lunes, 10 de junio de 2013

Reseña: El último deseo, de Andrzej Sapkowski




SINOPSIS: Geralt de Rivia, brujo y mutante sobrehumano, se gana la vida como cazador de monstruos en una tierra de magia y maravilla: con sus dos espadas al hombro -la de acero para hombres, y la de plata para bestias- da cuenta de estriges, manticoras, grifos, vampiros, quimeras y dragones, pero sólo cuando amenazan la paz. Irónico, cínico, descreído y siempre errante, sus pasos le llevan de pueblo en pueblo ofreciendo sus servicios, hallando las más de las veces que los auténticos monstruos se esconden bajo rostros humanos. En su camino sorteará intrigas, elegirá el mal menor, debatirá cuestiones de precio, hollará el confín del mundo y realizará su último deseo: así comienzan las aventuras del brujo Geralt de Rivia.


RESEÑA: Andrzej Sapkowski ha sido uno de los autores europeos que más ha hecho por la renovación de la literatura fantástica y ello gracias a sus novelas protagonizadas por el brujo Geralt de Rivia. El autor polaco se alejó de la fantasía más tópica y para ello recurrió a la rica mitología eslava y de Europa del este, todo aquello que había escuchado y leído desde su infancia. Y la verdad es que el resultado no puede ser mejor porque a pesar de que los dragones, los enanos o los elfos abundan en sus historias estos son muy diferentes a los que estamos acostumbrados (o al menos a los que nos iniciamos en este mundo, como es mi caso, con Tolkien y la legión de imitadores que surgió de El señor de los anillos).
Sapkowski escribió siete libros narrando las aventuras de Geralt de Rivia, aunque los dos primeros volúmenes están formados por pequeñas historias independientes muy fáciles y rápidas de leer. Este es el caso de El último deseo, que contiene seis relatos diferentes unidos por una historia menor que se intercala entre ellos. El protagonista, Geralt, es un brujo que sobrevive cazando monstruos a cambio de dinero mientras va de un lugar a otro, a pesar de que la mayoría de la gente lo trata con desprecio y miedo ya que los brujos no gozan de muy buena reputación.

Geralt de Rivia es un personaje muy bien construido y Sapkowski lo dota de un ingenio y un cinismo que lo hacen muy atractivo al lector. Es fácil identificarse con él porque es un tipo con los pies en el suelo, descreído, enamoradizo, a veces de pocas palabras y cerrado al mundo que lo desprecia por ser lo que es, y que cuando ayuda a los demás pocas veces recibe el reconocimiento que se merece.
Además el mundo fantástico por el que se mueve me ha recordado mucho el mundo de George R. R. Martin (aunque las novelas de los dos escritores no pueden ser más diferentes). Ambos son mundos fantásticos mucho más cercanos al nuestro que a los idílicos mundos de la fantasía más convencional con bueno y malos diferenciados; aquí en cambio abundan las luchas políticas, las envidias y los peores sentimientos humanos (venganza y odio por todas partes, incluso entre elfos, enanos y monstruos).
También se puede destacar la habilidad de Sapkowski para coger cuentos clásicos que todos conocemos (la bella y la bestia, la sirenita o Blancanieves y los siete enanitos) para reinterpretarlos dentro de su mundo, logrando un resultado de lo más interesante. Desde luego parece claro que para Sapkowski detrás de los cuentos tradicionales se encuentran historias muy diferentes a las que nos han llegado. Hay que reconocer que los monstruos que pueblan sus relatos son muchas veces más humanos que las propias personas que se sienten amenazados por ellos solo porque son diferentes.
De los relatos de este primer libro mis favoritos han sido “El mal menor” y el que se ha escogido como título genérico de la obra “El último deseo”. En el primero Geralt tratará de que sus decisiones logren mantener la paz en una aldea donde está a punto de ocurrir una tragedia… elija el camino que eliga. Gracias a esta historia sabremos porque conocen a Geralt con el sobrenombre de “el carnicero de Blaviken”, y lo que de verdad se oculta tras él.
En el segundo aparece uno de los personajes que más me ha gustado del libro (después del propio Geralt): la hechicera Yennefer de Vengerberg, una mujer decidida y valiente que no duda en tomar sus propias decisiones La forma en que se conocen estos personajes y sus intercambios dialécticos (que no se quedarán sólo en eso) están muy bien descritos por Sapkowski.
Y esto me lleva a uno de los puntos fuertes de las historias de Sapkowski: sus diálogos. El autor polaco es un auténtico experto en contarnos lo que sucede en largas conversaciones de dos o más personajes, de una forma muy ágil y entretenida, sin necesidad de complejas descripciones de lugares y ambientes. El ingenio y la agudeza verbal abundan en todos los personajes, y el lector soltará más de una carcajada al escuchar a los personajes con los que se cruza en sus aventurar el brujo Geralt.

2 comentarios:

  1. Geralt es un personaje maravilloso. Un brujo en una época en la que empiezan a no ser necesarios, una persona recta en un mundo plagado de seres retorcidos e intrigantes...

    Y Sapkowski ha sabido dotar al mundo y a los personajes de un realismo magnífico. Resulta muy refrescante (y gracias a los dioses nuevos y a los antiguos, el traductor ha sabido respetarlo) que, por fin, alguien haya caído en la cuenta de que no habla igual el porquerizo de una aldea que un noble de un castillo.

    Los dos primeros libros de relatos son magníficos y las novelas que siguen son muy buenas, pero el último libro... ¡Ay, el último libro! Desgraciadamente, no está al mismo nivel.

    ¡Saludos!

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    1. Como dices Nymeria el realismo de Sapkowski es de lo mejor, por eso quizá me recuerda tanto a George Martin a pesar de lo diferente que son los dos. Ambos nos meten en mundos fantásticos duros, sucios y sangrientos.
      En cuanto al traductor habría que hacerle una estatua. Me encanta el vocabulario y el léxico que ha usado para los lectores españoles. Y cierto lo que dices sobre Sapkowski, pocos autores, por no decir casi ninguno, diferencian la forma de hablar de los personajes según su origen social, ¡en algunos libros todos parecen salidos de la nobleza mejor educada! En estos libros no.
      ¡Gracias por comentar!

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