Después de una semana de parón, la segunda temporada de Rebels encara su recta final. Contando el emitido el pasado miércoles solo nos restan 4 episodios para despedirnos de la tripulación del Espíritu. Quizá para aligerar la previsible carga dramática que nos llegará con la 'season finale' la serie de animación ha vuelto con un episodio más que nada cómico, centrado en el "payaso" oficial de nuestro grupo de rebeldes. En The Forgotten Droid (El droide olvidado) Chopper se ha convertido en el protagonista absoluto de una aventura más ligera, pero al mismo tiempo ha vuelto a salvar la llama de la libertad en la galaxia.
El capítulo comienza con los rebeldes preparándose para trasladarse al lugar donde pretenden establecer su nueva base: una luna en el sistema Yost. Sin embargo para conseguirlo antes tienen que aprovisionarse de combustible (y ya sabemos que en el diccionario rebelde eso quiere decir "robárselo al Imperio"). Es durante esta misión donde Chopper se 'enamora': concretamente de una nueva pierna con la que quiere sustituir una de sus extremidades más viejas.
Como ningún miembro de la tripulación le hace caso (de hecho tanto Ezra como Zeb se lo pasan a lo grande a su costa), se marcha a regatear por su cuenta... y así queda abandonado cuando el Espíritu escapa con las bodegas llenas de combustible. Después de eso Chopper decide que lo mejor que puede hacer es robarle la pierna al mercader ugnauth y darse a la fuga cuando empiezan a perseguirle los stormtroopers.
Es así como acaba en un gigantesco carguero imperial y conocemos al segundo protagonista del capítulo: el estirado droide AP-5, al servicio del Imperio. Este, menospreciado por su superior, acaba por hacer buenas migas con Chopper debido a su pasado común: ambos fueron "héroes de guerra" durante las Guerras Clon. El astromecánico está decidido a regresar con los rebeldes, y rápidamente monta su propio motín a bordo, añadiendo a su bando al desconcertado AP-5 que se limita a observar como Chopper se deshacen de la mayoría de soldados de asalto.
Mientras tanto, el Espíritu y el resto de la flota rebelde tratan de escapar del Imperio y se preparan para dirigirse hacia el sistema Yost. Sin embargo, justo en ese momento Chopper contacta con ellos y gracias a la información del droide imperial se enteran de que es una nueva trampa. A costa de su propia integridad AP-5 logra facilitarles unas coordenadas seguras a los rebeldes, las del planeta Atollon.
Finalmente, parece que después de mucho buscarla la célula rebelde ha conseguido encontrar una base segura lejos de las garras del Imperio, y todo gracias a Chopper. El astromecánico además demuestra que en el fondo no es solo un gruñón cubo de oxidada chatarra ya que cede su adorada pierna para que puedan reparar a AP-5. El retorno de Rebels después de una semana de parón ha sido un poco flojo, centrándose en la faceta más cómica y ligera de la serie, pero esperemos que la cosa remonte para los 3 episodios que nos restan y que el final de temporada esté a la altura de una aventura como Star Wars.
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