Steven Erikson en el Celsius 232. |
El pasado mes de agosto se celebró en la ciudad de Avilés el festival Celsius 232, dedicado a la fantasía y la ciencia ficción y al que asistieron varios de los escritores de fantasía moderna más importantes, entre los que se encontraban Steven Erikson (autor de la saga de Malaz, el libro de los caídos) o Joe Abercrombie (autor de la trilogía La Primera Ley). Ambos escritores compartieron con los asistentes al festival su visión sobre la literatura fantástica. Gracias al blog El rincón de Koreander (aquí) podemos conocer la opinión del canadiense sobre la figura del héroe en el mundo moderno o las conversaciones que mantiene con George R. R. Martin cuando ambos se encuentran (impagable la pregunta con la que le responde Martin), así como los comentarios de Joe Abercrombie, que también estaba presente en el acto, sobre personajes tan míticos como Gandalf.
TRANSCRIPCIÓN DE LA CONFERENCIA:
"La verdad es que me apetecía hablar del concepto de género y del
concepto de la fantasía, porque muchas veces en este tipo de charlas en
Canadá o cuando tengo entrevistas con periodistas me preguntan acerca de
la relevancia de la fantasía como género, de la relevancia de la
fantasía para la sociedad en general, y es una pregunta sobre la que
llevo bastante tiempo reflexionando.
La Ciencia Ficción puede justificar su relevancia para la sociedad de
una manera muy sencilla, tiene una relevancia cultural. Cuanto más
progresa el ser humano, cuanto más evolucionamos, cuanta más tecnología
tenemos y más interactuamos con esa tecnología, más sentido tiene que
nos preguntemos a través de la Ciencia Ficción cómo es nuestra relación
con el mundo, con la ciencia que nos rodea y con el futuro.
En el caso de la Fantasía, la situación es totalmente distinta. La
fantasía tiene una relevancia desde una perspectiva diferente y esas
reflexiones me llevaron a replantearme una cuestión adicional, que tiene
que ver con el concepto de Héroes, y de ahí que entronque con la charla
de Joe de hace un par de días. Hoy en día, en la industria del ocio,
tanto en el cine como en la televisión, como en el cómic, como en la
adaptación de los superhéroes de la gran pantalla, hay un elemento
constante que cada vez se ve más y más, y que se mencionó en la charla…
que es el concepto de héroe.
A lo largo de la última década, a lo largo de mi carrera como
escritor, he ido viendo cómo se producía un cambio fundamental en el
concepto y en el paradigma del héroe. El héroe hoy en día es cada vez
más un sociópata, un tipo que es un elemento casi ajeno a la sociedad.
Tenemos héroes como James Bond.
Pensemos en James Bond, pensemos en Daniel Craig, pensemos en la
expresión que puede tener Daniel Craig como James Bond mientras está
haciendo la colada, y recoge sus smokings en la tintorería, plancha la
camisa y limpia y lustra los zapatos. Imaginaros en todo momento la cara
de Daniel Craig mientras está haciendo eso, y luego imaginaros a Daniel
Craig mientras le raja la cara a alguien y se lo carga. ¿Hay alguna
diferencia en la expresión? Y eso es algo que vemos cada vez más y más.
Otra pregunta, ¿alguien querría tener a James Bond de vecino?
Uno de los elementos recurrentes que vemos cada vez más hoy en día,
es que nuestros héroes tienden a vivir en una bancarrota moral. Eso es
lo que nos están presentando en muchas de las adaptaciones y en muchas
de las películas. Ironman es un multimillonario que tiene una vida prácticamente resuelta.
-ALERTA DE SPOILER de la segunda película de Ironman-
En la segunda película se nos cuenta básicamente la historia de como el padre de Tony Stark construye una especie de reactor o de armadura con un científico ruso. Los dos colaboran juntos hasta que el norteamericano decide robar la armadura al ruso, abocándole a una vida de pobreza, de desesperación y destruyéndole completamente. El hijo de este científico ruso se construye con cuatro piezas una armadura semejante a la de Ironman, y quiere vengarse del tipo y de la familia que acabó con su padre…
-FIN DE SPOILER-
Realmente quién es el héroe aquí, porque el concepto que se nos
presenta es bastante extraño. Yo creo que la fantasía épica sobre todo, y
aquí llegamos por fin a la fantasía, tiene ese elemento de cuestionarse
quiénes son realmente los héroes. La fantasía épica desciende en mi
opinión de La Iliada, y cuando pensamos en los protagonistas de los episodios de La Iliada,
cuando pensamos por ejemplo en la guerra de Troya, y por favor no
penséis en Brad Pitt, al plantearnos quién es el héroe vemos que el
héroe no es Aquiles con todo su poder, ni el astuto y taimado Ulises u
Odiseo. El verdadero héroe de La Iliada es Héctor.
Héctor es el héroe en el episodio de Troya, porque es quien tiene los
motivos más puros para actuar, desde luego muy diferentes a los que
tiene Aquiles, y a mí me parece que este tipo de héroes ya no se ven, o
por lo menos para la gran pantalla, tienen una imagen muy repetitiva. Si
vais a ver determinados tipos de películas de acción, si miráis los
trailers, imagino que estaréis hartos de ver como hay un héroe o héroes
que van caminando hacia el espectador con sus rostros impasibles, que no
se alteran lo más mínimo, mientras a sus espaldas se produce una
explosión enorme que derrumba un edificio. Eso lo habréis visto en
multitud de ocasiones, y parece que sea una cualidad que se asocia a la
condición del héroe hoy en día. Es algo que parece inherente a los
héroes, este tipo de destrucción y de explosiones. La fantasía, sobre
todo, tras el 11 de septiembre, ha caído en la tendencia de crear
entornos en los que el fin justifica los medios, una y otra vez, una y
otra vez.
El fin siempre justifica los medios.
Parece que se produzca una especie de ritualización por parte de la
industria del ocio con este tipo de comportamientos. Película, tras
película, tras película nos encontramos siempre con este tipo de
arrebatos de violencia, y no vemos nunca las consecuencias de esos actos
de violencia. No se ven nunca los cadáveres en la calle, ni los muertos
en las aceras. Puedes ver películas como Los Vengadores y ves como se
derrumba la mitad de Nueva York y no hay un solo muerto en pantalla.
Puedes ver Man of steel y pasa tres cuartos de lo mismo. Parece
que estén apagando la sensibilidad o atenuando, amortiguando la
sensibilidad de los espectadores.
Creo que la fantasía como género, en la creación de historias,
permite explorar los motivos que hacen que el héroe responde como
responde. Creo que nuestra responsabilidad como autores de fantasía es
precisamente abordar de nuevo qué define el concepto del héroe, por eso
me encantó el comentario de Joe (Abercrombie), y por eso surgieron todas
estas cuestiones: plantearnos el hecho de cómo definimos el concepto de
héroe hoy en día, como definimos al héroe en un contexto tan extremo
como en el que nos encontramos, cómo definimos al héroe poniendo en
situaciones tan extremas como lo que decíamos el otro día: una batalla,
cómo es un héroe y cuáles son las características que lo definen. Si
tiene que estar en una batalla, o si realmente está tan marcado en la
cultura popular de masas esta relación entre el héroe y el sociópata.
Quiero comentaros cómo debatí acerca de este tema también con George
Martin, hablaros de cómo fue el último encuentro que tuve con él. Fue
hace unos años en la entrega de los World Fantasy Awards en Calei,
compartimos una mesa redonda él, Tad Williams y yo, y el título de la
mesa redonda era ‘Cómo matar a tus personajes’. Cada uno de nosotros
tenía que plantear una pregunta a los colegas, y yo pensé mucho acerca
de qué pregunta podía plantear, y le planteé una directamente a George.
Le pregunté: “¿Qué pasa cuando te cargas a tantos de tus personajes que
el público deja de preocuparse por ellos?”.
George evitó con mucha habilidad la respuesta, pero aquello dio lugar
a un debate bastante acalorado, y fue una de la experiencia de lo más
interesante. Y el caso es que después de ese debate acabamos en el bar
codo con codo, que es algo que pasa con bastante frecuencia en este tipo
de convenciones, y George se giró hacia mí, se me quedó mirando, y me
dijo: “¿Cuándo cojones vas a dejar de escribir tan rápido?”.
(RISAS)
Yo no sé hacia dónde nos lleva Juego de Tronos, no sé cuál va a ser
el final de la serie, pero espero que haya un elemento de humanidad en
la conclusión. Que al final los personajes hagan un ejercicio de
humanidad, y tengo ganas de verlo, porque sino va a ser un verdadero
ejemplo de nihilismo que hará que nos preguntemos para qué sirve todo.
Debo ser uno de los pocos a los que realmente les gustó mucho la
segunda película de Riddick, creo que tiene un final realmente bueno.
Creo que lo de la figura del héroe, o el antihéroe, depende mucho de tu
punto de vista. Creo que más que un antihéroe es básicamente un
personaje que representa un montón de taras y defectos humanos, y que
aun así lucha por seguir adelante. Que van ocultos como un disfraz. Me
parece que es una figura muy potente, que está muy bien a la hora de
escribir obras de ficción, yo los utilizo y me parece que es muy
correcto el uso del antihéroe.
Preguntas del público:
¿Qué opinas de lo que se ve hoy día en el cine acerca de los
héroes que aparecen en pantalla matando impunemente a un enemigo que no
es humano, que no tiene ningún tipo de sentimientos, como en
‘Pacific Rim’ o ‘Guerra Mundial Z’?
Creo que efectivamente en películas como ‘Pacific Rim’ se procede a
una deshumanización ritual del enemigo. Eso permite que se les pueda
eliminar a los enemigos sin que haya ningún problema para la conciencia.
Es más fácil acabar con un enemigo si es un enemigo no humano, algo
como lo que ocurre por ejemplo en Guerra Mundial Z. Creo que el mundo,
tras el 11 de septiembre, se ha replanteado el concepto de justicia. Es
una realidad que cada vez va progresando más y más, y estoy convencido
de que hay muchos directores que recurren a ella de una manera
plenamente consciente. No quiero destripar demasiado el argumento de
Stark Trek en la oscuridad, por si no la habéis visto, pero sí voy a
hacer un par de comentarios.
-ALERTA DE SPOILER DE ‘STAR TREK: EN LA OSCURIDAD’-
Y es que creo que el final de la película tiene un error garrafal, un error muy grave y clave para la concepción de la película, que se produce por una serie de acciones una cantidad enorme de bajas civiles, de víctimas. En ‘Man of steel’ hubo alguien que calculó por Internet cuántos muertos podrían haberse producido con la destrucción de la ciudad, y decían que en torno a cien mil como mínimo, pero ni en una ni en otra película vemos que los héroes derramen una sola lágrima por las consecuencias de sus acciones y las víctimas de éstas. Se procede de manera casi ritual a la destrucción de edificios y ciudades, da igual que sea San Francisco, que sea Nueva York, Gotham… no vemos ni una sola gota de sangre, ni un solo cadáver.
-FIN DEL SPOILER-
Se deshumaniza el contexto, el proceso, y al no enseñarnos esas
acciones destructivas de los héroes, se consigue que el espectador no
tenga a quién señalar con el héroe, no tenga a quién culpar.
Y un corolario. Imaginad qué efecto tendría en la psicología del
público, el que al acabar la película vieses entre los escombros un
cuerpo desmembrado, o partes de un cuerpo o gotas de sangre… o un
cadáver. ¿Cómo saldrías del cine?, ¿qué consecuencias tendría? En mí
desde luego provocaría un efecto mucho más profundo, y me conmovería
mucho más.
Sabiendo que escribe fantasía, me gustaría preguntarle qué
facilidades le da la fantasía para reflexionar sobre la sociedad actual.
La
fantasía es el único género que permite presentar la realidad
utilizando un determinado tipo de metáforas. La fantasía se suele
considerar el género del escapismo, el que la gente quiere utilizar para
evadirse, y es al mismo tiempo el género que permite que el autor
entable un tipo de diálogo totalmente distinto con la realidad que le
rodea. Lo que hacemos los autores de fantasía es crear mundos cada vez
que nos ponemos a trabajar y reflexionar a cerca de lo que nos rodea,
con lo que está saliendo de nuestra imaginación. Lo hacemos en un
momento determinado y luego esa obra queda marcada por el paso del
tiempo.
Hay gente que me ha preguntado en ocasiones que por qué no he retomado por ejemplo Los jardines de la luna,
la primera de mis novelas, para hacerlo más accesible, y realmente es
que ni siquiera reconozco mi propia voz. Soy una persona totalmente
distinta. Soy un escritor diferente a lo que era en aquel momento. El
diálogo que se estableció en aquel momento ha ido cambiando de formas
muy distintas. Los acontecimientos que ocurren en la vida van cambiando,
las circunstancias, y lo que trato de hacer con mi obra es abordar las
cuestiones que afectan a la condición humana, utilizando únicamente mi
mente como guía.
Interviene JOE ABERCROMBIE
“La figura de Gandalf como sociópata. Ver su cara desde la perspectiva del orco. Imaginaos cómo puede ser para un orco encontrarse con Gandalf, una figura implacable, cruel, que va con su espada dando machetazos por todas partes, y eso creo que es algo que hemos estado haciendo desde siempre en la fantasía épica”.
Sí, una de las quejas que tengo con El señor de los anillos
es que los orcos son una cultura que existe, es una raza creada por
magia, pero adquieren independencia y autonomía, y construyen su propia
cultura. Y en cierta forma se nos quiere mostrar a los orcos en las
obras desde una postura deshumanizada, para que se les pueda matar sin
problemas, para que puedan caer miles o incluso decenas de miles, y que
no te moleste lo más mínimo y puedas ir siguiendo la historia.
Creo
que todos somos culpables de hacer algo de esto. Todos hemos utilizado
algún tipo de enemigo al que poder matar sin que haya ningún tipo de
remordimiento, y creo que eso se debe precisamente a los tropos, a los
lugares comunes que proceden de la obra de Tolkien, y a los que yo he
recurrido también, por ejemplo en ‘Los jardines…’, y sé que tú
también los utilizas, Joe, que te has tenido que enfrentar precisamente
al desmontar los conceptos estereotípicos del bien y del mal en un mundo
de fantasía post-tolkien. Para mí las obras de Tolkien alcanzan cierta
madurez con las obras de Stephen R. Donaldson, con Covenant,
deja de ser fantasía para adolescentes, para adquirir ya un cierto
grado de madurez. Eso es algo que logra también otro autor, que es Glen
Cook, con su serie de La compañía negra. Tiene ambivalencia
durante toda la obra. Hay personajes que van cambiando de bando, o a los
que se les presentan distintas posibilidades.
Pienso que va siendo hora de que dejemos de patear esos lugares
comunes, y que los asumamos de una manera distinta. Estamos viviendo un
nuevo paradigma de la fantasía y creo que en gran parte eso se debe a
Donaldson y a Cook. Es algo que me gustaría ver. Me gustaría ver en el
futuro una nueva antropomorfización de estos personajes que se han ido
deshumanizando, cómo se van reconociendo los distintos bandos, y tener
presente qué es lo que opinan las dos partes para poder explorar más
completamente el conflicto.
También una pregunta que todos nos hemos planteado: ¿por qué cuando
las águilas recogen a los Hobbits en la ladera de la montaña no los
llevan a su destino en lugar de soltarlos en mitad de ninguna parte?
Quiero preguntar sobre el papel de la mujer en la fantasía, que
suele estar muy definido en unos roles concretos y si es muy difícil
sacarla de ahí.
La verdad es que es difícil romper esos estereotipos porque buena
parte de la fantasía a la que estamos acostumbrados se inspira en un
modelo de la Europa medieval, y era una sociedad dominada sobre todo por
varones. Cree Malaz junto con otro escritor, Ian Cameron Esslemont, y
los dos creamos este mundo tras haber jugado bastantes campañas a juegos
de rol. Mientras jugábamos nos planteamos parte de esa situación, y
vimos que una forma de resolverlo era a través de la magia. Queríamos
romper con los estereotipos, haciendo que la magia fuera un sistema de
meritocracia. Un sistema en el que cualquiera que tuviera disciplina y
trabajara duro pudiera ir ascendiendo en las filas sin ningún problema.
Queríamos ir cambiando poco a poco también la concepción de la mujer en
la sociedad, como la que tiene que producir a los hijos, y que se
incorporara al mercado de trabajo como parte de la fuerza laboral.
Queríamos ir haciendo todos estos cambios en la sociedad, irlos
introduciendo poco a poco en Malaz, para que fuera cada vez más patente.
De hecho al final de la saga hay tantos personajes protagonistas
femeninos, como masculinos, prácticamente. Y de hecho los personajes que
tienen mayor poder, al final de la saga, en su mayoría son mujeres.
Además queríamos acabar con el concepto de que las mujeres no pueden
pelear, porque eso es una auténtica chorrada, y porque podían utilizar
la magia tan bien como cualquier hombre. Y el reto que teníamos era que
queríamos incluir todo esto sin tener que explicitarlo. Queríamos
hacerlo de una manera que se pudiera incluir en la narrativa sin tener
que dejarlo claro desde el principio. Nos preocupamos mucho por utilizar
un lenguaje no sexista en los libros. Los personajes no piensan en esos
términos, y ésa es una de las cosas que decidimos hacer de manera
consciente. Queríamos que esa sensación de igualdad estuviera presente, y
que pudiera estar enterrada en la historia sin tener que preocuparnos
demasiado.
La pregunta de Gandalf, si no recuerdo mal, es de Joe Abercrombie y fue un PUNTAZO.
ResponderEliminar¿Quién si no? La pregunta le pega totalmente jeje. Tu estabas en ese Celsius ¿no?
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