Los Profundos: la amenaza viene del mar (1)

Las leyendas y mitos antiguos suelen tener una base real, y gracias a la enciclopedia El Mundo de Hielo y Fuego hemos podido profundizar en algunas de las historias más oscuras del amplio mundo creado por George R. R. Martin. Uno de los mayores misterios que nos deja la lectura de la obra escrita en colaboración con Elio Garcia y Linda Antonsson es la posible existencia de pueblos anteriores a los hombres.
Ya sabemos que tanto en las tierras de Poniente como en el continente oriental de Essos habitaron en otros tiempos los Hijos del Bosque o los gigantes... pero ¿pudo existir otro pueblo más en ese pasado milenario? Como pasa siempre que se investiga en la historia más remota la mayoría de las fuentes históricas están basadas en su mayoría en leyendas y otros conocimientos oscuros de los que resulta dificil extraer la verdad que es esconde tras el mito.
[Sin duda, todas estas referencias surgen como homenaje de George Martin al maestro del horror cósmico, H. P. Lovecraft, pero eso no es óbice para que tengan menor peso en el mundo de Canción de Hielo y Fuego].

Un profundo (por Pasi Pahapasi).

La primera pista podemos tenerla en una conversación mantenida en Festín de cuervos durante el viaje de Brienne de Tarth por las tierras de Punta Zarpa Rota. Dick Crabb, su guía local, le habla de algunas de las leyendas de la zona:

—Será mejor que montemos guardia esta noche, mi señora —dijo Crabb mientras Brienne trataba de encender una hoguera con madera arrastrada a la orilla por el mar—. En los lugares como este suele haber tritones.
—¿Tritones? —Brienne le dirigió una mirada desconfiada.
—Monstruos. —Dick el Ágil saboreó la palabra—. Vistos de lejos parecen hombres, pero tienen la cabeza muy grande, y escamas en vez de pelo. También tienen la tripa blanca como la de los peces, y los dedos unidos por membranas. Siempre están húmedos y huelen a pescado, pero tras los labios gordos ocultan varias hileras de dientes verdes afilados como agujas. Hay quien dice que los primeros hombres los mataron a todos, pero no es verdad. Vienen por la noche y se llevan a los niños que se han portado mal, chof, chof, suenan sus pasos al caminar. A las niñas se las quedan para aparearse con ellas, y a los niños se los comen: les arrancan la carne con esos dientes verdes tan afilado.—Sonrió a Podrick—. Se te comerían, chico. Se te comerían crudo.
—Si lo intentan, los mataré. —Podrick se acarició la espada.
—Prueba. Prueba a ver. No es tan fácil matar a los tritones.

En una primera lectura podemos tomarlo como una leyenda más de las que suelen contarse la gente del pueblo llano (y que inevitablemente nos recuerda a las historias de grumpkins y snarks de las que tanto se burla Tyrion Lannister); sin embargo, todo mito y leyenda puede esconder el recuerdo de algo demasiado real pasado por el tamiz de los siglos. 

El hecho es que si rastreamos con cuidado El Mundo de Hielo y Fuego podemos encontrar referencias, en distintos y apartados lugares del mundo, de una especie de seres marinos o de criaturas con aspecto pisciforme (a las que pueden referirse como tritones o sirenas) que han podido interactuar con las civilizaciones humanas en distintos momentos.

El Trono de Piedramar (por Marc Simonetti).

¿Donde podemos encontrar rastros de estas criaturas marinas? Pues en los Siete Reinos en un lugar inóspito rodeado de mar: las Islas del Hierro. En Pyke existe un misterioso y antiquísimo objeto que puede tener relación con la leyenda de los tritones y del que oímos hablar por primera vez en Choque de reyes:

el Trono de Piedramar, tallado con la forma de un kraken a partir de un gigantesco bloque de piedra negra. Según contaba la leyenda, los primeros hombres lo habíen encontrado en las playas de Viejo Wyk cuando llegaron a las Islas del Hierro.

En El Mundo de Hielo y Fuego, en la sección dedicada a las Islas del Hierro, se profundiza un poco más en la historia de este trono y su misterioso origen. Segun uno de los archimaestres de la Ciudadela, sería obra de un pueblo o civilización anterior del que no sabemos nada:

El Archimaestre Haereg anticipó la interesante idea de que los antepasados de los Hijos del Hierro vinieron de alguna tierra desconocida al oeste del Mar del Ocaso, citando la leyenda del Trono de Piedramar. El trono de la casa Greyjoy, tallado en forma de un kraken en una piedra negra de aspecto aceitoso, se decía que había sido encontrado por los primeros hombres cuando llegaron a Viejo Wyk. Haereg argumentó que la silla era un producto de los primeros habitantes de las islas, y sólo las historias posteriores de maestres y septones comenzaron a afirmar que en realidad era obra de los primeros hombres. Pero esto es especulación pura y, al final, el propio Haereg descartó la idea, y nosotros también debemos hacerlo.

Como vemos Haereg llegó a defender que hubo un pueblo anterior en las Islas del Hierro, llegado del mar del Oeste, que habría traído con ellos el Trono de Piedramar. Sin embargo, a pesar de que acabó por descartar su propia idea, otros sabios de Antigua siguieron investigando sobre el asunto para llegar a conclusiones más asombrosas.
El maestre Theron, nacido bastardo en las Islas del Hierro, escribió un manuscrito repleto de "ilustraciones espléndidas, detalladas y un poco inquietantes" pero que en gran parte "es un texto impenetrable". En él se atrevía a explicar quienes fueron, en su opinión, los creadores del Trono de Piedramar:

El manuscrito más bien rudimentario de Theron titulado 'La piedra extraña' postula que tanto la fortaleza [de Torrealta] como el trono pueden ser obra de una extraña y deforme raza de híbridos humanos, engendrados por criaturas de los mares salados con mujeres humanas. Estos Profundos, como él los llama, son la semilla de la cual han surgido nuestras leyendas de los tritones, sostiene, mientras que sus terribles padres serían la verdad que se oculta detrás del Dios Ahogado de los Hijos del Hierro.

Sobre la relación de Torrealta y el Trono de Piedramar ya hablé en otro ensayo, pero lo que nos interesa ahora es ese misterioso pueblo marino que pudo habitar las Islas del Hierro en un pasado remoto. No sabemos de donde obtuvo el maestre Theron su conocimiento sobre estos Profundos que considera descendiente de la raza marina, pero al ser natural de las Islas del Hierro seguramente escuchó muchas de las historias y leyendas que se contaban entre el pueblo llano.
De hecho, en las Islas del Hierro todavía se cuenta la historia del legendario Rey Gris que se desposó con una sirena, y los sacerdotes del Dios Ahogado insisten en que sus estancias acuosas están habitadas por sirenas. ¿Podría ser la religión de las Islas del Hierro el último rastro de la convivencia entre humanos y tritones?

El legendario Rey Gris de las Islas del Hierro.

Lo que si sabemos es que la creencia en que los hombres pueden haber engendrado  descendencia con estos seres marinos es algo que se mantiene muy vivo en el folklore ponienti. En Choque de reyes, cuando se narra la muerte del padre de Rober y Stannis Baratheon en un naufragio ante Bastión de Tormentas, se nos dice que el único superviviente fue el bufón Caramanchada. Este apareció vivo tres días después del suceso:

Nadie pudo explicar jamás los dos días que el bufón había pasado perdido en el mar. Los pescadores decían que, a cambio de su semilla, una sirena lo había enseñado a respirar agua.

A ello podemos añadirle la mención humorística de Tyrion en Juego de tronos de que los "marineros de Lannisport suelen ver sirenas", o las leyendas de las Islas Escudo en las que se dice que el conquistador Owen Escudo de Roble (uno de los muchos hijos del mítico Garth Manoverde) expulsó "a los selkies y tritones de regreso al mar". Leyendas y mitos que, una vez más, podrían ser la última huella de un raza perdida.
Sin embargo, las referencias a esta supuesta raza marina no se restringen a las tierras de Poniente. En otros lugares del mundo conocido hay constancia de ella... y pueden ser una amenaza mayor de lo parecen.

SEGUNDA PARTE

También en FACEBOOK y TWITTER