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lunes, 14 de abril de 2014

Curiosidades del 4x02 The lion and the rose

Anoche se emitió en EE. UU. el segundo episodio de la cuarta temporada de Juego de tronos, titulado The lion and the rose, que además es el que está escrito por el propio George R. R. Martin. Para todos aquellos que ya lo habéis visto traigo algunas de las curiosidades que nos ha dejado el nuevo capítulo. Cuidado con los spoilers si no habéis leído todos los libros de la saga.


CURIOSIDADES DEL 4x02

Las 'chicas del bastardo'. En el Norte el bastardo de Bolton, Ramsay Nieve, se dedica a su actividad favorita (como descubrimos al leer Danza de Dragones): cazar mujeres en compañía de su jauría de perras salvajes, las conocidas como 'chicas del bastardo'. Sin embargo en la novela las caza desnudas y su jauría es de hasta nueve perras, aunque la verdas es que a las dos que vemos en la serie les sobre la brutalidad.




Entrenando con la zurda. Jaime Lannister empieza a entrenar con la espada para volver a ser un guerrero temible. Aunque en el libro entrena con Ilyn Payne (la justicia del rey sin lengua, para asegurarse de que nadie se entera de su falta de habilidad con la mano izquierda) en la serie han tenido que recurrir al personaje de Bronn debido a que el actor que interpretaba a Payne, Wilko Johnson, está luchando contra el cáncer y no ha podido regresar para grabar.



Hediondo. Theon ha terminado su conversión en Hediondo: mutilado, desollado, cojo... Aún así se echa en falta que tenga el pelo encanecido y le falten unos cuantos dientes, como lo vimos en Danza de Dragones. Sin embargo, su actitud de miedo y sumisión a Ramsay Nieve es muy fiel a la novela.


Cáliz. El padre de Margaery, Lord Mace Tyrell,  hace su aparición en la serie y lo hace entregándole su regalo de bodas a Joffrey: un caliz que se parece bastante al descrito en Tormenta de espadas ("un cáliz heptagonal de oro de más de una vara de altura, con dos asas curvadas y abundantes gemas resplandecientes en las siete caras. Cada una de las caras llevaba el blasón de una de las grandes casas").



Vida de cuatro reyes. Como en la novela Tyrion le regala a su sobrino un ejemplar de Vida de cuatro reyes, la historia escrita por el Gran Maestre Kaeth de los reinados de Daeron el Joven Dragón, Baelor el Santo, Aegon el Indigno y Daeron el Bueno. Y como en la novela el rey desprecia el regalo cortándolo por la mitad con su espada.



Lamento de Viuda. Si en el primer episodio de la temporada Jaime se quedaba con la 'mitad' de Hielo, la segunda parte del espadón norteño pasa en este capítulo a manos del rey Joffrey. Muy cuidado el detalle de incluir el blasón de los Baratheon en Lamento de Viuda (aunque curiosamente en Tormenta de espadas los adornos de la empuñadura son cabezas de león con ojos de rubíes).

Lord Florent. En Rocadragón vemos a Melisandre ofreciendo a las llamas a los traidores a la causacde R´hllor, entre los que se encuentra un Lord Florent que dice ser el hermano de la reina Selyse. Sin embargo, en las novelas el único miembro de la familia Florent que es quemado vivo es Lord Alester, entregado a las llamas por la Mujer Roja como ofrenda para conseguir vientos favorables de camino al Muro.

Visiones de Bran. En su viaje al Norte Bran ha tenido que recurrir el poder de los arcianos para saber a donde dirigirse (consecuencia de haber eliminado en la serie al personaje de Manosfrías). El joven Stark ha tenido unas cuantas visiones entre las que se puede identificar momentos del pasado (Eddar Stark con Hielo y en las celdas negras) cono otros del futuro (el salón del Trono de Hierro destruido y dragones en Desembarco del Rey). Muy curiosa también la imagen del gran arciano, bajo el que es muy posible que espere el último verdevidente, el Cuervo de Tres Ojos.

Collar de amatistas de Asshai. Igual que sucede en la novela en mitad de la celebración nupcial Lady Olenna Tyrell habla con Sansa y le arregla un poco el peinado con una mezcla de indiferencia y descuidos. Pero como bien sabemos todos no es lo único que hace: cuando la anciana se marcha de vuelta a su mesa el collar de Sansa no sigue igual. Muy bien que hayan cuidado tanto el detalle, un diez para los guionistas.


Brienne de Tarth. A diferencia de lo que ocurre en las novelas tanto Jaime Lannister como Brienne llegan mucho antes a Desembarco del Rey en la serie y ambos pueden acudir a la boda de Joffrey y Margaery. La 'dama' de Tarth luce en sus ropas el emblema de su casa: soles dorados y lunas crecientes en cuadrante azur y rosa.




Justa de enanos. Posiblemente uno de los momentos más míticos de la Boda Púrpura es la justa protagonizada por enanos que es la que acaba desencadenando todos los trágicos sucesos, aunque en la serie George R. R. Martin ha aprovechado para hacerla más grandiosa. Si en el libro los justadores eran solo dos (Penny y su hermano Oppo) en el capítulo hemos podido ver a cinco enanos representando a los reyes enfrentados en la Guerra de los Cinco Reyes: Balon Greyjoy, Stannis Baratheon, Joffrey Baratheon, Renly Baratheon y Robb Stark, todos ellos perfectamente identificables.. No tenían como monturas cerdos y perros, pero ha sido memorable.



Empanada de paloma. La empanada nupcial por excelencia. Afortunadamente no hemos visto los 77 platos que la precedieron durante el banquete nupcial pero si el momento en que Joffrey utiliza Lamento de Viuda para partirla y una bandada de palomas sale volando de su interior. George Martin en estado puro.




 El error de Tyrion. Como ocurre en la novela en cuanto Joffrey cae al suelo ahogándose Tyrion recoge del suelo la copa que ha utilizado el rey para beber (como si no fuera suficiente que le sirviera el vino delante de todos los invitados). Posiblemente el peor error que podía cometer Tyrion, como pronto comprueba al verse rodeado por los miembros de la Guardia Real.



La agonía del monstruo. Sin ninguna duda el momento que los lectores y seguidores de la serie llevábamos esperando desde hace mucho tiempo: el fin del rey Joffrey. La que parecía una boda tranquila en los Siete Reinos se convierte de pronto en la Boda Púrpura cuando el rey Joffrey agoniza rodeado de toda su corte sin que nadie pueda hacer nada por evitarlo. Una vez más (y por última, podría añadirse) el joven Jack Gleeson ha estado a la altura del momento y nos ha ofrecido una interpretación memorable desde el instante en que empieza ahogarse hasta que utiliza su último aliento para señalar a Tyrion. Eso por no hablar de los aspectos técnicos (como el maquillaje y los efectos digitales) que han convertido la agonía del Joffrey en algo de lo más asqueroso. Sic semper tyrannis.

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