que solo puede hacerse usando el Lado Oscuro de la Fuerza...
Rebels ha vuelto a demostrar que cuando se pone serio es capaz de ofrecer un espectáculo con mayúsculas digno de Star Wars, denándonos un final de temporada realmente memorable. Con un escenario impresionante y una trama oscura llena de emoción y tensión, la serie de Dave Filoni nos ha dejado con el corazón en un puño en este episodio doble que no ha tenido piedad a la hora de hacer pagar a los personajes por sus decisiones. La serie de animación ha traído de vuelta a la palestra galáctica a Maul, ha dejado llenos de heridas (tanto físicas como emocionales) a Kanan y Ezra para la tercera temporada, ha vuelto a manejar de una forma muy hábil a ese mito que es Darth Vader y ha servido de digna despedida (¿temporal?) para una togruta que nos había acompañado en el mundo de Star Wars desde hace más de ocho años. ¡Te echaremos de menos Ahsoka Tano!
No hay comentarios:
Publicar un comentario