Páginas

jueves, 4 de junio de 2015

Reseña: El mal camino, de Mikel Santiago

SINOPSIS: Tras convertirse en un fenómeno internacional con 'La última noche en Tremore Beach', Mikel Santiago se consagra definitivamente como un maestro de la intriga con su segunda novela, aún más adictiva y llena de suspense que la anterior. 

En una carretera rural del sur de Francia, un hombre surge de la oscuridad y desencadena una serie de extraños acontecimientos, convirtiendo en una pesadilla las vidas del escritor Bert Amandale y su amigo Chucks Basil, una estrella de rock en horas bajas.

Santiago se sirve de un escenario idílico e inquietante, en el corazón de la Provenza, para atraparnos en una historia que se lee compulsivamente y en la que late, de fondo, el destino de unos personajes marcados por sus errores.





RESEÑA: La segunda novela de Mikel Santiago, que muchos lectores esperábamos con ansia desde el magnífico debut que supuso La última noche en Tremore Beach, confirma que el autor vasco sabe como meterse al lector en el bolsillo y guiarlo por una oscura senda repleta de emociones y misterio sin apenas dejarle respirar.
En este caso acompañaremos por El mal camino al escritor Bert Amandale y su inseparable amigo de juventud Chucks Basil, una estrella del rock en horas bajas. Los dos viven ahora en la tranquila población de Saint-Rémy, en la bella Provenza francesa. En este paradisíaco remanso de paz Bert busca la tranquilidad necesaria para rehacer su vida familiar con su mujer y su hija y sacar adelante su próxima novela; por su parte Chucks anhela acabar el disco que le permita demostrar que sigue en forma. Sin embargo, una noche un imprevisto en una solitaria carretera cambiará los planes de ambos, y les hará descubrir que no todo es lo que parece en Saint-Rémy.
Una vez más Mikel Santiago demuestra su capacidad de hilar un relato que atrapa al lector desde la primera página. Sin necesidad de grandes artificios nos sumergimos rapidamente en la narración de un atropello nocturno en una solitaria carretera rural, un suceso lleno de misterio sobre el que a lo largo de la lectura nos plantearemos todo tipos de dudas. ¿Fue todo tal y como nos lo cuenta el autor del atropello? ¿Dónde está el cadáver del atropellado? ¿De que huía?
El misterio que envuelve a este atropello será el armazón narrativo que nos llevará a lo largo de las más de 400 páginas de la novela casi sin detenernos. La imaginación desbordada de Bert Amandale le hará ir hilando diversos elementos inconexos hasta darle forma a una terrible amenaza... pero hasta el propio escritor se preguntará hasta que punto es posible lo que supone que esta atisbando entre las sombras. Su paranoia hará que su relación con su mujer y su hija empeore conforme aumenten sus miedos.
Hay que reconocer que El mal camino logra que un lugar idílico y luminoso como la Provenza se convierta poco a poco en la morada de una oscura amenaza. El 'in crescendo' de las sospechas de Bert logra resultar muy creíble para el lector, que lo mismo que el protagonista se debatirá en la cuerda floja de creer la amenaza posible o rechazarla como una simple coincidencia de elementos inconexos. No es de extrañar, en este ambiente de dudas, que el propio Mikel Santiago reconozca que esta novela es su pequeño homenaje al escritor Ira Levin, porque es fácil reconocer algunos guiños a La semilla del diablo o encontrarse con referencias abiertas a The stepford wives.
Otro importante motivo narrativo en El mal camino es el pasado de los protagonistas, mucho más oscuro que en la novela debut del vizcaino. Tanto Bert como Chucks rememoran continuamente su pasado, los errores que cometieron y que les han llevado hasta la Provenza en busca de una segunda oportunidad. El peso de las malas decisiones sobre sus espaldas les recuerda constantemente que El mal camino sigue extendiéndose ante ellos, pero que todavía están a tiempo de hacer lo correcto.
Pero si tengo que destacar dos cosas de la novela son el magnífico manejo de la tensión y unos diálogos realmente maravillosos. De lo primero da buena cuenta el 'in crescendo' constante que menciono arriba y los escasos tres días que me llevó devorar el libro. De lo segundo, recalco que pocas veces se podrán encontrar unos diálogos más naturales y dinámicos, casi cinematográficos, y gracias a los cuales es muy fácil meterse en la historia.
Pero eso no es todo, porque Mikel Santiago también sabe aprovechar el humor para relajar el ambiente cuando conviene, y hacernos empatizar todavía más con Bert y su estado de ánimo. Asimismo, hay que destacar la hermosa relación de Bert con su hija Britney y su amigo Chuck, que se convierten en las verdaderas anclas de un hombre un poco desorientado en la vida, así como en la verdadera causa para aclarar todo el 'embrollo' en que se ve envuelto.
Para ir terminando, el retiro de Bert Amandale en la tranquila Provenza para escribir una novela se convierte en una oscura odisea donde fuerzas amenazadoras se esconden en los plácidos y luminosos bosques de Saint-Rémy. El mal camino logra meternos en la vida familiar y social de un escritor que empieza a temer que lo que le rodea no es lo que parece, todo ello narrado con un manejo excelente de la tensión, personajes con los que es fácil empatizar (u odiar) y un ritmo imparable que arrastrará irremediablemente al lector desde la primera página.


VALORACIÓN 10/10

En esta entrada podéis leer la entrevista a Mikel Santiago en la que nos habla de El mal camino.


FICHA
El mal camino
Mikel Santiago
Ediciones B
432 páginas

No hay comentarios:

Publicar un comentario