SINOPSIS: El vampiro encarnado en John Polidori, el
malogrado médico de lord Byron, amenaza con sumir Londres en un baño de
sangre. John Crawford, hijo de Michael Crawford, y Adelaide McKee unen
fuerzas con Trelawny, pirata extraordinario, para tratar de impedirlo.
Los acompañarán los poetas prerrafaelitas Christina y Dante Gabriel
Rossetti, sobrinos de Polidori, con quien mantienen un vínculo de sangre
mucho más terrible que los lazos familiares, y que se debaten entre el
afán de deshacerse del yugo... o sucumbir a una dolorosa vida eterna.
Ocúltame entre las tumbas tiene la estructura de un thriller, pero es a la vez una reflexión sobre la esencia del arte, la inspiración y el éxito; sobre la ganancia y la pérdida, la seducción de la creación y la magnitud del sacrificio. Está aderezada con una recreación tan exquisita del Londres victoriano que este se convierte en personaje con entidad propia. Abrir estas páginas es hundir los pies en el barro de las orillas del Támesis, sufrir los efluvios de la City y sentir el frío de la ciudad subterránea hasta el tuétano.
Ocúltame entre las tumbas tiene la estructura de un thriller, pero es a la vez una reflexión sobre la esencia del arte, la inspiración y el éxito; sobre la ganancia y la pérdida, la seducción de la creación y la magnitud del sacrificio. Está aderezada con una recreación tan exquisita del Londres victoriano que este se convierte en personaje con entidad propia. Abrir estas páginas es hundir los pies en el barro de las orillas del Támesis, sufrir los efluvios de la City y sentir el frío de la ciudad subterránea hasta el tuétano.
RESEÑA: 'Londres: poetas y vampiros' podría ser el subtítulo de Ocúltame entre las tumbas, novela con la que Tim Powers regresa a su particular visión del siglo XIX europeo. El norteamericano ya deslumbró con la mezcla de historia, poesía y vampirismo que despliega a través de media Europa en La fuerza de su mirada (reseña), pero para la 'continuación' de su historia elige un escenario igualmente poderoso: el Londres victoriano.
Powers nos sumerge en las cosmopolitas calles de la capital del imperio de la reina Victoria con un realismo que ya quisieran para sí algunos autores de novela histórica. Respiramos Londres en cada una de las páginas de Ocúltame entre las tumbas, nos perdemos en sus calles empedradas que rodean las orillas brumosas del Támesis, vagamos en calesa por sus atestadas arterias iluminadas por faroles de gas... y todo mientras sus protagonistas tratan de escapar de la oscura amenaza encarnada por el renacido vampiro John Polidori.
He dicho antes que esta novela es la 'continuación' de La fuerza de su mirada, pero entrecomillo la palabra porque Ocúltame... se puede leer como obra individual sin ningún problema. Algunas referencias y guiños del autor se escaparan al lector, pero no pasa de eso. (Eso si, resulta muy divertido ver a Michael Crawford ejercer de veterinario, profesión por la que no le queda más remedio que hacese pasar a otro doctor Crawford unas décadas antes).
En esta ocasión la novela comienza casi a mediados del siglo XIX, pero Powers nos llevará a lo largo de un cuarto de siglo en el podremos ver evolucionar la City londinense y los personajes. El escritor maneja un arco de protagonistas mayor que en La fuerza de su mirada, entre los que destaca la disfuncional 'familia' formada por el estoico Michael Crawford, la lanzada Adelaide McKee y la superviviente Johanna (uno de los personajes más potentes de la novela, que por momentos me ha recordado a la mejor Arya de George R. R. Martin).
Pero como no podía ser de otra forma entre la gran plétora de personajes hay varios poetas: los hermanos Christina y Dante Rossetti o Algernon Swinburne, principalmente. Quizás se le puede achacar al autor que el grupo de poetas prerrafaelistas no tenga la misma fuerza que los Shelley, Byron o Keats de la primera novela de Powers pero queda compensado con creces por el personaje de Edward Trelawny. El viejo pirata y aventurero, superada ya la septena, es toda una fuerza de la naturaleza que no se deja amilanar por nada y por nadie. Los que hayáis leído el relato corto Tiempo de sembrar piedras lo recordaréis, pero ese Trelawny juvenil ha quedad muy atrás, y en Ocúltame... el anciano trata de borrar sus errores de juventud.
Una vez más, Powers deslumbra con su conocimiento de la historia literaria y su dominio de la poesía del XIX. La novela vuelve a estar plagada de versos más que elocuentes, y la trama no se puede separar de la pasión por escribir y la creación que siente muchos de sus protagonistas (reflejos, cabe imaginar, del propio Powers). Una vez más, se nos señala el carácter 'vampírico' del proceso creativo de cualquier artista.
En esta ocasión se nota una mayor influencia del cristianismo y las historias bíblicas a la hora de hablal de la figura vampírica. Las hermanas Rossetti, Christina y María, estan con un pie en el mundo pagano de los clásicos griegos y latinos y el otro en el dogma de la religión cristiana. Además, como estamos en pleno siglo XIX no pueden faltar las nuevas teorias espiritistas que tan en boga se pusieron entonces, y los protagonistas no dudan a la hora de utilizar la 'ouija' como forma de contacto con las entidades extrañas a las que se enfrentan.
Powers vuelve a demostrarnos que siente una cierta predilección las escenas bastante oscuras y perturbadoras, principalmente en aquellos momentos en que los nefilim toman formas que parecen sacadas de las peores pesadillas del pintor Zdzisław Beksiński. Pero esto no se queda solo en los personajes vampíricos, sino que llega también a ciertas escenas como los viajes subterráneos por los túneles bajo el cementerio de Highgate o las profanaciones de tumbas a las que asistimos.
La narración sigue siendo muy fluida, y Powers mete al lector en la historia sin necesidad de muchos artificios, con la misma rapidez con la que Adelaide consigue arrastrar a Michael Crawford a su busqueda en el Londres 'vampírico' que se oculta en la ciudad cosmopolita. Aunque en algunos momentos me ha parecido menos potente que La fuerza de su mirada, el viaje de Ocúltame entre las tumbas sigue siendo una experiencia apasionante, que nos sumerge con un alto nivel de realismo en una historia fantástica que mezcla la historia, la poesía y el vampirismo con la maestría que solo pueden adjudicarse los grandes autores como Tim Powers.
VALORACIÓN 9/10
Powers nos sumerge en las cosmopolitas calles de la capital del imperio de la reina Victoria con un realismo que ya quisieran para sí algunos autores de novela histórica. Respiramos Londres en cada una de las páginas de Ocúltame entre las tumbas, nos perdemos en sus calles empedradas que rodean las orillas brumosas del Támesis, vagamos en calesa por sus atestadas arterias iluminadas por faroles de gas... y todo mientras sus protagonistas tratan de escapar de la oscura amenaza encarnada por el renacido vampiro John Polidori.
He dicho antes que esta novela es la 'continuación' de La fuerza de su mirada, pero entrecomillo la palabra porque Ocúltame... se puede leer como obra individual sin ningún problema. Algunas referencias y guiños del autor se escaparan al lector, pero no pasa de eso. (Eso si, resulta muy divertido ver a Michael Crawford ejercer de veterinario, profesión por la que no le queda más remedio que hacese pasar a otro doctor Crawford unas décadas antes).
En esta ocasión la novela comienza casi a mediados del siglo XIX, pero Powers nos llevará a lo largo de un cuarto de siglo en el podremos ver evolucionar la City londinense y los personajes. El escritor maneja un arco de protagonistas mayor que en La fuerza de su mirada, entre los que destaca la disfuncional 'familia' formada por el estoico Michael Crawford, la lanzada Adelaide McKee y la superviviente Johanna (uno de los personajes más potentes de la novela, que por momentos me ha recordado a la mejor Arya de George R. R. Martin).
Pero como no podía ser de otra forma entre la gran plétora de personajes hay varios poetas: los hermanos Christina y Dante Rossetti o Algernon Swinburne, principalmente. Quizás se le puede achacar al autor que el grupo de poetas prerrafaelistas no tenga la misma fuerza que los Shelley, Byron o Keats de la primera novela de Powers pero queda compensado con creces por el personaje de Edward Trelawny. El viejo pirata y aventurero, superada ya la septena, es toda una fuerza de la naturaleza que no se deja amilanar por nada y por nadie. Los que hayáis leído el relato corto Tiempo de sembrar piedras lo recordaréis, pero ese Trelawny juvenil ha quedad muy atrás, y en Ocúltame... el anciano trata de borrar sus errores de juventud.
Una vez más, Powers deslumbra con su conocimiento de la historia literaria y su dominio de la poesía del XIX. La novela vuelve a estar plagada de versos más que elocuentes, y la trama no se puede separar de la pasión por escribir y la creación que siente muchos de sus protagonistas (reflejos, cabe imaginar, del propio Powers). Una vez más, se nos señala el carácter 'vampírico' del proceso creativo de cualquier artista.
En esta ocasión se nota una mayor influencia del cristianismo y las historias bíblicas a la hora de hablal de la figura vampírica. Las hermanas Rossetti, Christina y María, estan con un pie en el mundo pagano de los clásicos griegos y latinos y el otro en el dogma de la religión cristiana. Además, como estamos en pleno siglo XIX no pueden faltar las nuevas teorias espiritistas que tan en boga se pusieron entonces, y los protagonistas no dudan a la hora de utilizar la 'ouija' como forma de contacto con las entidades extrañas a las que se enfrentan.
Powers vuelve a demostrarnos que siente una cierta predilección las escenas bastante oscuras y perturbadoras, principalmente en aquellos momentos en que los nefilim toman formas que parecen sacadas de las peores pesadillas del pintor Zdzisław Beksiński. Pero esto no se queda solo en los personajes vampíricos, sino que llega también a ciertas escenas como los viajes subterráneos por los túneles bajo el cementerio de Highgate o las profanaciones de tumbas a las que asistimos.
La narración sigue siendo muy fluida, y Powers mete al lector en la historia sin necesidad de muchos artificios, con la misma rapidez con la que Adelaide consigue arrastrar a Michael Crawford a su busqueda en el Londres 'vampírico' que se oculta en la ciudad cosmopolita. Aunque en algunos momentos me ha parecido menos potente que La fuerza de su mirada, el viaje de Ocúltame entre las tumbas sigue siendo una experiencia apasionante, que nos sumerge con un alto nivel de realismo en una historia fantástica que mezcla la historia, la poesía y el vampirismo con la maestría que solo pueden adjudicarse los grandes autores como Tim Powers.
VALORACIÓN 9/10
FICHAOcúltame entre las tumbasTim PowersEdiciones Gigamesh446 páginas24 euros
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