Tras el parón de Navidades, debido al esperado estreno en cines de El
despertar de la Fuerza, la segunda temporada de
Rebels ha regresado a las pantallas para completar un nuevo arco de 11
episodios. Y si en la nueva entrega cinematográfica de Star Wars hemos vuelto a
encontrarnos con la princesa Leia Organa después de más de 30 años, la serie de animación de Dave Filoni
no iba a ser menos y en el capítulo Una princesa en Lothal nos ha ofrecido su
propia aparición de una jovencísima Alteza Real.
Recordemos que
tras la apurada huida de las fuerzas rebeldes del planeta Garel su flota había
quedado muy mermada. El senador Bail Organa, conocedor de la situación, se
ofrece a ayudar al escuadrón Fénix y les envía un refuerzo formado por tres
viejos cruceros espaciales. A cargo de ellos manda a su propia hija, Leia, a la que vemos
que a pesar de su juventud es igual de lanzada que cuando lo conocemos en Una
nueva esperanza.
Sin embargo,
hay un pequeño problema. Como el planeta Alderaan no puede ser relacionado abiertamente
con los rebeldes, estos tendrán que robar los cruceros que acuden a Lothal con
la excusa de llevar ayuda humanitaria. El Imperio no se fía de nadie y trae para
vigilarlos un par de sus imponentes AT-AT además de colocarle a las naves sus propia versión de ‘cepos'
espaciales: bloqueos de gravedad. Como Leia reconoce más tarde, el Imperio ha
dejado de subestimar a los rebeldes.
Es el difícil
papel de Leia como agente doble lo que aporta lo más interesante del capítulo:
la princesa debe aparecer como fiel ciudadana imperial, pero pone todo su
ingenio en ayudar en la sombra a nuestros rebeldes. Además, a ellos se une otro combatiente
más en la piel del antiguo gobernador de Lothal al que el Imperio ha vuelto a detener
por culpa de los rebeldes. Por suerte
para Ryder Azadi, el grupo formado por Kanan, Ezra y Leia montan su propia operación de rescate y en
medio del caos pueden llevárselo con ellos.
Una vez en el
‘Fantasma’ es la propia Leia la que, cuando los rebeldes dudan de poder hacerse
con las naves, anima a los rebeldes para robar los cruceros. También tendrá una
conversación con el abatido Ezra, que todavía sigue digiriendo la noticia de
que sus padres murieron en prisión. Es así como la princesa y el ladrón
callejero comprenden que ambos tienen que luchar por aquellos que no pueden
hacerlo (un momento muy emotivo endulzado aún más por los preciosos acordes del
“tema de Leia” de John Williams).
Finalmente los
rebeldes montan su plan de asalto, con la suerte casi ‘milagrosa’ de que el antiguo
gobernador había trabajado en prisión montando los bloqueos de gravedad del
Imperio. Dejando de lado este deux ex-machina, nuestro grupo de luchadores por
la libertad hacen los que mejor se les da: trabajar en equipo para burlar al
Imperio. Como cuentan con una lanzadera imperial y un par de uniformes de
stormtrooper (así como la labia y el descaro de la princesa Leia) la cosa resulta un poco
más fácil. También es verdad que la amenaza de los AT-AT, que tan temibles son
en El Imperio contraataca, se queda en agua de borrajas y entre los tripulantes
del 'Fantasma' y la ayuda de un stormtrooper-jedi (otro montentazo del episodio) son capaces de dejarlos fuera
de juego.
A Princess on
Lothal ha sido un capítulo entretenido para retomar el rumbo de la segunda
temporada, con una Leia que demuestra que desde bien joven ha sido igual de
decidida. La princesa ha ayudado a los rebeldes a reforzarse materialmente, así
como al joven Ezra a recuperar su determinación. Además, la tripulación del
'Fantasma`' ha conseguido que el indeciso Ryder Azadi vuelva a incorporarse a la
lucha contra el Imperio por lo que podemos decir que la misión de la semana se
ha cerrado con un completo éxito.
¿Qué os ha parecido a vosotros el nuevo episodio de Rebels?
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